Nueva York se plantea también una investigación sobre encubrimiento de abusos clericales

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La oficina de la fiscal general del estado de Nueva York, Barbara Underwood, está ya preparando una investigación que lleve a un informe de gran jurado similar al de Pensilvania sobre encubrimiento eclesial de abusos sexuales, según ha podido saber Church Militant. Podría ser la segunda pieza de un dominó cuyo alcance es imprevisible.

Después de Pensilvania, el próximo estado de la Unión en investigar con un gran jurado la resposabilidad de la jerarquía católica en el encubrimiento de casos de abusos a menores por parte de clérigos podría ser Nueva York, según declaraciones de la fiscal general del Estado, Bárbara Underwood, a Church Militant.

En el estado de Nueva York hay ocho diócesis, entre ellas la de la ciudad de Nueva York, con 7,3 millones de católicos, y a juzgar por las investigaciones de Joseph Sciambra, especialista en la infiltración de homosexuales en la jerarquía católica, los hallazgos podrían ser mucho más incriminadores y vastos que en el estado vecino.

La bola ha empezado a rodar, y ya es imposible saber cuándo o dónde parará. Si se suma Nueva York, no hay razón para que no lo hagan otros estados, quizá los cincuenta, o incluso propiciar una investigación federal, que es lo que está sucediendo en Chile.

Pero en Estados Unidos hay una posibilidad muy real de que el fiscal general, Jeff Sessions, invoque la ley RICO (Ley de Chantaje Civil, Influencia y Organizaciones Corruptas) para iniciar su investigación. RICO fue aprobada en 1970 para luchar contra la mafia, y tiene como objetivo combatir el crimen organizado. Algo así supondría iniciar acciones contra la Iglesia como corporación cuyas consecuencias podrían llegar al propio Vaticano.

De iniciarse, es prácticamente seguro que el flujo de ingresos fiscales dirigidos a la Conferencia Episcopal de Estados Unidos se paralizaría, lo que no dejaría de tener un efecto económico inmediato en la Iglesia universal. Solo desde el punto de vista financiero, sería una debacle, y su efecto sería casi instantáneo.

El mensaje del Papa, recién conocido hoy, no va a detener esta marea. Las palabras, el ‘dolor’ y la ‘vergüenza’ -sin una sola referencia a la castidad o a la homosexualidad, diluyendo en un ‘todos’ genérico la responsabilidad y, sobre todo, sin el anuncio de una sola destitución- ya no bastan ni a los propios fieles. Palabras, palabras, palabras.

Palabras que se compatibilizan con una Comisión de Protección de la Infancia que se ha dejado inoperativa y ha sido incapaz de reaccionar a denuncias ciertas, contra Barros o McCarrick; con la permanencia en el consejo privado del Papa, el todopoderoso C9, de Maradiaga -que ha cargado contra los seminaristas que denuncian abusos homosexuales en el seminario mayor de Tegucigalpa- y Errázuriz, convocado por el propio ministerio fiscal de su país, Chile; con Monseñor Ricca a cargo de las finanzas del Vaticano y Coccopalmerio aún con su capelo cardenalicio; con Farrell presidiendo el dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida; con la no aceptación de la renunciar de Wuerl; con la invitación al jesuita homosexualista padre James Martin como participantes estrella en el Encuentro Mundial de las Familias…

Un ‘contagio legal’ de Estados Unidos, de aplicarse contra la jerarquía eclesiástica americana la ley RICO, podría llevar a otros países a iniciar investigaciones similares que podrían convertir a la Iglesia en un paria internacional e incluso poner en peligro la soberanía misma del Estado Vaticano.

 

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Comentarios
6 comentarios en “Nueva York se plantea también una investigación sobre encubrimiento de abusos clericales
  1. Por incleible que parezca, resulta que éstos horrores, al conocerse por fin de manera tan pública, salvarán la integridad de otras muchas personas, niños, antes de que fueran más víctimas de otros depredadores, tenía que suceder, ahora que tiemblen los que han sido tan malvados

  2. Nota para el cretino que escribe esto: el resultado final de lo que cuenta podría ser que se declare ilegal la confesión, que se obligue a la Iglesia a ordenar mujeres, que se le prohíba enseñar que los actor homosexuales son pecado, que se censuren las homilías, que sea el Estado quien nombre a los obispos … (he visto circular todas esas propuestas por políticos en diversos países). Así que abandone ese nada disimulado regocijo de ver que el actual Papa tiene problemas, porque el desenlace puede ser mucho, mucho peor de lo que se imagina. Por ejemplo, que se censure esta página por “homófoba”, con multas para quienes escriban en ella. Y empiece a actuar como un verdadero católico, mostrando un mínimo de respeto por el Vicario de Cristo.

  3. Resulta que los culpables ahora son los que advierten y no los criminales ni los que deben corregirlos.

    Y sí, es verdad, más un poco y nos quedaremos en la ilegalidad. Exactamente los que no quieren contemplaciones con el pecado. Ya es casi eso dentro de la Iglesia jerárquica. Solo nos están entrenando.

    Pero los flojos, tranquilo, se quedarán bien con el mundo.

  4. A veces es necesario que el mal salga a la luz para que pueda ser curado. Además, eso puede ser buen negocio para alguno que invente un inflador de dedos. Seguro que se llena de plata gracias a los «devotos» que quieren tapar el Sol.

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