“¿Habéis visto esto?”. Esa o alguna otra interpelación es el ‘gancho’ que se está usando en redes sociales para presentar como actual un vídeo de 2019 en el que Su Santidad aparece arrodillándose a besar los pies de dos encorbatados líderes negros.
La idea es, naturalmente, presentar al Pontífice como uno más de quienes siguen la moda de arrodillarse en apoyo de los alborotadores cuyas algaradas en Estados Unidos, con el pretexto cada vez más débil de la muerte de un negro a manos de un policía blanco, han provocado ya la muerte de una veintena de personas y daños incontables en incendios y pillajes.
Ayer hablábamos en estas mismas páginas de cómo los equipos de la liga inglesa, llevando directamente la frase Black Lives Matter en sus camisetas, se arrodillan antes de comenzar los partidos en un gesto de sumisión a los alborotadores de dudosa dignidad. Pero entre los vídeos que más circulan por las redes hay otros mucho más humillantes en los que se obliga o ‘sugiere’ a viandantes blancos a besar las botas de personas negras en un ritual de humillación penoso de contemplar.
Con ese tipo de reacciones desmesuradas, que más parecen destinadas a ensanchar la sima interracial y a cerrarlas, es con lo que se quiere asociar un viejo vídeo en el que aparece Su Santidad en la actitud que describíamos al principio. Es, naturalmente, una calumnia. Ni el Papa ha reaccionado a los disturbios arrodillándose ante ningún mortal, blanco o negro, ni esas postraciones tenían nada que ver con el racismo o siquiera con una petición de perdón.
Se juzgue o no exagerada o teatral su espontáneo gesto, cuando Su Santidad el Papa Francisco, en Casa Santa Marta, se arrodilló a besar los pies de los líderes de Sudán del Sur, lo hacía en un sentido ruego para que «el fuego de la guerra se apague de una vez por todas» en el país africano. La reunión se producía después de que los líderes en cuestión, el presidente Salva Kiir y los vicepresidentes designados Rebecca Nyandeng De Mabior, viuda del líder sud sudanés John Garang, y Reik Machar, líder de la oposición, hubieran concluido el retiro espiritual en el Vaticano de las principales autoridades religiosas y políticas sud sudanesas, dirgido por el arzobispo anglicano de Canterbury, Justin Welby.
“A ustedes tres, que firmaron el acuerdo de paz, les pido, como hermano: permanezcan en la paz”, dijo Su Santidad a los africanos. “Lo pido de corazón: sigamos adelante, habrá muchos problemas, pero no se espanten. Sigan adelante, resuelvan los problemas. Ustedes han puesto en marcha un proceso; ¡que acabe bien! Habrá luchas entre ustedes, pero que sean adentro de la oficina. ¡Ante el pueblo, las manos unidas! Así, de simples ciudadanos se convertirán en padres de naciones. Permítanme pedírselo con el corazón, con mis sentimientos más profundos”.
¿Alguien podría explicar esto? ¿Es lo que parece?pic.twitter.com/SymJlLWgT4
— Juan Carlos Girauta (@GirautaOficial) June 23, 2020