Mientras en España se aprobaba esta semana penar con cárcel y multas a aquellos que acudan a rezar o informar frente a las clínicas abortistas, en Estados Unidos siguen con políticas en defensa de la vida del no nacido. Si bien, hace unos días entró en vigor la ley más provida de todo Estados Unidos en Texas, ya que prohibe el aborto a partir de la sexta semana. Ahora, Florida pretende hacer lo mismo con algún matiz, aunque ya cuentan con las críticas y la oposición de los demócratas.
Esta semana, el representante republicano Webster Barnaby ha presentado un proyecto de ley bajo el nombre “latidos del corazón” que prohibiría los abortos después de que un feto desarrolle un latido del corazón. La proposición dice textualmente “ requiere que el médico realice una prueba e informe a la mujer que busca un aborto de la presencia de latidos cardíacos fetales detectables; prohíbe al médico realizar o inducir un aborto si se detectan latidos cardíacos fetales o si el médico no realiza una prueba para detectar latidos cardíacos fetales; proporciona excepciones; autoriza la acción civil privada por determinadas infracciones; prevé reparaciones y daños civiles”.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, abiertamente provida, también intervino en el proyecto de ley de Texas a principios de este mes, calificándolo de «interesante». DeSantis dijo que tendría que investigar la legislación antes de aprobarla. “Es un poco diferente de cómo se han desarrollado muchos de estos debates, así que tendremos que mirar. Voy a mirarlo de manera más significativa ”, dijo DeSantis.
El proyecto prohíbe que los médicos realicen o induzcan un aborto si se detecta un latido fetal, pero establece excepciones en caso de violación, incesto, violencia doméstica, trata de personas o una condición que amenaza a la madre. Sin embargo, las mujeres que invoquen dichas excepciones deberán presentar documentación, como una orden de restricción, registro médico u orden judicial, para abortar legalmente.