Esta mañana se ha celebrado en el Vaticano el funeral por el eterno descanso del cardenal Tauran, fallecido el pasado 5 de julio tras una larga enfermedad. El Papa ha presidido al finalizar el funeral el rito de la última Commendatio et Valedictio.
(Vatican News)- Un «hermano» que ha servido «valientemente a la Santa Iglesia de Cristo», a pesar del «duro peso de su enfermedad». Así lo ha recordado el cardenal Angelo Sodano, decano del Colegio cardenalicio, que ha presidido las exequias del cardenal francés en el Altar de la Cátedra de San Pedro en el Vaticano. Al funeral han acudido cardenales, arzobispos, obispos e incluso el Papa. También estaba presente la hermana del cardenal, Geneviève Dubert.
«En el evangelio, Jesús nos ha recordado cuales son las verdaderas bienaventuranzas del cristiano. Es siempre conmovedor escuchar estas bienaventuranzas en nuestra Iglesia. Bienaventurados los pobres de espíritu. Bienaventurados los mansos. Bienaventurados los misericordiosos. Bienaventurados los limpios de corazón. Bienaventurados los que trabajan por la paz. Son bienaventuranzas que siempre iluminaron la vida de nuestro querido hermano difunto como estrellas luminosas en su camino», dijo el cardenal Sodano.
El decano del Colegio cardenalicio destacó «la gran figura» de sacerdote, obispo y cardenal que «dedicó su vida, como muchos, al servicio de la Santa Sede, de la Iglesia y últimamente la dedicó al diálogo con todos los hombres de buena voluntad». De tal modo «siguió la línea trazada por el Concilio Ecuménico Vaticano II» en el compromiso -según la Gaudium et Spes– de «ser hermanos y por ello llamados a una sola vocación humana y divina», trabajando juntos «sin violencia, sin engaños» en la construcción «del mundo en la verdadera paz».
Al terminar, el Papa Francisco ha presidido el rito de la última Commendatio et Valedictio.
El que fuera Camarlengo de la Iglesia Católica y Presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso murió el 5 de julio en Hartford, EEUU, después de una larga enfermedad. Había cumplido 75 años en abril. Se le enterrará en Roma, en la Iglesia de la que era titular, San Apolinar alle Terme Neroniane-Alessandrine.