Gänswein explica la génesis del libro de Sarah

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Lo explicó a un periodista del Spiegel.

«¿Debo explicar lo que realmente sucedió?» pregunta Gänswein al periodista del Spiegel Walter Mayr. «La verdad es que Benedicto ya había comenzado a escribir el texto sobre el sacerdocio que se imprimió en el libro en julio». El proyecto del libro del cardenal Sarah surgió a principios de septiembre, dice el arzobispo a Spiegel, y el capítulo de Benedicto se le había entregado a Sarah mientras se realizaban las consultas sinodales sobre las posibles excepciones a la regla del celibato. En ese momento, dice, el proyecto del libro no había sido tratado.

«La portada en la que Benedicto y Sarah son presentados y se muestran juntos como autores nunca fue vista por el papa emérito, y nunca se habló de una coautoría», dice Gänswein. Argumenta que la sensación de que la introducción escrita por Sarah y el último capítulo habían sido escritos por ambos era engañoso. Benedicto había leído las secciones antes de la publicación, y pensó que eran buenas, pero solo como manuscritos de Sarah, dijo el prelado añadiendo que Ratzinger nunca recibió las galeradas ni contrato alguno por parte del editor.

Gänswein afirma que se enteró del proyecto en el momento en que ya era demasiado tarde. «No sentí ningún peligro», dice. «Anteriormente, cuando Benedicto quería publicar algo, siempre obtenía la aprobación del Papa, es decir, Francisco. En este caso, eso no sucedió».

Gänswein dice que subestimó a Nicolas Diat, editor del libro: «Solo me advirtieron sobre él y su comportamiento sombrío después del hecho».

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Comentarios
20 comentarios en “Gänswein explica la génesis del libro de Sarah
  1. Después de desautorizar indebida y mentirosamente a Sarah y, por tanto, a Benedicto XVI, pues Benedicto, en ese libro habla por las dos bocas, su credibilidad está bajo mínimos. Para Viganó no es fiable y me temo que tiene toda la razón. BXVI lo aguantará porque es todo un señor, pero se merece la patada.

    1. Solo porque él Arzobispo no dice lo que tú quieres que diga. Vamos curete, tú eres un viejo ambicioso que soñaste con el episcopado y no llegaste, quizá por eso adoras a esa rata de alcantarilla llamada Viganó: sois un par de frustrados. Mejor dedícate a ver seguros funerarios y catálogos de ataúdes y de paso prepara una buena confesión para suplicar el perdón de Dios.

      1. De quien no hay que fiarse son de aquellos que, llamándose así mismos cristianos, llaman a otros ratas de alcantarillas. Pero es difícil que tú puedas entender eso al no ser católico.

        1. Cuídate de la levadura de los fariseos y de la levadura de Herodes: 1. No te sientas mejor y más perfecto que los demás. 2. No te creas que el poder y la riqueza lo son todo.

  2. El gran Benedicto fue más listo que el guapo Ganswein. Quería publicar lo que se ha publicado, pero sabía que comunicárselo a Francisco, vía Ganswein, era hacer imposible el intento. Así que se las arregló para saltarse al carcelero, sin pruebas de imprenta, contrato ni nada que delatase lo que se estaba fraguando para bien de la Iglesia y gloria de Dios. Si Benedicto no hubiera estado de acuerdo en hacer lo que se ha hecho, Sarah nunca lo hubiera implicado, eso es algo que puede darse por seguro conociendo mínimamente al Cardenal. Y Benedicto no hubiera dudado en hacer patente su disgusto -como en el famoso episodio de la carta manipulada por el servicio de prensa vaticano- de forma sutil e inteligente, como es su marca. Pero tampoco lo ha hecho, antes bien ha mostrado elocuentemente su íntima comunión con Sarah. Gänswein vuelve ahora a hundirse un poco más; este asunto será el fin de su carrera, y lo sabe.

    1. Si no le crees al Secretario Particilar de Benedicto XVI, seguro tú eres su camarera o la monja que le asea la recámara, escribes la historia como tú la quisieras pero te autoengañas y te enfierece que el Sr Arzobispo diga lo que en verdad pasó.

      1. No puede imaginar con cuánto gusto sería camarero y asearía la recámara del gran Benedicto XVI. Y no me «enfierece» nada que el pobre Gänswein, cuando ya nada tiene que hacer en la corte de Francisco, todavía quiera salvar el culo. Me da mucha pena, eso sí, comprobar una vez más la enorme fragilidad humana.

  3. ¡Galeradas, contratos…! Madre mía. A estas alturas, entre la vida o la muerte (no de uno mismo, sino de la Iglesia), iba a preocuparse el Papa emérito de que le hicieran «un contrato». ¿Ni en este caso extremo cree Ganswein que alguien actúe por puro amor a la Iglesia?

  4. Será cínico y sinvergüenza!
    Para sombrío, tú y tu comportamiento.
    A ver si es verdad que desaparece ya de una puñetera vez y no intriga más.
    A éste tenía que mandar el Bergoglione a las misiones.

  5. «y el capítulo de Benedicto se le había entregado a Sarah mientras se realizaban las consultas sinodales sobre las posibles excepciones a la regla del celibato.»

    Pues ya está: sólo por esto es ya coautor del libro, que se deje de historias el pisaverde ese. Se pueden ceder los derechos de un libro o de un capítulo, pero la autoría no: es, por ley, irrenunciable, y así lo entiende por ejemplo también Ignatius Press y sus abogados.

    1. Justo. Por ende, de los «derechos», Benedicto nunca se ha preocupado. Cuando fue elegido Papa, inmediatamente cedió al Vaticano todos sus derechos de autor, incluso de los libros escritos antes, que no eran poco importantes. Cosa no sólo loable, sino creo que lógica y necesaria. una vez que se convierte en Siervo de los Siervos de Dios, ya no tiene nada para él, su vida es servir a la Iglesia

  6. Ganswein ha hecho un ridículo espantoso y Sarah le puso en evidencia al prrsentar las cartas de Benedicto autorizando la publicación del libro. Francisco se lo ha quitado de encima por tonto. Es mejor que se calle y deje de hacer el ridículo. O que se presente a Operación Triunfo o algún reality show, que a lo mejor allí triunfa.

  7. Dios es Siempre El Mismo.Nos Espera Pacientemente que Lo Sigamos Incondicionalmente,por su Amor;El nos espera para que nos transformemos en Sus verdaderos Amigos y Amigas de Jesús y Actuemos como tal.Un Saludo en Cristo Jesús Señor Nuestro.Amén

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