Un sacerdote de Getafe responde a ‘Smdani’

smdani Julián Lozano
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Un sacerdote de la diócesis de Getafe, Julián Lozano López, ha publicado un vídeo en su canal de YouTube en el que responde y revela las ambigüedades que su colega en el sacerdocio, Smdani -Daniel Pajuelo-, dejó caer al entrevistar al «sacerdote gay» la semana pasada.

Les dejamos la respuesta del sacerdote:

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Comentarios
18 comentarios en “Un sacerdote de Getafe responde a ‘Smdani’
  1. Combatir las deformaciones progresistas de la doctrina con la «extraña teología del cuerpo» de jpii, como que no es muy recomendable.(se compara el coito con la relación entre las tres personas de la Trinidad)
    ¿De qué sirve toda esa argumentación con el catecismo en la mano, si el error de base está en invertir los fines del matrimonio?. Si el principal fin del matrimonio es el amor como establece el cvii, y la procreación de los hijos es lo secundario, todos los tipos de matrimonio que se quieran inventar, cumplen con el principal fin del matrimonio.¿de verdad que no os dais cuenta de que se basan en esto? No se malinterpretó el concilio, el error está en la letra. Seguirán con su rollo erre que erre sin ir a la Tradición, siguen apagando el fuego con la gasolina que lo provoca. Con Pio XII estaban todos estos callados, por algo sería, y por algo le darán a la lengua ahora.

    1. Querían la iglesia del diálogo, pues aquí la tienen, que sigan dialogando in eternis cual será y cual no será la verdadera doctrina. La búsqueda de la ortodoxia perdida.
      Pero condenar los principios erróneos que no aparecen en la Tradición, eso nunca, pues sería darle la razón a los que permanecen en la Tradición. A estos otros mejor combatirlos, pues te sacan siempre la prueba del delito que no se quiere ver.

      1. Uno, si no eres capaz de ver en el coito más allá de lo carnal, es que como cristiano estás aún en pañales.
        El amor verdadero y fiel entre un esposo y su esposa es imagen del amor divino entre el Padre y el Hijo, por la total donación, apertura a la vida, y pertenencia que presupone una santa vivencia del amor humano.
        La unión entre Dios Padre y Dios Hijo es total, abarca todo el Ser. Por eso los divinos 3 son un solo Dios.
        Y por eso el matrimonio cristiano es imagen del amor intratrinitario, cuando se vive santamente, tal y como Dios lo quiere.

          1. Si,pero el fin primero y principal del matrimono es la PROCREACIÓN de los hijos,no el » amor».
            Ahí radica el problema.

          2. No señora. Comparar el coito con la Trinidad es una cosa muy burda. El Espíritu Santo no inspira esas comparaciones. Esto pasa por no ver más dignidad y más santidad en el celibato que en el matrimonio y quererlo equiparar todo con ese falso concepto de igualdad que no es católico. Naturalismo modernista: lo sobrenatural rebajado a lo natural, todo en el mismo plano natural de igualdad. Falso y heterodoxo

          1. El que “subió el coito a lo sobrenatural” fue el que instituyó el sacramento del matrimonio, que queda por él consumado… Sacramentun magnum… y yo lo refiero a Cristo y a la Iglesia, algo así dice la Escritura. Es mala técnica pretender elevar el celibato, superior, mediante el abajamiento del matrimonio, porque por este camino se rebajan los dos. Sólo a la luz de la grandeza del matrimonio en el plan divino se puede entender la grandeza del celibato.

          2. Ptv, qué equivocado estás. Dios no entiende de igualdades, entiende de jerarquías, por eso hay jerarquías de ángeles y su Iglesia es jerárquica. Si el matrimonio fuese lo mismo que el sacerdocio, no sería hasta que la muerte los separe sino lo mismo que el sacerdocio: para la eternidad. Es el propio Dios el que establece sacramentos distintos y no iguales. El matrimonio lo deja en el plano natural hasta que la muerte los separe, el sacerdocio lo prolonga hasta el sobrenatural, no siendo sólo hasta la muerte del cura sino eterno. La relación entre el Padre y el Hijo no es equiparable al coito, por mucho que lo sugiera Juan Pablo, es algo burdo porque hiere los oidos. No hay que elevar tanto lo que Dios no ha elevado tanto y no hay que rebajar tanto a Dios.

  2. Hay que volver a leer Casti Connubi, que es Encíclica (y no exhortacion pastoral) para volver a centrarse en doctrina y Magisterio. Si no, vamos perdidos, como tantos….

  3. No cabe duda que la teología del cuerpo de Juan Pablo II y del Concilio Vaticano II aportan términos que enriquecen lo que se entiende por matrimonio: comunidad de vida y amor, diálogo yo-tú, realización de los esposos, autorrealización personal plena y recíproca, donación amorosa, entrega de sí mismo al otro en totalidad, significados unitivo y procreativo del acto conyugal, aceptación del otro en su diversidad, integración del sentimiento erótico o emocional y el amor específicamente personal… etc.
    Pero este planteamiento personalista e idealista del matrimonio tiene un peligro si sólo se mira el matrimonio bajo este punto de vista. Que olvida que el matrimonio es una cruz, como todo en este valle de lágrimas, y que tenemos pecado original, y por tanto concupiscencia y tendencia al mal. Y digo que el matrimonio se convierte una cruz cuando pasa la etapa idealista del enamoramiento sesible y se comienzan a conocer los defectos y miserias del conyuge que se eligió.

  4. Jesucristo no se anda por las ramas: “Pero Yo les digo: El que mira a una mujer deseándola ya cometió adulterio con ella en su corazón. Si tu ojo derecho es para ti una ocasión de pecado…” ¡Qué será si mira a otra persona del mismo sexo de esta manera! No hace más que recordarnos y llevar a pleno cumplimiento el 6º y 9º mandamientos. No dice: “¿Quién soy yo para juzgar?” Nos pone en la cruda realidad, que todos estamos sometidos a la tentación como Él lo fue en el desierto y a lo largo de toda su vida terrena para darnos ejemplo. Pero con su gracia (confesión frecuente, eucaristía, oración, huida de las ocasiones…) se puede ser casto. No tenemos excusas.
    Los que nos antecedieron hace siglos no conocían la teología del cuerpo, pero si sabían lo fundamental para ser santos.

  5. Reducir el acto conyugal (porque entiendo que se refiere a dicho acto dentro matrimonio) a lo puramente carnal es desde luego aberrante pero compararlo con la Stma. Trinidad suena a blasfemia y locura. No es simplemente algo «burdo», blasfemia y locura. Desde luego que las canonizaciones de todos los Papas del concilio han sido una chapuza y ha tenido que incluir el NO mirar con lupa los escritos de dichos pontífices. Al menos los de Juan Pablo II

  6. El Personalismo es un grave error. Es una aceptación del subjetivismo radical que inicia Descartes y Kant y por tanto es introducirnos en un fango en el que las ideas de uno mismo se hinchan hasta llenarlo todo, lo cual es la versión filosófica de la rebelión de Satán.

    El personalismo intenta reducir esa hinchazon del «solo existo yo y mi mente, lo demás no lo se» por medio de admitir la idea del Otro, la existencia real de personas, algunas humanas, algunas de ellas divinas (observen las perogrulladas a los que nos lleva la filosofía moderna). Pero sustentar toda la teología en esas simplezas es digno del libro de petete y lleva a unas correspondientes simplificaciones teológicas que son burdas como las que denuncia Uno.

    Alejarnos de la filosofía clásica es alejarnos del sentido común que es un don de Dios y como dijo San Pio X eso no puede hacerse sin un gravísimo daño.

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