El miedo ha llevado al cardenal Malcolm Ranjith a prohibir que se celebren misas dominicales y funerales en Sri Lanka, después de las masacres de Pascua.
El cardenal Malcolm Ranjith, arzobispo de Colombo, ha prohibido que se celebren misas y funerales en respuesta a los ataques que la pasada Pascua masacraron a más de 250 personas en iglesias y hoteles, atentados cuya autoría islámica ya se ha determinado.
“Este es un momento en las grandes destrucciones de la semana pasada ponen a prueba nuestro ánimo”, dijo Ranjith en la homilía de una misa retransmitida por la televisión nacional. “Es un momento en que pueden surgir preguntas en el corazón humano como “¿Dios nos quiere realmente? ¿Se apiada de nosotros?”.
A la misa asistieron el presidente Maithripala Sirisena y el primer ministro Ranil Wickremesinghe. Sirisena ha prohibido, así mismo, el uso público del velo islámico integral alegando razones de seguridad.
Ranjith, que llamó “animales” a los perpetradores del ataque y pidió para ellos las penas más duras, ha criticado acerbamente el trabajo de las autoridades, para quienes exigió la dimisión colectiva, alegando que si recibieron información sobre posibles ataques contra objetivos cristianos y se lo hubieran comunicado, él mismo hubiera cancelado todas las celebraciones litúrgicas de la Semana Santa.