Los consejos de Müller, Nicola Bux y Kiko Argüello (entre otros) para vivir mejor la Semana Santa

Los consejos de Müller, Nicola Bux y Kiko Argüello (entre otros) para vivir mejor la Semana Santa

¿Qué tienen en común el cardenal Müller, el sacerdote legionario Isidro Ramírez, Kiko Argüello, una madre de familia del Opus Dei o el embajador de Hungría ante la Santa Sede? ¿Y la misionera Eugenia Bonetti con el cardenal Leonardo Sandri, Pablo Colino, el jesuita John Dardis o el teólogo Nicola Bux? Las respuestas son dos, y son bien sencillas: Fe en Cristo Resucitado y la Ciudad Eterna.

¿Qué significa para usted la Semana Santa y cuál cree que es la mejor forma de vivirla? InfoVaticana en Roma hace estas preguntas a las personas recién nombradas que, a pesar de tener misiones diferentes, coinciden en que la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo es lo que da el sentido a nuestra Fe y a nuestra vida como hijos de Dios.

El Santo Padre concluye la tradicional Misa Crismal del Jueves Santo y a las puertas de la Basílica de San Pedro InfoVaticana habla con el cardenal Gerhard Ludwig Müller, el que  fue prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y presidente de la Pontificia Comisión «Ecclesia Dei»:

La Semana Santa es el centro de nuestra Fe. La Pasión y la Resurrección de Cristo es el fundamento de la salvación y de nuestra comunión con Dios. Nos invita a morir cada día y a resucitar espiritualmente cada día con Él. 

Recomiendo participar en la Liturgia para encontrarse con el Misterio de Cristo. También tener una formación teórica y una participación real y personal con el Misterio, que es Cristo presente. 

El Padre Isidro Ramírez, Legionario de Cristo, es formador de seminaristas diocesanos en el Colegio Internacional Maria Mater Eclesiae:

La gran clave de la Cuaresma y de la Semana Santa está en pensar que no nos preparamos para el viernes Santo, para la Cruz, sino que nos preparamos para la Resurrección. Tenemos que llevar cada uno nuestra cruz y las dificultades o problemas que podamos tener, aquellos defectos que busquemos mejorar, pero lo importante es que debemos saber que no termina ahí. La Cruz la lleva y la ilumina la Resurrección. Yo me preparo la Semana Santa para realmente resucitar con Cristo, que es lo central de nuestra Fe. Vana sería nuestra Fe si Jesucristo no hubiese resucitado.

Como sacerdote me toca vivir la Semana Santa de cara a los demás, a ser instrumento de Dios. Vivir atento a las necesidades de los demás, a estar más disponible para la confesión, vivir atento a celebrar mejor los misterios de los días santos. Por otro lado también busco que, a pesar de la actividad, no olvide renovarme en la Semana Santa, que al ver la Pasión de Cristo y lo que el sufrió por mí y lo que Él triunfa por mí, me sirva a mi también de estímulo para seguir corrigiendo imperfecciones, mejorando en mi vida y buscando ser un mejor instrumento suyo. Unirme a su pasión para llegar a la resurrección. Significa también un periodo de esperanza, de rectificación, de mejora. Los días de Semana Santa me tienen que llevar a vivir bien todo el año. 

No hay fórmula precisa para saber cómo vivirla. Cada quien tiene que hacer una reflexión personal, buscando con sinceridad en qué puedo mejorar, qué es lo que no ha estado bien en mi vida, y lo que ha estado bien seguir perfeccionándolo. Y de lo que no me ha salido tan bien, buscar el por qué, no desanimarme y salir adelante.

Kiko Argüello, fundador del Camino Neocatecumenal junto con la española Carmen Hernández y el sacerdote italiano Mario Pezzi, también habla con InfoVaticana sobre la importancia de la Semana Santa:

La semana Santa es vivir la Pasión y la Resurrección junto a Cristo. La mejor manera de vivirla es unirnos a Él, morir junto a Él y resucitar con Él.

Leticia Sánchez de León es una madre española del Opus Dei que vive en la Ciudad Eterna desde hace ya cinco años:

Para mí la Semana Santa (y la cuaresma) es una oportunidad que tengo de convertirme interiormente. Son días de recogimiento y silencio interior para acompañar bien a Jesús. La cuaresma como camino hacia los días santos nos ayuda mucho en este sentido; nos ayuda a ir vaciándonos de nosotros mismos para dejar cada vez más espacio a Dios. Ese tiempo de conversión interior hace que uno llegue preparado interiormente para meterse de lleno en las escenas de la pasión, muerte y resurrección de Jesús.

Para “poner pies” a esa preparación interior la Iglesia nos propone a los católicos algunas cosas que nos pueden ayudar a recoger el alma y los sentidos:  el no comer carne algunos días concretos, la oración, el ayuno, dar limosna y estar más cerca de las personas que sufren, son cosas que en mi opinión nos ayudan a vaciarnos de nosotros mismos y a estar más cerca de Dios y de los demás.

En mi caso, trabajando por las mañanas y ocupándome de mis dos hijas (de 2 años y 7 meses y medio) por las tardes, intento incorporar estas cosas a mi día a día desde que empieza la cuaresma.  El poco tiempo que tengo muchas veces para mí, lo intenso que es seguir el ritmo de mis hijas y tratar de tener paciencia siempre, es el modo que tengo de seguir los pasos de Jesús en esta Semana Santa.

InfoVaticana en Roma habla también con Eduard Habsburg, el embajador de Hungría ante la Santa Sede y la Orden Soberana y Militar de Malta:

La Semana Santa es el tiempo más importante del año, igual que la Santa Misa debe ser el momento más importante del día. Es el Misterio central de nuestra vida cristiana.

Aconsejo a todos a prepararse bien durante este tiempo, con una buena lectura espiritual y acercarse a Cristo para verdadermente entrar en este Misterio. Escuchar y esperar lo que Jesús quiere hablarnos a cada uno de nosotros en estos días. En el Triduo Pascual hay un encuentro muy profundo con Cristo.

La hermana Eugenia Bonetti, misionera de la Consolata y presidenta de la Asociación “Slaves no more”, lleva ayudando 50 años a las mujeres africanas que se ven obligadas a prostituirse en las calles. Este año, el Papa Francisco le ha encargado escribir las meditaciones del tradicional Vía Crucis que se celebra cada Viernes Santo en el coliseo de Roma:

La Semana Santa nos recuerda el sentido de ser cristiano. Nos recuerda que el calvario de Cristo debe ser una reconciliación para descubrir la grandeza de su amor, porque podemos recibir una gran fuerza para superar nuestras dificultades, es en Él donde podemos encontrar la fuerza.

Todos podemos vivir esta experiencia, sea una madre de familia, un religioso, un joven, un sacerdote… todos nos encontramos en el mismo camino porque la Cruz del Señor está frente a todos. En la dificultad de la vida Él está con nosotros. La Cruz no es el final, la muerte no es el final, creemos en una vida nueva. Por esto vivimos esta experiencia de año en año, para recordar este amor, para estar en contacto con nuestros hermanos que todavía llevan esa Cruz.

Leonardo Sandri es un cardenal argentino, Prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales y consejero de la Comisión Pontificia para América Latina:

Es una semana para acompañar a Jesús, que murió por nosotros para salvarnos del pecado. Estos días nos invitan a la conversión y a ser mejores discípulos del Señor y acompañarle todo este tiempo.

Aconsejo ser seguidores fieles de Cristo y vivir en plenitud el hecho de ser católicos y recibir cada días la gracias que se renuevan en la Cruz y acercarnos a la Iglesia para recibir los sacramentos y estar más cerca de Cristo.

Monseñor Pablo Colino es Canónico y Maestro de Capilla Emérito de la Basílica de San Pedro en el Vaticano. Llegó desde Pamplona a Roma hace ya 62 años:

La Semana Santa es lo mejor que hay para un cristiano que quiere vivir en amistad con Dios. Se reviven los momentos más altos y más importantes de nuestra redención. Estos acontecimientos musicalmente son muy bonitos porque las páginas que se cantan en la Pasión de Cristo son las más hermosas, como mi obra favorita, La Pasión según San Mateo, de Bach.

Para vivirla lo mejor posible hay que participar en los actos litúrgicos, sobre todo los del Jueves, Viernes, Sábado y Domingo Santo. El domingo de Ramos empiezan los actos muy hermosos y el Jueves Santo se recuerda la institución de la Eucaristía y el sacerdocio. También en Roma se puede vivir el Vía Crucis en el Coliseo el Viernes Santo. En España, por ejemplo, tenemos el Sermón de las Siete Palabras, el Sábado la Vigilia Pascual y el Domingo la Misa de Pascua.

El sacerdote jesuita John Dardis es uno de los cuatro consejeros del General de la Compañía de Jesús, el padre Arturo Sosa:

La Semana Santa es un espacio silencioso para dedicarlo al amor de Dios. Ocurre en la Última Cena y cuando lo veo en la Cruz muriendo por mí. Es la alegría profunda de la experiencia del amor de Dios. 

Para vivirla bien debemos acudir a las ceremonias y dejar que Dios trabaje y nos toque. No podemos dejar que pase esta semana sin ser tocados por Él, sin cambiar nuestro corazón y sin ayudar a todos aquellos que sufren.

Don Nicola Bux fue consultor de la Congregación para la Doctrina de la Fe, colaborador de Juan Pablo II y Benedicto XVI y autor de numerosos libros y artículos de carácter litúrgico y teológico:

Se llama Semana Santa porque es el tiempo del año que se distingue de otros tiempos. En estos días la mirada se centra sobre el acto de redención y salvación. Esta es una semana donde debemos poner aparte otros intereses y pretensiones, dejar todo en un segundo plano para concentrarnos en Jesucristo, que con su Cruz, Pasión y Resurrección ha dado sentido a la vida en este mundo. 

Debemos vivirla como lo quisieron los primeros cristianos. Se debe participar en a Liturgia, seguir el itinerario de la Pasión del Señor desde la Última Cena y acompañarle. Debemos poner toda nuestra mente y corazón hacia Cristo a través la Sagrada Liturgia.

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