Abren al público la casa de Juan Pablo I

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(AICA)- Mañana, 2 de agosto, abrirá por primera vez al público la casa natal del papa Juan Pablo I, cardenal Albino Luciani, en Canale d´Agordo, en el norte de Italia. La ocasión será la presentación de un libro dedicado al pontífice que sólo vivió 33 días tras ser elegido, por el cardenal Beniamino Stella, quien lleva adelante la causa de canonización de Juan Pablo I.

El 2 de agosto abrirá por primera vez al público la casa natal del papa Juan Pablo I, cardenal Albino Luciani, en Canale d’Agordo, en el norte de Italia. 

La ocasión será la presentación del libro “Albino Luciani. Juan Pablo I. Biografía ex documentis”, de Stefania Falasca, Davide Fiocco y Mauro Velati. 

El libro dedicado al pontífice, que sólo vivió 33 días tras ser elegido, será presentado por el cardenal Beniamino Stella, quien lleva adelante la causa de canonización de Juan Pablo I. 

Seguidamente está programada la visita a la casa natal del pontífice y luego habrá una reflexión en memoria de Juan Pablo I, así como una mesa redonda moderada por Loris Serafini, director de la fundación papa Luciani. 

La casa donde Albino Luciani nació el 17 de octubre de 1912 y fue bautizado ese mismo día por la comadrona Maria Fiocco “por peligro inminente de muerte”, pasó recientemente, a fines de junio, a la diócesis de Vittorio Veneto. 

“Perteneciente a la familia Luciani y, por lo tanto, propiedad privada”, explicó el obispo de Vittorio Veneto, monseñor Corrado Pizziolo, al semanario diocesano “LʻAzione”, estaba cerrada a los peregrinos visitantes”. 

“La transferencia de propiedad fue posible gracias a un benefactor anónimo que puso a disposición los recursos necesarios para la compra de la casa y para su reestructuración”, explicó el obispo y agregó: “De esta forma, muchas personas que vienen a Canale d’Agordo podrán visitar el lugar de nacimiento del papa Luciani”. 

Las visitas guiadas a la casa natal de Juan Pablo I serán organizadas por la Fundación Giovanni Paolo I. 

El 9 de noviembre de 2017, el papa Francisco reconoció las virtudes heroicas del papa Juan Pablo I y de esta manera dio inicio al proceso de canonización del ahora venerable “Papa de la sonrisa”.

Publicado en AICA.

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Comentarios
8 comentarios en “Abren al público la casa de Juan Pablo I
  1. No hay misterio: murió de un infarto.
    Dios nos libre de una muerte repentina e imprevista. No dudo de que Albino Luciani estaba más que preparado, como a mediados de mayo de este año lo estaba el obispo de Astorga.

    1. Por respeto al hecho de esta «muerte por infarto» sin las petequias que deja tal muerte en el difunto, no hablo más.
      Le aconsejo la lectura de este libro del gran forense español, el profesor Frontela titulado Lo que cuentan los muertos.
      Es un libro que entiende cualquiera, sea profesional de la medicina o nó. Todo policía, guardia civil, médico forense, juez, fiscal o perito que deba deponer en un juzgado debería leerlo. Incluso quienes no son profesionales de nada pero quieren ampliar conocimientos.
      Le encantará leerlo. Una vez leído se dará cuenta de muchas cosas- que publicadas sobre este caso- «no encajan».
      No me corresponde a mí juzgar. Doctores tiene la Santa Madre Iglesia y la judicatura en área penal.

      1. Lola, estoy completamente de acuerdo con Ud, no fue una muerte por infarto normal, hubo circunstancias, creo que sí se hizo autopsia, pero NUNCa se dijo lo que habia en el informe forense, Juan Pablo II, fue quien dio carpetazo Hay dos libros muy buenos escritos por un sacerdopte aviles «Se pedira cuenta» y el otro no recuerdo el titulo pero si pone en el buscador Comunidad Ayala le saldra este y el otro
        Hay muchas cosas que no cuadran en esta muerte, tan poco creo que la de Pablo VI fuera una muerte natural, amabeció el dia 6 bien, a media tarde emopezó con fiebre y a las tres horas ya estaba muerto , no se, no se pero por una artristis ni por una artrosis se muere nadie, a no ser que se le metiera intencionadamente un virus

        1. No dude que intentaré bucear y leer tales libros.
          Desgraciadamente conozco muy bien los síntomas del infarto y sus petequias inconfundibles en los cadáveres. Leí un informe al respecto que también incidía en eso.
          En el libro El Obispo Williamson, queda documentado por los servicios de inteligencia noruegos que Pablo VI fue masón (que yo ni quito ni pongo rey)
          Cuando lea el libro de Mattei, El Concilio Vaticano II verá como está descrita su hoja de ruta (la de la judeo-masonería, claro)
          Sí creo que Montini oliera «el humo de Satanás» (bajo sus píes). Los masones grado 33 son satánicos todos según D. Ricardo de la Cierva. Y juran fidelidad al Demonio.
          A Montini no hacía falta cargarselo. Hizo un trabajo impagable (ya sabe Ud. a quienes).
          Hemos tenido papas buenos malos y regulares, negarlo es negar la evidencia histórica demostrada.
          Lo cual me reafirma todavía más en la Fé. Cuanto más dura es la situación, más fuertes debemos ser.

  2. Acabo de leer la reseña del libro, autora y circunstancias. en La Vanguardia.
    Así que leyendo entre líneas, con la información que poseo, decido que no compraré tal libro.
    Por higiene mental y rigor. Cuando alguien derrapa no es conveniente comprar su obra.
    Esta es mi opinión de tal «infarto fulminante» rueda de molino.
    Ahora estoy leyendo los diálogos de San Gregorio Magno y estoy disfrutando como un niño en una juguetería.

  3. La muerte de san Pablo VI se debió a una crisis cardíaca complicada con edema pulmonar. Era domingo, festividad de la Transfiguración del Señor, e iba a salir a la ventana de su estudio privado para rezar el «Ángelus» con los fieles reunidos en la plaza de san Pedro y pronunciar unas palabras, como han venido haciendo sus sucesores. Tenía redactado el texto, pero la esperada comparecencia no se produjo. Se conoció después de su muerte porque lo difundió la oficina de prensa de la Santa Sede.
    Unos días antes, Pablo VI había visitado la tumba del cardenal Pizzardo, que fue su mentor para entrar a trabajar en la Secretaría de Estado. Dicen que dijo: «Hemos visitado la tumba del cardenal Pizzardo. Que él, que nos introdujo en los aposentos vaticanos, nos introduzca en los aposentos eternos». Durante la última semana, un día se sintió muy cansado y dijo: «La muerte no puede andar lejos».

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