Ernesto Cardenal celebra otra misa tras su rehabilitación

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Ernesto Cardenal, ya fuera del hospital, ha celebrado una segunda misa desde su ‘rehabilitación’ por parte del Vaticano. Esta vez la ha celebrado de una manera activa.

(La prensa)- Vestido de blanco, sobre su cabeza un cintillo color café en vez de su clásica boina negra y una estola, el poeta realizó una ceremonia sencilla, de comunidad. Fue asistido por un sacerdote y le acompañaron Luz Marina Acosta, Blanquita Ramos y Cuta Castillo.

En las últimas semanas el poeta había permanecido internado en el Hospital Vivian Pellas. Antes de ser dado de alta, el domingo 17 de febrero concelebró una misa con el nuncio apostólico Stanislaw Waldemar Sommertag.

También recibió del nuncio la carta donde el Papa Francisco le levantada el castigo el cual le prohibía oficiar misa y dar los sacramentos.

El autor del libro El evangelio de Solentiname fue suspendido legalmente “A divinis” por el Papa Juan Pablo II, en enero de 1985, por propalar la teología de la liberación y apoyar al gobierno sandinista. Entonces ocupaba el cargo de Ministro de Cultura.

“Ayer celebró misa con los amigos y fue algo espectacular”, reveló Acosta.

Acosta también recordó que durante la concelebración con el nuncio no estuvo activo, porque estuvo postrado en una cama del hospital, casi “moribundo”; pero ahora fue una misa celebrada por el poeta.

Además ha vuelto a leer y está en proceso para escribir otro poemario más.  En los dos últimos años, y en ocasión de sus cumpleaños 93 y 94, el bardo publicó, ‘Así en la tierra como en el cielo’, e ‘Hijos de las estrellas’, ambos con la editorial de Anama.

Con relación a la asombrosa recuperación del poeta, Acosta dijo que el poeta “está como que no ha pasado nada. Está muy bien, de correr y parar”, está más vivo que nunca.

Desde el año pasado hasta inicios de febrero el poeta había tenido cinco recaídas, dos de ellas había sido llevado a cuidados intensivos. A final del 2018 se ausentó de dos homenajes que le tributaron en México y Paraguay.

Artículo publicado en La prensa