El obispo de Canarias, sobre la ley que persigue rezar ante los abortorios: «Tenemos derecho a rezar donde queramos»

Entrevista al obispo de Canarias Monseñor José Mazuelos Pérez José Mazuelos Pérez Monseñor José Mazuelos Pérez, obispo de Canarias
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José Mazuelos Pérez, obispo de Canarias, ha sido entrevistado por InfoVaticana poco tiempo después de participar en la visita Ad Limina.

Mons. José Mazuelos Pérez nació en Osuna (Sevilla) el 9 de octubre de 1960. Antes de iniciar los estudios eclesiásticos se licenció en Medicina (1983) y ejerció como médico en su pueblo natal y, durante el servicio militar, en el Hospital Militar de San Carlos de San Fernando (Cádiz). En 1985 ingresó en el seminario de Sevilla y fue ordenado sacerdote el 17 de marzo de 1990. Es Licenciado y Doctor en Teología Moral por la Academia Alfonsiana -Pontificia Universidad Lateranense-, de Roma. Durante su estancia en Roma también realizó el curso de Perfeccionamiento en Bioética en la Facultad de Medicina Gemelli y colaboró en la parroquia de Santa Francesca Cabrini de la capital italiana.

Su primer destino sacerdotal fue como párroco en la parroquia rural de San Isidro Labrador, de El Priorato de Lora del Río, de 1990 a 1993. Después se trasladó a Roma para ampliar estudios y a su regreso a Sevilla, en 1998, fue nombrado párroco de Nuestra Señora de las Nieves de Benacazón y subdirector del servicio de asistencia religiosa de la Universidad de Sevilla, del que fue director del año 2000 al 2009. Durante estos años fue también delegado diocesano para la Pastoral Universitaria. El año 2002 fue nombrado Canónigo Penitenciario de la catedral.

Mons. Mazuelos Pérez fue en el campo de la docencia, durante el curso 2003-2004, profesor del Master de Bioética de la Universidad de Canarias y profesor de Moral del plan de formación sistemática del profesorado de religión de Sevilla. Desde 2003 al 2005 impartió clases de Teología Moral en el Centro de Estudios Teológicos de Sevilla e impartió esta materia en el Instituto Teológico San Juan de Ávila y en el Instituto Superior de Ciencias Religiosas de la diócesis de Jerez de la Frontera; fue también Profesor invitado de la Licenciatura en Teología Moral en la Facultad de San Dámaso de Madrid y Profesor auxiliar de la Facultad de Teología Redemptoris Mater del Callao (Perú).

El 19 de marzo de 2009 es nombrado obispo de Asidonia-Jerez por el papa Benedicto XVI y el 6 de junio de 2009 fue consagrado obispo en la catedral de la diócesis. El 6 de julio de 2020 se hace público su nombramiento como obispo de Canarias, sede de la que toma posesión el 2 de octubre. Dentro de la Conferencia Episcopal Española es presidente de la Subcomisión Episcopal Familia y Defensa de la Vida desde 2020.

Entrevista hecha por INFOVATICANA:

P-Apenas lleva poco más de un año como obispo de Canarias, ¿Qué valoración hace de su pontificado desde su toma de posesión el 2 de octubre del 2020?

R-Como he expresado en la carta con motivo de la visita Ad Limina, preparar la documentación para llevar a Roma, los encuentros con las Delegaciones y los Secretariados, con las personas de vida consagrada y los movimientos laicales, así como la visitas realizadas en este año a parroquias y realidades eclesiales, me ha ayudado a conocer en profundidad la Diócesis, la vida, el trabajo y la entrega de tantas personas que hacen posible una Iglesia viva, confirmando mis primeras impresiones de esta Iglesia de Canarias, que ya expresaba en la homilía el día de mi toma de posesión e inicio del ministerio episcopal en la Diócesis. Todo ello me lleva, en primer lugar, a dar gracias a Dios que sigue cuidando de esta porción del Pueblo de Dios que camina en la Diócesis de Canarias. En segundo lugar, a manifestar públicamente mi gratitud a mi predecesor, D. Francisco, por su trabajo y entrega a esta Iglesia que camina en Gran Canaria, Lanzarote, Fuerteventura y La Graciosa.

P-¿Qué desafíos tiene por delante la Diócesis de Canarias?

R-La Diócesis de Canarias tiene, como toda la Iglesia, el desafío de la Nueva Evangelización. También tenemos que aprender a vivir en una sociedad globalizada que ha abandonado la cristiandad, lo que quiere decir que tenemos que mirar a la Iglesia de los primeros siglos para aprender de ellos a ser luz y sal en una sociedad que podemos denominar neopagana.

P-¿Cómo ve el futuro del clero en la diócesis? ¿Hay reemplazo generacional?

R-El futuro a primera vista es un poco incierto pero desde la fe el futuro es maravilloso pues estoy seguro que el Señor no nos abandonará. Es verdad que hay dificultad en el reemplazo generacional que quizás nos obliga a una reestructuración parroquial y pastoral, pero sobre esta dificultad en el reemplazo, lo que nos obliga a emprender es un mayor esfuerzo en la pastoral vocacional y familiar.

P-Uno de los problemas que más afecta a Canarias es la inmigración ilegal, ¿Qué papel juega la Iglesia en este tema?

La iglesia juega un papel fundamental. La pastoral de la migración y Cáritas desempeñan una tarea incansable atendiendo a los inmigrantes en sus necesidades primarias. No podemos olvidar que la crisis inmigratoria producida el año pasado y unida a la crisis de la pandemia fue realmente trágica y, a pesar de todo, la Iglesia estuvo ahí ayudando en la comida y alojo de personas inmigrantes y evitando mayores desgracias.
En colectivos cristianos de parroquias va desarrollándose, progresivamente, la colaboración del voluntariado en la enseñanza del español a personas migrantes, mejora de las condiciones de vida, salud y promoción de la integración social de las personas migrantes que intentan alcanzar Europa con un enfoque de protección a los grupos más vulnerables (mujeres y menores). Denuncia de lo que hay detrás de la inmigración y denuncia profética de la situación que viven las personas migrantes y de las nuevas esclavitudes que se están produciendo.
Igualmente se hace un trabajo de sensibilización frente a la xenofobia y el racismo y, además, hay una llamada a los gobernantes a desarrollar políticas que palien el problema de la migración, luchando contra las mafias y creando una conciencia de solidaridad mundial como lo hace de manera incansable el Papa Francisco.

P-Acaba de volver de su visita “Ad Limina” con el Santo Padre, ¿Qué temas ha transmitido el Papa a los obispos del sur de España?

R-Si tuviera que sintetizar toda la enseñanza del Santo Padre la resumiría con la palabra cercanía. Es esto lo que creo que nos pide el Papa, estar cercano de todas las personas y mostrarles el rostro misericordioso de Dios, para poder así anunciar la Buena Noticia teniendo claro que la fe, como decía San Juan Pablo II, no se impone sino que se propone como un tesoro maravilloso.

José Mazuelos Pérez
José Mazuelos junto con el Papa Francisco durante la visita Ad Limina

P-Dentro de la CEE es usted Presidente de la Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida, ¿Qué cuestiones preocupan ahora dentro de esta subcomisión?

R-Tres preocupaciones sobre todo. Dar a conocer la maravilla de Amoris Laetitia, que expone de forma magistral la riqueza y la necesidad del matrimonio cristiano, así como la necesidad de una pastoral familiar que cuide la preparación al matrimonio y se preocupe de acompañar a los matrimonios en todas sus circunstancias de vida.
También preocupa la imposición legal de la cultura de la muerte con la ley del derecho al aborto y la eutanasia. Hay que iluminar a nuestra sociedad para que pueda descubrir la manipulación que hay detrás de estas leyes que no vienen a contribuir a la libertad y al bien común, sino a favorecer la economía del descarte, imponiendo un darwinismo social en el que los débiles son eliminados. Una sociedad esclavizada del individualismo radical donde las personas son cosificadas y vistas, exclusivamente, como consumidores. En definitiva, una sociedad inhumana e injusta es lo que traen esas leyes que desprotegen a la vida de los indefensos y débiles otorgando el título de verdugos incontrolados a los médicos.
Por último la imposición de la ideología de género que se quiere imponer en nuestra sociedad. Ante ello, como bien dice el Papa en Amoris Laetitia, hay que desarrollar programas de educación afectivo-sexual y reivindicar ante el estado la libertad de los padres a educar a sus hijos en la moral que crean más conveniente y el derecho a rechazar una determinada ideología.

P-El Gobierno sigue con su hoja de ruta de instaurar la cultura de la muerte, ya han aprobado la eutanasia y ahora pretenden que sea delito rezar frente a las clínicas abortistas, ¿Qué le parece?

Esto me parece un abuso y una acción dictatorial. La libertad de expresión es para todos y no para aquellos que el estado decida. Tenemos derecho a rezar donde queramos siempre que no obliguemos ni insultemos a nadie. Esa ley, que impide toda manifestación contraria al aborto, lo que intenta es esconder la manipulación y los engaños que se hace a las mujeres a las que se les presenta el aborto como la solución de un problema, algo que no es verdad, y no se les ofrece todo el apoyo económico y psicológico para que el aborto no sea la solución.

P-Recientemente la Conferencia Episcopal de Estados Unidos organizó una novena para rezar por el fin del aborto, ¿se ha planteado la CEE alguna acción parecida?

R-Respecto a las acciones a realizar para acabar con el aborto, son múltiples las que se proponen en las Diócesis. No olvidemos que la Semana de la Vida está llena de actos litúrgicos y acciones que las diferentes Delegaciones de Familia y Vida organizan de forma creativa. La Subcomisión de Familia organiza la Jornada, invita a una celebración eucarística por la vida y da algunas pautas para que las diferentes Diócesis sensibilicen contra los atentados a la vida que supone el aborto y la eutanasia. Por tanto, no tenemos que mirar a Estados Unidos ni somos partidarios de adoptar como Conferencia Episcopal una forma concreta de manifestar la oposición al aborto.

P-Además de sacerdote, usted también es médico, ¿Cómo cree que hay que plantear la batalla contra el aborto y la eutanasia?

R-En primer lugar, dejando claro que esto no es una batalla de los católicos, sino de todas las personas que buscan una sociedad más justa y humana. Hay que tener claro que no hablamos de moral sino de justicia. Me explico. Santo Tomás decía que un estado no debe imponer nunca una moral concreta pues estaríamos ante un estado totalitario. Sin embargo todo estado está llamado a hacer justicia y el primer principio de la misma es darle a cada uno lo suyo y no hay nada más propio que la vida. De ahí que la misión del estado es proteger a los indefensos fetos y no otorgarle a nadie el poder de eliminar vidas humanas. El respeto a la vida, como afirmaba un médico, es una píldora que hay que tragarse entera, no valen los pedacitos.
Lógicamente los cristianos que confesamos la Encarnación de Nuestro Señor Jesucristo estamos aún más obligados, por así decirlo, de respetar la dignidad de toda vida humana, ya que si nuestro Dios se ha hecho hombre, (embrión y feto), toda persona humana tiene un valor infinito ante Dios.

No son pocos los jóvenes que se han sometido a un tratamiento y a la hora de una regresión han visto arruinadas sus vidas por haber recibido tratamientos irreversibles

P-Usted también ha alertado sobre el peligro de la ley de transexualidad, ¿Qué problemas cree que puede traer esta ley?

R-El gran problema de esa ley es el intervencionismo del estado anulando a los padres. También es una ley cimentada en una ideología irracional y anticientífica que impone una acción médica que nada tiene que ver con la ciencia médica. Es por ello que ante esta ley hay que reivindicar no sólo la objeción de conciencia sino de ciencia. Igualmente hay una incoherencia pues por un lado se quiere desmedicalizar la Disforia de Género y al mismo tiempo se reivindica una intervención médica, hormonal y quirúrgica, incluso para los menores, algo que está en entredicho en toda la literatura científica, véase, por ejemplo, el protocolo de actuación holandés.
Por otro lado me parece una barbaridad dar un tratamiento hormonal por el deseo de un adolescente. Hay que asegurarse realmente que hay una disforia de género verdadera y evitar dar un tratamiento irreversible y que hay que seguir de por vida. No podemos ignorar que la ciencia nos dice que más del 75% de los menores que manifiestan tendencias a cambiar de sexo, cuando llegan a la adolescencia abandonan esos deseos.

No entendemos por qué se quiere imponer una ley manipuladora e ideologizada y no se plantea un debate serio y racional sobre el tema para buscar lo mejor para cada persona que vive la transexualidad.
Además, si lo que se busca es el bien de estas personas, lo que hay que hacer es informar a los padres de esta realidad para que busquen el mejor bienestar para sus hijos con expertos médicos y psicólogos no ideologizados. Hay que informar sobre la verdad de los tratamientos de reasignación hormonal y quirúrgica. No son pocos los jóvenes que se han sometido a un tratamiento y a la hora de una regresión han visto arruinadas sus vidas por haber recibido tratamientos irreversibles que han supuesto una esterilización y daños psicológicos.

Por último, tenemos que dejar claro, que la atención a la transexualidad no puede establecerse con criterios de ideología de género, sino con criterios científico – médicos. Igualmente rechazamos que los transexuales sean usados para imponer o rechazar la ideología de género. Y como cristianos tenemos claro que toda persona, sea de la condición que sea, hay que acogerla, acompañarla y reivindicar para ella el mejor tratamiento para alcanzar el mayor equilibrio psico-emocional posible.

P-¿Debe la Iglesia defender con más firmeza la moral y doctrina frente a leyes injustas y ante aquellos que desde “dentro” pretenden cambiar la doctrina de la iglesia en temas como el celibato, la moral sexual o la homosexualidad?

R-Meter en el mismo saco celibato, moral sexual y homosexualidad no me parece correcto. Cada tema habría que tratarlo por separado. Por ejemplo cuando se habla de celibato se supone que habla usted del sacerdocio unido al celibato, algo que sería lícito plantear un estudio si el Papa así lo cree conveniente. Sobre la moral sexual vemos que responde a una antropología teológica y bíblica que sigue vigente. De la homosexualidad hay que especificar qué aspectos de la misma se quiere abordar.

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Comentarios
5 comentarios en “El obispo de Canarias, sobre la ley que persigue rezar ante los abortorios: «Tenemos derecho a rezar donde queramos»
  1. ¿Donde queramos? ¡Pero si vosotros mismos nos cerráis las iglesias, nos imponéis el pasaporte y la comunión en la mano, nos impedís la misa de siempre!

    Esa protesta es legítima, pero empecemos por nuestra propia casa, donde no nos dejáis rezar de la forma más piadosa y grata a Dios.

    1. Belzunegui: estoy indignado con la decisión de los obispos que cerraron las iglesias al culto cuando el decreto gubernamental de España no obligaba a ello. Pero en honor a la verdad, el obispo Mazuelos, a la sazón obispo de Asidonia-Jerez fue de los pocos que no decretó el fin del culto público y él mismo celebró en algunas iglesias (respetando las medidss sanitarias cómo no podía ser de otra manera)

    1. Sin que sirva de precedente, coincido con usted: es increíble que prohíban rezar en la basílica de San Pedro del Vaticano si previamente uno no se ha dejado inocular un producto desarrollado a partir de líneas celulares procedentes de abortos provocados, con la excusa de que si no, se puede contagiar el covid, cuando dichos productos ni evitan contagiar, ni contagiarse, como ya está ampliamente demostrado. Lo único que impide tan injusta medida es que se rece, pues los contagios no los evita.

  2. La inmigración ILEGAL significa que es gente que entran en España DE FORMA DELICTIVA, INCUMPLIENDO LA LEGALIDAD VIGENTE. ¿Por qué hablan de los ILEGALES como si fueran inmigrantes con los papeles en regla, sin antecedentes y que tienen permiso de trabajo? El Obispo habla como un progre. También causa estupefacci´ón dando a entender que el Papa puede decidir si los curas son célibes o no y ¿qué quiere decir con «especificar los aspectos de la homosexualidad se quieren abordar»? ¿Qué respuesta ambigua es esa? Estos obispos melifluos se adaptan a lo que les ordene el Gobierno de turno, la Jerarquía eclesiástica cobardona y pusilánime, rindiéndose a la ideología de izquierdas, globalista y tirana.

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