Las Misas públicas se convierten en delito en Irlanda

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Las Misas públicas están prohibidas en Irlanda con la excusa del coronavirus, pero infringir esta norma, se aseguraba, era solo una falta administrativa. Ya no: según The Irish Catholic, el gobierno reconoce ya que es un delito punible como cualquier otro.

Impensable en la Irlanda de hace no muchas décadas, celebrar Misa pública se ha convertido en un delito en el país, pese a que durante meses el gobierno ha asegurado que la infracción de la norma que las prohíbe, con el pretexto de la pandemia, no conllevaba pena alguna.

En octubre pasado, en declaraciones ante el Parlamento, el ministro de Sanidad, Stephen Donnelly, quiso salir al paso de las protestas de numerosos católicos asegurando que las medidas adoptadas contra la pandemia no iban a suponer la criminalización de sacerdotes y feligreses. Pero ahora, en parte en respuesta a una demanda presentada ante el Supremo contra las restricciones, el gobierno insiste en que constituye un delito que el sacerdote abandone su hogar para celebrar una Misa pública, salvo que se trate de un funeral o una boda. Y lo mismo se aplica a los feligreses.