Sor Agnes, la vidente de Akita, recibe un supuesto nuevo mensaje de la Virgen

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En 1973, Sor Agnes Sasagawa recibió en su convento de Akita, en Japón, una aparición de la Virgen que fue aprobada en 1984 por el obispo de Niigata, su diócesis, John Shojiro Ito, que las proclamó de origen sobrenatural y autorizó en toda la diócesis la veneración de la Santa Madre de Akita. Y el pasado día 6 de octubre, el día de inauguración del Sínodo de la Amazonía, asegura la vidente, la Virgen volvió a hablarle.

“Conviene que diga esto a todos: cubríos la cabeza con ceniza y rezad el rosario penitente todos los días”, reza el breve mensaje que, según asegura la emisora católica norteamericana WQPH, habría recibido Sor Agnes, 46 años después del último transmitido en las apariciones de Nuestra Señora de Akita, que cuenta con el visto bueno provisional de la Iglesia y la declaración de sobrenaturalidad del obispo de su diócesis, Niigata. Y habría añadido dirigiéndose a la propia monja, de 88 años: “Y tú debes convertirte en una niña y ofrecer sacrificios todos los días”.

Además de la sanción del ordinario, en junio de 1988, el entonces cardenal Joseph Ratzinger, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, dio un juicio definitivo en favor de la aparición de Akita y sus mensajes, considerándolos auténticos y dignos de ser creídos, añadiendo que “el mensaje de Akita es el mensaje de Fátima».

La llamada a la penitencia y las advertencias de castigos inminentes a causa de la iniquidad de los hombres son motivos constantes en los mensajes transmitidos por las apariciones marianas aprobadas por la Iglesia, como Lourdes o Fátima. En este caso, y de comprobarse que se trata de un mensaje fidedigno, llama la atención por su brevedad, por la oportunidad del momento y por el lapso de casi medio siglo con respecto a los mensajes anteriores.

En las apariciones de 1973, la Virgen habría transmitido tres mensajes para la humanidad a la hermana Agnes Katsuko Sasagawa, de las Siervas de la Eucaristía, por medio de una imagen de «Nuestra Señora de Todos los Pueblos». Envuelta en una luz brillante, la imagen se volvió viva y le habló con una voz de una belleza indescriptible.

La Hermana Agnes nació en 1931, había estado paralítica desde los 19 años y se curó con el agua de Lourdes. Agnes (Inés) Katsuko Sagasawa se convirtió al catolicismo a los 25 años. Los hechos extraordinarios de Akita comenzaron en 1969: Mientras rezaba el Rosario, un ángel apareció ante la hermana Ignes Sasagawa, y le dijo que al final de cada misterio rezara: “Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados; líbranos del fuego del infierno; lleva a todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu Misericordia”. Ignoraba que la Virgen había enseñado esa misma oración a los pastorcillos videntes de Fátima en 1917. De hecho, los mensajes de Akita guardan una estrecha relación con lo profetizado en Fátima.