El pasado 11 de enero, en la conclusión de un proceso penal, el Congreso de la Congregación para la Doctrina de la Fe emitió un decreto que consideraba a Theodore Edgar McCarrick, arzobispo emérito de Washington D.C., responsable de los siguientes delitos (en su etapa como clérigo): pecados contra el Sexto Mandamiento con menores y adultos, y con el factor agravante de abuso de poder. La pena impuesta por el Congreso fue la destitución del estado clerical.
El 13 de febrero la Sesión Ordinaria de la Congregación para la Doctrina de la Fe consideró el recurso presentado por McCarrick contra esta decisión. Tras examinar los argumentos esgrimidos en el recurso, la Sesión Ordinaria confirmó, ratificó, el decreto del Congreso. Una decisión que fue comunicada al propio McCarrick este viernes y cuya naturaleza definitiva ya ha sido reconocida por el Santo Padre. No habrá, pues, posibilidad de que el condenado presente otro recurso.