Tal y como adelantó el periódico el IDEAL de Granada, el arzobispo de Granada, Monseñor Javier Martínez, sufrió un accidente de coche el pasado viernes por la noche.
El arzobispo volvía solo en su coche de la localidad de Cacín, a donde fue de visita pastoral, cuando se salió de la carretera por motivos que aún se desconocen. El prelado, de 74 años, sufrió un golpe en la cabeza pero pudo salir del vehículo por su propio pie. Un particular que pasó por allí fue quien trasladó al arzobispo al hospital sin esperar a que llegara la asistencia médica.
Ese mismo día ingresó en el Hospital de Traumatología de Granada donde pasó 48 horas en observación tras serle diagnosticado un traumatismo craneoencefálico del que evoluciona favorablemente. El domingo pasó a planta donde permanece en reposo mientras los médicos siguen haciéndole pruebas para descartar cualquier lesión de tipo neurológico.
El estado del arzobispo se mantiene en reservado, aunque no reviste de gravedad. El propio arzobispo quiso preservar su intimidad y no informó al hospital de su condición de arzobispo, lo cual explica que todavía ni el arzobispado de Granada ni la Conferencia Episcopal hayan sacado ninguna nota informando sobre lo sucedido o el estado en el que se encuentra Monseñor Martínez Fernández. De todos modos, Infovaticana ha podido confirmar directamente desde el arzobispado que Mons. Javier Martínez «se encuentra bien y recuperándose favorablemente».
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Le deseo su recuperación, al tiempo que le pido rectifique y readmita al gran filósofo Josef Seifert, al que expulsó indebidamente de la AIF al calificar la AL303 como la bomba demoledora, no sólo de la moral matrimonial, sino de toda la moral católica, al elevar el pecado a rango de respuesta generosa a la voluntad divina, el mayor sacrilegio de la historia.
El 31 de agosto de 2017, monseñor Javier Martínez Fernández, arzobispo de Granada, tras suspender de sus labores docentes al filósofo austriaco Josef Seifert, lo ha expulsado de la Academia Internacional de Filosofía, entre cuyos fundadores se encuentra, pero que actualmente depende de la archidiócesis.
¿Estaría extendiendo la lógica de Amoris Laetitia al campo de la conducción?
Un poco de humanidad.
Hablando de hospitales. Esta mañana un señor ha ido a ese mismo hospital, no se si para visitar a monseñor Martínez o a algún familiar o pariente o amigo, pero el caso, es que al incauto le han exigido una vez dentro, el llamado pasaporte Covic, y al no tenerlo, le han indicado la puerta de salida. Este señor como a cualquiera en esas circunstancias, ha entrado en justa cólera y se negó a salir. Llamaron a la policía y aún siguió resistiéndose, el solo quería visitar a un enfermo. Pero nada, lo arrastran por el suelo, lo esposan y a comisaria, lugar donde a estas horas sigue a la espera de pasar a disposición judicial. Al lacayo del MON llamado Moreno Bonilla lo va a votar Rita la Cantaora……….
A ese señor no hay que esposarlo por no tener el certificado de vacunación, simplemente hay que darle una paga por tonto con balcones, que diría De la Cigoña.
Gracias a Dios que no ha sido grave. Dios guarde a D. Javier.
Todos con el pasaporte covid. Un mundo repugnante, falso y satánico. Cada día florece con mayor fuerza la estulticia.