En los últimos días, en el mundo tuitero católico se han podido ver discusiones en torno a la homosexualidad. La polémica la han generado dos sacerdotes ‘celebrities’ ―perdón por la expresión― que cuentan con bastantes seguidores, Daniel Pajuelo, más conocido como ‘Smdani’ y el padre Damián.
El primero puso un tuit en el que se veía a Jesucristo protegiendo de unas pedradas a una oveja pintada con los colores del colectivo LGTB, junto al texto: “Vino para dar su vida en rescate por muchos. (I Tim 2,6)”. Además, a comienzos de semana publicaba en su exitoso canal de YouTube una entrevista a un sacerdote autodefinido como ‘gay’ de la que hemos dado cuenta en estas páginas.
Vino para dar su vida en rescate por muchos. (I Tim 2,6)
Feliz domingo. pic.twitter.com/jhudMmAvzF
— smdani ? (@smdani) June 6, 2021
El padre Damián, conocido en los medios por haber participado en ‘la voz’, una especie de ‘Operación triunfo’, puso un tuit sobre las terapias psicológicas para sanar los desórdenes afectivos que llevan a tener tendencias homosexuales.
“¿De verdad alguna persona sensata y culta piensa que se puede cambiar la condición sexual mediante terapia? No es posible y el mero intento atenta contra el Creador que nos ha pensado maravillosamente diversos. Sí es posible, y terrible, ponerse máscaras y negar la propia verdad”, escribió.
En la semana en que la actualidad eclesial estaba revuelta por el desafío alemán con la bendición de parejas del mismo sexo por parte de algunos sacerdotes, Damián puso en Twitter: “La Iglesia ya está preparada para un nuevo paradigma de su Moral Sexual. Sólo hay que encontrar las palabras oportunas. En ello estamos”.
La Iglesia ya está preparada para un nuevo paradigma de su Moral Sexual. Sólo hay que encontrar las palabras oportunas. En ello estamos.
— P. Damián María, CSsR (@damianmariavoz) May 12, 2021
El sacerdote almeriense Juan Manuel Góngora, otro sacerdote conocido en las redes sociales, ha respondido a los dos religiosos. “Muchos me preguntáis por cierto contenido que conlleva una relativización mundana y bienquedista del pecado ‘Smdani’ y padre Damián, en estos tiempos todos tenemos una gran responsabilidad: «Al que más se le dió, más se le pedirá». Lc 12,48. La salus animarum está en juego”, escribió Góngora junto a los puntos del Catecismo que hablan de las personas con tendencias homosexuales.
Muchos me preguntáis por cierto contenido que conlleva una relativización mundana y bienquedista del pecado.@smdani y @damianmariavoz, en estos tiempos todos tenemos una gran responsabilidad: «Al que más se le dió, más se le pedirá». Lc 12,48.
La salus animarum está en juego. pic.twitter.com/41677VpBBh— P. Juan Manuel Góngora (@patergongora) June 10, 2021
«Querido hermano, no se equivoque. Conmigo no se equivoque. Un saludo. Unidos en el redentor», respondió Damián. «Con todo el respeto, el contenido no me ha llegado por oídas o terceros, lo he visto directamente y la ambigüedad es terrible. Sinceramente, es lo peor que podemos hacer para afrontar a la luz del Evangelio y el Magisterio, el camino de acompañamiento, discernimiento e integración», replicó Góngora.
Entonces, Damián le pidió que le aclarara a qué contenido se refería el almeriense. «Ejemplo de ambigüedad: afirmas acertadamente que ser homosexual no es pecado; pero omites, ya no entro si consciente o no de ello, que los actos homosexuales sí lo son y están declarados como «intrínsecamente desordenados»», respondió mostrándole una captura de pantalla de un vídeo suyo.
«Está claro, hermano, que busca la confrontación conmigo. ¿Ha leído usted la pregunta que me hacen? ¿Por qué habría de decir más o menos de lo que me preguntan? En nada contradigo al Magisterio de nuestra Iglesia: “Ser homosexual no es pecado ni puede ser materia de confesión”», se defendió Damián.
Góngora escribió un último tuit que no obtuvo respuesta: «Lo único que busco es que no se confunda a las almas para «encontrar» favs, follows y tertulias. Por otro lado, en ningún momento he dicho que el serlo sea materia de confesión. Sin embargo los actos homosexuales, sí; y el no afirmarlo constituye una omisión grave».
Un laico que pasaba por ahí entró a responder el tuit del padre Damián sobre la terapia, que he citado antes. «De verdad un sacerdote católico, que ha estudiado Teología, puede alentar los actos homosexuales? De verdad que no cree que Dios puede sanar una desviación sexual, sobre todo en un tiempo en el que se está fomentando desde la infancia ese tipo de vida?», le preguntó.
A lo que respondió el religioso:
- Usted no responde con lógica a mi mensaje.
- Pone en mí palabras que no he dicho.
- La homosexualidad no es ninguna desviación.
- Dios no tiene nada que sanar en una condición creada por él y, por tanto, perfecta.
- En ninguna de mis afirmaciones contradigo el Magisterio
El páter José María, otro sacerdote conocido por los lectores de InfoVaticana también entró en el debate; en este caso con Smdani, que en su entrevista recomendó un libro de historias de amor LGTB de la editorial PPC.
«Pero ¿podéis decirme qué carallo le pasa a esta gente? Tenemos que ser misericordiosos con los homosexuales, no contemporizar con su pecado: el verdadero amor se fundamenta en la verdad, y la verdad es que han de luchar contra su inclinación para agradar a Dios (1 Cor 6, 10)», escribió José María.
«De verdad os lo digo, Smdani y Editorial PPC repasad el Catecismo, porque está en juego vuestra salvación. Leed el evangelio de hoy: «El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes y se lo enseñe así a los hombres, será el menos importante en el reino de los cielos»», añadió.
Damián Montes, que así se llama el padre Damián, sorprendió hace un par de meses con una entrevista en el diario El País, uno de los medios más leídos de España, en el que dijo unas cosas realmente desconcertantes en un sacerdote católico. Les ofrezco un extracto; agárrense:
¿Qué atormenta a la gente que escucha en el confesionario?
Te voy a ser sincero. El 75% de personas que viene a la confesión, vienen con problemas morales.
¿Dilemas de conciencia?
Los que más me sorprenden son quienes confiesan supuestos pecados de tipo afectivo y sexual. Es increíble: tantas personas adultas arrastrando ese peso. Y esa es una crítica que me hago a mí y a la institución: ¿qué conciencia hemos generado para que a la gente le genere arrepentimiento eso, y no el robar o el mentir o abusar?
Algo habrán hecho ustedes.
Creo que unir sexo y pecado ha sido el pecado de la Iglesia. El sexo necesita sentido, estoy convencido, pero no puede ser algo que nos encierre en un tormento constante.