El Papa nombra a un español decano del Tribunal de la Rota

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El Santo Padre ha nombrado decano del Tribunal de la Rota Romana a Alejandro Arellano Cedillo, hasta ahora prelado auditor del mismo Tribunal.

El sacerdote español sustituye así a Pio Vito Pinto, que ayer cumplió 80 años, edad límite para trabajar en la Curia.

El Tribunal de la Rota Romana es el tribunal eclesiástico más alto de la Iglesia católica después del Tribunal Supremo de la Congregación para la Doctrina de la Fe y el Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica. Se encarga de acusaciones a obispos, sacerdotes dependientes de la Santa Sede y de nulidades matrimoniales, entre otras cosas.

Arellano Cedillo nació el 8 de junio de 1962 en Olías del Rey, Toledo. Fue ordenado sacerdote el 25 de octubre de 1987 en Toledo por la Hermandad Sacerdotal de los Obreros del Reino de Cristo y obtuvo la licenciatura y el doctorado en Derecho Canónico por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma.

Ha sido vicario judicial adjunto en la archidiócesis de Madrid y juez del Tribunal de la Rota de la nunciatura apostólica en España. Es profesor de Derecho Canónico y Jurisprudencia.

Desde 2007 es prelado auditor del Tribunal de la Rota Romana. Es miembro de la Comisión Especial para el tratamiento de los casos de dispensa del matrimonio rato y no consumado y de la que trata los casos de dispensa de las obligaciones del diaconado y del sacerdocio.

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Comentarios
6 comentarios en “El Papa nombra a un español decano del Tribunal de la Rota
  1. Estamos apañados.. No sé qué hará el sucesor de Bergoglio cuando éste deje de ser Papa porque aunque lo intente no creo que pueda hacer nada.

  2. Los nuevos cardenales son casi todos incondicionales del francisquismo salvo excepciones como Müller o los africanos y los antiguos cada vez son menos y van perdiendo voto. El resultado: el siguiente Cónclave será una catástrofe. No voy a decir como dicen los de VOX que solo queda Viganò pero casi.

  3. Obreros del Reino de Cristo… Lo primero seguro, lo segundo es lo de menos y lo tercero, ya veremos.
    Como las parroquias de San José Obrero. Pobre San José, nunca fue tan ignorado…

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