Tres obispos ‘compiten’ para ridiculizar la Iglesia

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Un modo seguro de ridiculizar a la Iglesia es secularizarla, es decir, privarla de su capacidad de juicio sobre el fundamento objetivo que es la revelación de Dios. Un ejemplo de esto nos lo están dando en estos días el cardenal Turkson y los obispos Paglia y Sorondo, dispuestos a uniformarse a la cultura dominante en sus intervenciones públicas.

(NBQ)- Hay un modo seguro para ridiculizar a la Iglesia y es secularizarla; es decir, privarla de su capacidad de juicio sobre el fundamento objetivo que es la revelación de Dios para basarlo en las opiniones personales que no son más que la mentalidad común. Es triste y ridículo ver a hombres de una cierta edad, vestidos de manera extraña (así ve el mundo la vestimenta clerical), ansiar la aprobación social y, para ello, lanzar opiniones que estarían igual de bien en la boca de un Roberto Saviano o un Fabio Fazio cualquiera. Y el mundo hace que se sientan importantes, porque valora mucho lo que dicen, los escucha de buena gana cuando dicen las cosas que todos quieren oír. Es más: los buscan, les hacen hablar, seguros y tranquilos ante una Iglesia que no sólo ya no representa una amenaza para la cultura dominante, sino que más bien se ha convertido en parte de ella. Y si hay alguno que todavía ofrece resistencia, bueno, será responsabilidad de estos «hombres de una cierta edad vestidos de manera extraña» marginarlos y garantizar al mundo que esos hombres están fuera de la comunión.

En el Vaticano hay diversos ejemplos de este tipo de hombres, que no pierden la ocasión para dejar en ridículo a la Iglesia. En estos días han sido tres de ellos los que han intervenido para confirmar este papel: el presidente del dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, cardenal Peter Turkson; el presidente de la Pontificia Academia para la Vida, monseñor Vincenzo Paglia, y el canciller de las Pontificas Academias para las Ciencias y las Ciencias Sociales, monseñor Marcelo Sánchez Sorondo.

Monseñor Sorondo, che con sus Pontificias Academias ha trasformado el Vaticano en una especie de sucursal del WWF y de los lobbies ecologistas internacionales, desde hace tiempo ha ampliado sus tareas y se dedica a ridiculizar a la Iglesia también respecto a China. Saltó a la fama hace casi dos años cuando tuvo la ocurrencia de decir que la China popular es el país donde mejor se aplica la Doctrina social de la Iglesia (clicar aquí). Y lo decía dándose aires de experto en el tema, porque desde hace unos años guía la delegación vaticana que participa en las cumbres sobre el tráfico de órganos, cuestión acerca de la cual el gobierno chino, como todo el mundo sabe, demuestra una gran eficiencia: de hecho, los prisioneros, sobre todo los condenados a muerte, son reservas a buen precio de órganos que se ofrecen para cualquier necesidad. Está claro que monseñor Sorondo se ha tragado la historia de que esto sucedía en el pasado y que ahora China ya no hace estas cosas. El hecho es que para Sorondo, China se ha convertido en una filial del paraíso en la tierra, por lo que en los días pasados ha anunciado el próximo paso en las relaciones entre China y la Santa Sede: «Alcanzar un acuerdo para establecer relaciones diplomáticas».

Que este siempre haya sido el deseo de la Santa Sede, no hay duda de ello. Faltaría más. El problema es que se necesitan condiciones que hasta ahora China ha imposibilitado; y no es que haya cambiado de idea, todo lo contrario. Para hacer una afirmación de este tipo, Sorondo tiene que dar por descontado que el acuerdo provisional entre China y la Santa Sede, anunciado el 22 de septiembre de 2018 y aún envuelto en el misterio, está dando buenos resultados, que de verdad se ha creado una relación lo suficientemente madura como para justificar la confianza recíproca. Es lo que él dice. Sin embargo, como era previsible, los hechos le desmienten: la persecución de los católicos se ha intensificado y el acuerdo ha hecho que los sacerdotes y los obispos de la Iglesia «clandestina», que no acepta que la Iglesia esté guiada por el Partido comunista, sean aún más vulnerables.

Pero a Sorondo -y no sólo a él- no le interesa nada de esto; él razona como lo haría cualquier jefe de Estado cínico: lo importante es el éxito político y si para esto hay que sacrificar a cientos de miles de personas -en este caso, hermanos-, abandonándolos en manos de un poder malvado, pues paciencia, es lo que hay.

En lo que respecta al cardenal Turkson, convertido al ecologismo radical -no se sabe si por convicción o por conveniencia-, ha dado un gran ejemplo de sus capacidades el pasado 12 de diciembre en la rueda de prensa de presentación del Mensaje del papa para la Jornada Mundial para la Paz. No sólo ha «bautizado» el movimiento de las llamadas «sardinas» (locura de la que hemos hablado en estos días, clicar aquí), sino que está entusiasmado con el papel de Greta Thunberg, definida «testigo del compromiso para el cuidado del medio ambiente y de nuestra casa común».

Ni siquiera se le pasa por la cabeza la sospecha de que Greta sea un muchacha manipulada de un modo muy hábil y cínico por los adultos que la rodean, y que la utilizan para sus objetivos ideológicos. Por otro lado, ya en otras ocasiones Turkson ha demostrado apoyar el ecologismo radical, que nada tiene que ver con la salvaguardia de la Creación según la doctrina católica. Hasta el punto que también ha abierto el camino al control de la natalidad en nombre de la defensa del medio ambiente (clicar aquí). Y en lo que respecta a Greta, Turkson ha compartido su (supuesto) razonamiento: «Greta nos está diciendo esto: «Estoy yendo al colegio en vista de un futuro que no se puede garantizar, porque no se cuida el medio ambiente»». De ahí la justificación de los viernes de huelga por el clima: es verdad, ¿qué sentido tiene ir al colegio para prepararse para un futuro que probablemente no existirá? Por lo que, prosigue Turkson, son primero los adultos, los políticos, los que deben garantizar un futuro (claro está, con políticas ecologistas) si quieren que los niños y jóvenes vayan al colegio. La verdad es que uno no sabe si reír o llorar ante esta argumentación: ver a un cardenal de una cierta edad que, en lugar de aprovechar la ocasión para recordar el don de la Creación y, sobre todo, al Creador, se hace discípulo de adolescentes que no saben distinguir las churras de las merinas y se convierte en adepto de la nueva religión es desolador.

En lo que respecta a Paglia, hemos hablado exhaustivamente en los días pasados sobre Judas y, sobre todo, el papel de los sacerdotes ante quienes piden, también religiosamente, ser asistidos en el suicidio. No hay mucho más que se pueda añadir.

Por desgracia, lo que nos dice el Señor y la tradición de la Iglesia sobre la vida, la dignidad de la persona humana, la Creación, la defensa de la libertad de la misma Iglesia, ya no es un tema que interese. Lo único que cuenta ahora son las conveniencias políticas y clericales, además del dinero con el que el príncipe del mundo recompensa a quienes se ponen a su servicio. Si por ellos fuera, pronto ya tampoco tendría sentido la existencia de la Iglesia, porque estaría homologada al Poder. Por suerte, nosotros sabemos que esto no sucederá nunca, porque siempre existirá un rebaño más o menos pequeño que seguirá siendo fiel al Señor y a la Verdad, aun a costa de la propia vida. Lo vemos en tantas situaciones de persecución, pero tampoco faltan los ejemplos cercanos a nosotros. Lo único que tenemos que hacer es pedir la Gracia de permanecer fieles a nuestra vocación y seguir a los verdaderos testigos de Cristo. Desde luego, no a Greta.

Publicado por Riccardo Cascioli en la Nuova Bussola Quotidiana.

Traducido por Verbum Caro para InfoVaticana.

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Comentarios
28 comentarios en “Tres obispos ‘compiten’ para ridiculizar la Iglesia
    1. Cardenal Eijk se opone al arzobispo Paglia
      Un sacerdote debe informar a una persona que observa un suicidio asistido que éste es un pecado grave, dijo el 17 de diciembre el cardenal de Utrecht (Holanda), Willem Eijk, al sitio web CatholicNewsAgency.com.

      Eijk es un médico capacitado y explicó que un sacerdote no puede estar presente en un acto moralmente ilícito de ese tipo ni tampoco puede administrarle los sacramentos o planificar el funeral, porque esto implicaría que él lo apoya.

      Por eso refutó sin nombrarlo al arzobispo de la curia romana, monseñor Vincenzo Paglia. La semana pasada Paglia sugirió que los sacerdotes “se den la mano” con los voluntarios de la eutanasia.

      Después que la Conferencia Episcopal Suiza dijera que los colaboradores pastorales no deberían estar presentes durante un suicidio asistido, Paglia pidió “dejar de lado las reglas” y “remover la ideología” del suicidio asistido, aunque Paglia debe dejar de lado su propia ideología suicida.

      1. Y tampoco puede estar en ejecuciones sin juicio y estaban…
        Y no os parecía mal ni que se les ejecutará y no que interviniera el cura a favor del reo

  1. Cardenal Eijk se opone al arzobispo Paglia
    Un sacerdote debe informar a una persona que observa un suicidio asistido que éste es un pecado grave, dijo el 17 de diciembre el cardenal de Utrecht (Holanda), Willem Eijk, al sitio web CatholicNewsAgency.com.

    Eijk es un médico capacitado y explicó que un sacerdote no puede estar presente en un acto moralmente ilícito de ese tipo ni tampoco puede administrarle los sacramentos o planificar el funeral, porque esto implicaría que él lo apoya.

    1. Por eso refutó sin nombrarlo al arzobispo de la curia romana, monseñor Vincenzo Paglia. La semana pasada Paglia sugirió que los sacerdotes “se den la mano” con los voluntarios de la eutanasia.

      Después que la Conferencia Episcopal Suiza dijera que los colaboradores pastorales no deberían estar presentes durante un suicidio asistido, Paglia pidió “dejar de lado las reglas” y “remover la ideología” del suicidio asistido, aunque Paglia debe dejar de lado su propia ideología suicida.

  2. Riccardo Cascioli tiene toda la razón, la moral católica se basa en los actos intrinsece malum per se, semper et pro semper, in omnibus locis, por lo que se basan en sólidas normas objetivas, independientes de las circunstancias e intenciones. Estos tres obispos dicen mentiras, las cuales son intrinsece malum, y graves, al afectar a la fe y moral, por lo que han de ser desobedecidos y se les ha de considerar como anticristos, negadores de la verdad de Cristo.

  3. El pasado 5 de diciembre se cumplieron dos años del fallecimiento del legendario cantante francés, Johnny Hallyday, que murió a los 74 años debido a un cáncer. Considerado uno de los grandes músicos de la historia de su país siempre fue caracterizado como el “Elvis Presley francés” por ser pionero del rock galo, por la riqueza de su producción musical y por haber sido un fenómeno de masas durante más de medio siglo. Nunca ocultó sus convicciones cristianas y habló públicamente de una fe de la que en numerosas ocasiones no fue coherente con su vida. Sin embargo, este artista que vivió en un mundo secularizado como el de Francia fue a contracorriente definiéndose como cristiano, algo que muchos otros no quisieron o atrevieron a hacer.

  4. Pobrecita Iglesia,,, cómo, ¿un sacerdote va a apoyarte a que te quites la vida? No a impedir que te la quites. Ya tomaste la decisión y lo harás, entonces, ¿a qué tomarle la mano? ¿Para que el otro crea que a fin de cuentas hace bien y que Dios lo tomará de su otra mano para introducirlo al cielo?
    ¿Quién no ha visto escenas de personas arriesgando sus propias vidas para salvar al suicida? Y éste,,,,a,, pues a darle ánimo y decirle :
    ! Tú puedes, tú puedes.!
    Que Dios les pague todos sus esfuerzos en éste ??‍♂️

  5. Esto ya se hace intolerable ademas de orar propongo que los laicos hagamos una declaracion de fe como la de Muller y Atanacius
    Quizas no logremos nada pero en la historia de salvacion quedaremos como los que estuvimos junto a la iglesia en su pacion

  6. Cuanta manipulación de la realidad por parte de esta página y vosotros lo creéis todo. ¿En qué momento el cuidado de nuestra Casa Común se convirtió en el mayor de los pecados posibles para vosotros? Se puede ser católico, respetar la doctrina, seguir los mandamientosy y también, por supuesto cuidar nuestra Casa Común. Entiéndalo de una vez!

    1. Allan, da tu opinión sobre ésta cuestión :
      ¿Es correcto que un sacerdote haga acto de presencia en un suicidio,? ¿Que derramando caridad tome la mano del que decide quitarse la vida? ¿No te parece un contrasentido, un absurdo? Dios da la vida, no la quita, y tomar esa decisión, es rechazar la vida.
      Aunque, ni para qué preguntarte, tu nada te cuestionas, todo está bien y los demás (ahora nosotros )
      somos malos.

      1. El numeral 2283 del Catecismo de la Iglesia resalta que un suicida podría también salvarse.
        “No se debe desesperar de la salvación eterna de aquellas personas que se han dado muerte. Dios puede haberles facilitado por caminos que Él solo conoce la ocasión de un arrepentimiento salvador. La Iglesia ora por las personas que han atentado contra su vida”
        Es un acto de caridad por parte del sacerdote pues fue la ausencia de amor y caridad la que quuzás llevó al suicidio a esa persona.
        Pero de ninguna manera se apoya ni incentiva el suicidio asistido, de hecho el Papa Francisco es el más férreo opositor al mismo y siempre habla del peligro de «descartar» a los que ya no sirven o a los que estan enfermos o a los ancianos

        1. Allan, ni tu trabajo de buscar ése dato, todos sabemos que no hay que juzgar al pecador, sino al pecado. El suicidio es un rechazo total a Dios. Y es Él el que juzga.
          Te saliste por la tangente, te pregunté si es correcto que un sacerdote tome de la mano a un suicida mientras llega la muerte, no si éste ocupaba amor o era solo un egoísta.
          Pero es inútil, tú si que estás fanatizado, tu mente nunca cuestionará nada.

          1. Spes necesitas informarte mejor. En el momento previo a la inyección letal del suicidio asistido está prohibido que cualquier persona, a excepción del médico, acompañe al suicida en su agonía. Ni Monseñor Paglia ni nadie puede estar dandole la mano, como leíste por acá. Eso no pasó ni pasará nunca. Tal vez un día antes o 5 horas antes el sacerdote podría «acompañarlo» con el único objetivo de lograr que desista de tal decisión.
            El propio Paglia ha ficho que estar en los momentos exactos de la muerte del suicida sería como si la Iglesia avalara la cuestión, lo cual nunca sucederá. Que no te engañen!

        2. Allan, en aquella vieja Iglesia, había temor de suicidarse, eran pocos, ahora es difícil desaprovechar las gangas. Conozco unos padres de un muchacho suicida, pues 5 años después y parece que también a ellos los mató, otro que sus hijos al quedarse huérfanos andan en drogas en alcohol, Pero lo bueno es que ya hay gangas. El suicida da compasión, pero deja una estela de sufrimientos. Nunca había habido tantos suicidas como ahora. Hace mucho se suicidó un intelectual, y dejó una carta hermosa, y tanto, que impactó y le admiraron su acción. El ejemplo arrastra, y si aparte está la ganga de la «compasión» pues, asunto resuelto. Que sigan los suicidios.

  7. En cualquier momento de la historia aparecen personas que hacen que la Iglesia parezca otra cosa. Yo quiero recordar que el sacerdote monseñor Paglia, con el debido respeto que un sacerdote merece, no tiene ninguna vergüenza y es un señor que en el caso de existir autoridad en la Iglesia estaría hoy verdaderamente en la en la puñetera calle. Es el autor y responsable del «fresco», no ya homosexual, en su catedral ( y que hoy aún existe), sino que el aparece otra cosa peor que ni nombrar quiero. Espero que si algún sacerdote o persona de bien lee este comentario, preste un poco de atención y visualice el «fresco» en la catedral de la diócesis de Terni-Narni-Amelia. Sinvergüenza.

  8. El suicidio puede ser el acto final de una perturbación mental grave, o de una serie de problemas que para la persona son insuperables. La depresión, la bipolaridad, son trastornos mentales, no influencia de demonios inventados ¿Usted cree que un sujeto se mata porque es malvado y le gusta matarse? ¿Que analiza consigo mismo la situación y dice: oh, sí, voy a rechazar a Dios en este acto definitivo?

    1. Otro que habla de los suicidas. La cuestión no son ellos, se sabe que Dios sabe, El nos conoce, conoce las causas de tan lamentable decisión, es más, hubo un santo que sufrió la tentación del suicidio toda su vida, sufrió mucho por éso.
      El suicida es un ser que sufre mucho, NADIE ESTÁ JUZGÁNDOLOS. Se trata de ver si es correcto ir, acompañarlos, y apoyarlos con su presencia hasta llegado el momento. Es todo.

      1. Es seguro que hay que acompañar los pecadores en sus últimos momento de vida para que no vayan al infierno .
        Es segurísimo que NO SE PUEDE ABANDONARLES .

        1. Correcto, pero la nueva iglesita los acompaña al infi erno, en el que no cree, pero existe, de la manita, sin invitarles al arrepentimiento. Eso es demasiado católico. Hay que respetar su conciencia mortífera.

  9. ¿Y quién dice que los suicidas se van al infierno?
    Dios no nos manda allá, nosotros decimos si queremos ir allá. Y un suicida como dice Walrus, puede ser un enfermo, deprimido al máximo, o un loco, lo que sea, ! Qué conciencia van a tener! Nadie dice del infierno, solo lo dices tú.
    Lo malo es el auge de suicidios, la aprobación de leyes malvadas, el rechazo a Dios, que nos creó.

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