Raúl Berzosa vuelve a España tras pasar seis meses en Colombia

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El obispo emérito de Ciudad Rodrigo, Raúl Berzosa, dejo un mensaje, a través del medio El Catolicismo, a todos los bogotanos, después de compartir seis meses con todos los feligreses en la parroquia de Nuestra Señora de las Nieves, situada en la capital colombiana.

Después de ocho años como obispo de ciudad Rodrigo, el papa Francisco le permitió -a petición propia- tener un período de renovación espiritual. 

“En un primer momento me permitió ir a Francia donde tuve una experiencia contemplativa en un monasterio benedictino y después el Papa me dijo que era hora de tener también una experiencia pastoral y me envió a Bogotá” indicó monseñor Berzosa.

El obispo español llegó a la parroquia de Nuestra Señora de las Nieves en enero del presente año, para apoyar la labor pastoral del padre Yoani Cupitra “Aquí he encontrado un párroco excelente como el padre Yoani y un equipo de personas, voluntarios y colaboradores en diversos campos también muy buenos. Pero aparte de eso, lo más interesante ha sido la labor con la gente del día a día, de celebrar, escuchar, acompañar y confesar ha sido una maravilla, porque si algo caracteriza a los bogotanos es el gran corazón que tienen, las ganas de vivir y con que pasión gozan la vida”, dijo Berzosa en el mensaje.

Además, considera el Plan de Evangelización de la arquidiócesis colombiana uno de los mejores del mundo católico “Y no es por adular y dar jabón a nuestro queridísimo cardenal Rubén, pero el plan de pastoral de evangelización que tienen acá en Bogotá desde hace nueve años es uno de los mejores del mundo y desde luego pionero. Ha sido un gran acierto”.

Antes de volver a España a esperar el próximo destino que el Pontífice argentino decida para él, Berzosa quiso trasladar un saludo a todos los fieles de la arquidiócesis de Bogotá: “Yo quisiera regalar un saludo agradecido y recordarles lo que he venido repitiendo aquí en la parroquia: La cabeza siempre en la vida eterna porque estamos de paso, las manos una para recibir cada día el señor y otra para acariciar a los más pobres, indigentes y necesitados. Los pies siempre pisando tierra, pero no embarrados para hacer peregrinos y anunciadores. Los ojos uno para leer el evangelio de cada día y el otro Evangelii Gaudium, que es el mensaje que Papa quiere que leamos el evangelio de esa manera. Los oídos uno para  escuchar a nuestra gente de cerca y el otro a toda la catolicidad. La nariz bien destapada, bien limpia para olfatear dónde están los signos de los tiempos, allí donde Dios habla y a donde Dios se le quiere ocultar para que no hable y finalmente la lengua no para maldecir, no para criticar, no para ser profeta de calamidades, sino para bendecir, para agradecer, alabar y dar gracias a Dios”. 

Publicado por El Catolicismo.