En declaraciones al órgano del episcopado italiano, Avvenire, el cardenal Christoph Schönborn, arzobispo de Viena, ha señalado el “gran problema” que aborda la nota 132 de Querida Amazonía: si hay escasez de sacerdotes en la zona es porque muchos clérigos nacionales prefieren emigrar al Primer Mundo.
Uno de los puntos centrales del Sínodo de la Amazonía, de la que la exhortación papal Querida Amazonía es conclusión, era la dramática escasez de sacerdotes en misión para cubrir las necesidades espirituales de los indígenas amazónicos, y de ahí la recomendación del documento final de abrir el sacerdocio a los casados y el diaconado a las mujeres.
Pero este dato encubre una hipocresía que el Papa ha desvelado en la exhortación (nota 132) y que el cardenal Schönborn subraya en declaraciones a Avvenire: no es tanto que los países amazónicos carezcan de vocaciones sacerdotales cuanto que muchos de sus sacerdotes prefieren emigrar a Europa y Estados Unidos.
Schönborn hace notar que en algunos países amazónicos hay más sacerdotes que van de misión a Norteamérica o Europa que los que permanecen en sus diócesis del Amazonas. Sólo Colombia ‘exportó’ más de 1.200 sacerdotes al Primer Mundo, señala. “Con solo que un tercio o una cuarta parte de estos sacerdotes se mantuvieran disponibles en las diócesis amazónicas, dejaría de haber escasez de presencia sacerdotal allí».
Schönborn se pregunta, asimismo, cómo es posible que tras medio milenio de predicación cristiana en la zona apenas haya vocaciones sacerdotales, “no hay prácticamente clero local en esta región». En contraste con lo que sucede en el resto de Iberoamérica.
Responder a estas preguntas, naturalmente, sería bastante más práctico para evangelizar la vasta Amazonía que el “objetivo limitado” -en palabras del cardenal- de abolir el celibato sacerdotal.
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