El Cardenal Marx, «sorprendido» por el veto vaticano a la intercomunión

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El Cardenal Reinhard Marx, Arzobispo de Munich, presidente de la Conferencia Episcopal Alemana (CEA) y miembro del consejo privado del Papa, el C9, ha hecho público un comunicado en el que se confiesa «sorprendido» por el veto comunicado por el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el pronto cardenal Luis Ladaria, con el beneplácito del Papa, contra la instrucción aprobada por la CEA de permitir la comunión a cónyuges luteranos de fieles católicos.

Esta ha sido la declaración del Cardenal Marx:

«La carta del prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, fechada el 25 de mayo de 2018, ha llegado esta tarde, 4 de junio de 2018, al presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, el cardenal Reinhard Marx. En la conversación del 3 de mayo en Roma se dijo a los obispos participantes que ellos debían encontrar ‘ en lo posible un resultado unánime, en espíritu de comunión eclesial’. Por eso el presidente [de la Conferencia Episcopal Alemana] está sorprendido que haya llegado de Roma esta carta, antes de haber encontrado esa solución concordante. El presidente ve expresada en la carta la necesidad de posteriores conversaciones en el interior de la Conferencia Episcopal Alemana, todo en el Consejo permanente y en la Asamblea plenaria de otoño, pero también con los respectivos dicasterios romanos y con el mismo Santo Padre».

Hasta cierto punto, es comprensible la sorpresa de Su Eminencia. La Conferencia Episcopal Alemana aprobó la intercomunión -«caso por caso»- por abrumadora mayoría, e hizo falta una carta dirigida por siete obispos disidentes a Roma para que la Santa Sede interviniera, convocando a los obispos alemanes y a varios miembros de la Curia para llegar a un veredicto sobre el asunto.

Y después de escuchar a las partes, el Papa dio su parecer, que consistió en… nada. Es decir, pidió que fueran los propios obispos alemanes quienes se pusieran de acuerdo, a ser posible, por unanimidad.

Esto dejó satisfechos a los alemanes, empezando por Marx, inspirador de la innovación. Al fin, Su Santidad venía a decir que era cosa de la Iglesia alemana y, siendo imposible o, al menos, muy improbable la unanimidad, harían de su capa el proverbial sayo. Un obispo llegó a declarar abiertamente que la CEA interpretaba las palabras del Papa como un permiso oblicuo para sacar adelante la práctica.

Y ahora, como un rayo, cae del cielo -más exactamente, de Doctrina de la Fe- un veto en el que se especifica que una innovación de este tipo solo puede tomarla la Iglesia universal en su conjunto, y no una Iglesia nacional. Nos sorprende, porque tenemos la idea de que la verdad sobre el Sacramento de la Eucaristía no es cuestión de consensos, pero a Marx no parece haberle gustado.

Marx ha añadido en su nota que ahora discutirá la cuestión con el resto de obispos alemanes, «con los dicasterios y con el propio Papa».

Mal se presenta la cuestión para Francisco. Por un lado, Marx, un hombre hasta ahora de su absoluta confianza, tiene razones para sentirse defraudado, después de la decisión tomada anteriormente por el Papa. ¿Soportará Su Santidad un pulso en el interior de su propio consejo privado, oponiéndose, además, al ‘jefe’ de la Iglesia alemana, tan poderosa?

Por otra parte, no puede desautorizar al prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, nombrado por él mismo en sustitución de Gerhard Müller y al que el próximo 29 nombrará cardenal, que además ha actuado en todo momento refrendado por el Papa, como explica Sandro Magister en su artículo publicado ayer.

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Comentarios
6 comentarios en “El Cardenal Marx, «sorprendido» por el veto vaticano a la intercomunión
  1. Bueno, esto no es malo. Por lo menos se ha frenado la cuestión un poquito. La pregunta interesante es por qué Francisco ha cambiado de opinión. Es curioso.

  2. El representante de San Gallen no cambia de opinión, ya que no tiene ninguna, sino que miente todo el tiempo. Un manipulador perverso nato.

  3. Más que sorprendido se advierte que está defraudado y muy enojado, no se va a rendir, se reagrupará en su interna e intentará resolver «en casa y en familia» el tema. Es claro que no acepta el «detente». El Palacio del Santo Oficio hoy es inexpugnable y hay un Cardenal al frente. Le dijeron tres cosas terribles: eres un inmaduro, cumple el Canon 844 y una Iglesia particular no tiene facultades para temas que son universales. En un instante se le derrumbó lo que estaba tratando de conseguir en el G9: autoridad doctrinal para las conferencias episcopales. Kasper que es mucho más inteligente hace tiempo que se ha llamado a «quietud», hasta que los vientos cambien.
    Marx (el de verdad Groucho) decía: Él puede parecer un idiota y actuar como un idiota. Pero no se deje engañar. Es realmente un idiota. El secreto de la vida es la honestidad y el juego limpio, si puedes simular eso, lo has conseguido. Es mejor estar callado y parecer tonto, que hablar y despejar las dudas definitivamente.

  4. Propongo que al Cardenal Marx le jubilen de una vez, y deje de seguir creando división en la Iglesia. Setién II parece, el tío.

  5. Ése señor no se ve posando para la foto, por eso se ve muy bien. Se la tomaron en el momento preciso en que están pasando por su mente,montones de pensamientos, ¿Qué estará tramando?, ¿Qué nuevo zarpazo le querrá dar a la Iglesia?, ¿De qué forma le hará para conseguir sus objetivos?,. Que Dios cuide a su esposa, la Iglesia

  6. Normalmente somos los católicos los que nos venimos quedando perplejos desde el Concilio Vaticano II. Ya es hora de que les tocase el turno a aquellos enemigos de la fe infiltrados en la Iglesia. Sorprende, no obstante, la ortodoxia de Su Santidad en este asunto, pero bienvenida sea.

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