Ante la declaración de ETA, los obispos del País Vasco, Navarra y Bayona han difundido un comunicado en el que llaman a afrontar el reto de la reconstrucción moral y de la reconciliación.
Los obispos de Navarra, País Vasco y Bayona han emitido un comunicado ante la Declaración sobre el daño causado de la banda terrorista ETA, «después de 60 años de historia de muerte y de sufrimiento».
El comunicado cuenta con la firma de Francisco Pérez, arzobispo de Pamplona, Mario Iceta, obispo de Bilbao, José Ignacio Munilla, obispo de San Sebastián, Juan Carlos Elizalde, obispo de Vitoria, Juan Antonio Aznárez, obispo auxiliar de Pamplona y Marc Aillet, obispo de Bayona.
En su nota, los prelados señalan que a lo largo de estos años, muchos de los hombres y mujeres que conforman la Iglesia han dado lo mejor de sí mismos en la tarea de ser instrumentos de paz, justicia, consolación y reconciliación.
«Pero somos conscientes -continúa el mensaje- de que también se han dado entre nosotros complicidades, ambigüedades, omisiones por las que pedimos sinceramente perdón.»
Los obispos también hablan del «inmenso y prolongado sufrimiento infligido por la violencia» y el «daño espiritual y social incalculable» provocado por las «ideologías totalitarias e idolátricas que alimentaron el fenómeno terrorista».
Asimismo, los firmantes de esta nota manifiestan que «la deseada disolución de ETA ofrece nuevas posibilidades para la normalización».
«Pensamos en la oportunidad de atender las peticiones de los familiares de los presos inmersos en diversas necesidades humanitarias», añaden, al tiempo que subrayan la importancia de que «el retorno de los excarcelados a sus lugares de origen se realice de forma que las víctimas del terrorismo no se sientan humilladas».
A continuación, el comunicado de los obispos de Navarra, País Vasco y Bayona:
LOS OBISPOS DE NAVARRA, PAÍS VASCO Y BAYONA, ANTE LA DECLARACIÓN DE ETA
1.- La Iglesia católica presente en las diócesis de Pamplona-Tudela, Bilbao, Vitoria y San Sebastián y Bayona, valora lo que de positivo tiene la Declaración sobre el daño causado de la banda terrorista ETA, después de 60 años de historia de muerte y de sufrimiento. Deseamos de todo corazón que el saludo bíblico Paz a vosotros se enraíce en nuestra tierra para siempre.
2.- En esta circunstancia, reiteramos nuestra solidaridad de una forma especial con todas las víctimas de la violencia y con sus familiares, de un modo especial con aquellos cuyos atentados no han podido todavía ser esclarecidos y padecen el sufrimiento añadido de la impunidad. Su memoria y la oración por ellos debe estar siempre entre nosotros. No podemos por menos de recordar el mensaje de las bienaventuranzas predicado por Jesucristo, que hoy resuena como especialmente dirigido a todos ellos (Cfr. Mt 5).
3.- La Iglesia ha recibido de Jesucristo la vocación a ser instrumento de paz y de justicia, de consolación y de reconciliación. A lo largo de todos estos años, muchos de los hombres y mujeres que conforman la Iglesia han dado lo mejor de sí mismos en esta tarea, algunos de forma heroica. Pero somos conscientes de que también se han dado entre nosotros complicidades, ambigüedades, omisiones por las que pedimos sinceramente perdón. Como seguidores de Jesús de Nazaret, somos conscientes de que estamos llamados a vivir en una actitud permanente de conversión, sirviendo humildemente a la verdad y acogiendo a aquellas personas que desean emprender un camino nuevo.
4.- Además del inmenso y prolongado sufrimiento infligido por la violencia, nuestro pueblo ha padecido un daño espiritual y social incalculable, provocado por las ideologías totalitarias e idolátricas que alimentaron el fenómeno terrorista. En el momento presente, nuestra sociedad tiene que afrontar el reto de la reconstrucción moral y de la reconciliación. La Iglesia quiere contribuir a esta tarea consciente de que la reconstrucción moral está en íntima conexión con los valores evangélicos.
5.- La deseada disolución de ETA ofrece nuevas posibilidades para la normalización, que debieran de ser aprovechadas por todos. Pensamos en la oportunidad de atender las peticiones de los familiares de los presos inmersos en diversas necesidades humanitarias. También es importante que el retorno de los excarcelados a sus lugares de origen se realice de forma que las víctimas del terrorismo no se sientan humilladas.
6.- La clave de la paz y la reconciliación está en la sinceridad del corazón humano. Solamente desde la humildad puede construirse la paz en la justicia. La verdadera reconciliación solo es posible si existe un auténtico arrepentimiento y una sincera petición de perdón; además de una disposición real a reparar el mal causado en la medida de lo posible.
Que el Dios de la misericordia nos ilumine a todos para avanzar por el camino de la paz.
Mons. Francisco Pérez, arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela
Mons. Mario Iceta, obispo de Bilbao
Mons. José Ignacio Munilla, obispo de San Sebastián
Mons. Juan Carlos Elizalde, obispo de Vitoria
Mons. Juan Antonio Aznárez, obispo auxiliar de Pamplona
Mons. Marc Aillet, obispo de Bayona
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Está muy bien. Borrón y cuenta nueva y la Iglesia a ser Madre para todos.
Pues yo pido perdón por todos los partidos democráticos, centralistas y nacionalistas, que entre otros muchos crímenes han perpetrado el abominable crimen legalizado por ellos del aborto. Pido perdón por las familias que han destruido, por los niños y jóvenes que han escandalizado y corrompido. Pido perdón por haber sumido a la sociedad española en la droga, la delincuencia, el materialismo y la corrupción. Pido perdón por los blasfemos y por quienes las consienten. Pido perdón por los ataques a nuestra Historia y a la Unidad de la Patria, que nos legaron nuestros antepasados con tanta santidad, sacrificio, heroísmo, talento y abnegación. Pido perdón por los que derribaron con perjurio y con traición el Estado Católico. Por los políticos mentirosos y corruptos. Y por todos sus votantes, que son también cómplices del mal. Y por todos los que tenían el deber de enseñar, corregir, aconsejar y conducir, comenzando por los pastores de la Iglesia.
Hombre, unos obispos católicos en Euskal Herria. Ha costado cuarenta años, pero en fin.
El comunicado de los obispos vascos puede tener connotaciones penales. Se dice en él que hubo «complicidad» con el terrorismo nacionalista vasco. Eso es un delito. Si sus ilustrísimas saben que la Iglesia en sus diócesis cometió ese tipo de delitos tienen que denunciarlo en comisaría como cualquier ciudadano que tenga conocimiento de un acto criminal. Y si no es así, que las fuerzas de seguridad del Estado investiguen ese tipo de delitos que los obispos vascos dicen que se han cometido. Primero la justicia y cumplir con la ley, después el perdón y fruto de todo eso la paz.
Creo que la complicidad se consigue simplemente con callar, con apoyar planteamientos aparentemente neutrales, o con no estar en los los lugares y con las personas rechazadas por el terrorismo. Si hubiera complicidad delictiva, hace tiempo que se sabría.
El discurso de la Iglesia vasca ha sido lo suficientemente conservador de sus propios culpa, de forma que no fueran detenidos por el Estado por colaborar con ETA, ni que ETA pudiera atacarle, usando un discurso muy proximo al suyo, eso si, muy bien vestido de evangelio y teologia.
Donde dije culpa, quise poner»culos».
A ver. Cometieron un pecado terrible, mortal alentando a era, incluso en su nacimiento. Protegiendo a terroristas en las iglesias, despreciando a las víctimas… En la iglesia católica cuando se esta en pecado y este es un pecado pyblico, luego publico debe hacerse: 1. Exmen de conciencia (no lo han hecho) 2 dolor de los pecados ( no lo han hecho) 3 arrepentimiento (no lo han hecho) 4 petición de perdón ( no lo han hecho, en estas condiciones) 5 promesa de no volverlo hacer (no lo han hecho) 6 ( reparación del daño cometido (no lo han hecho) . pues bien, que se vayan a la mierda con sus disculpas no las aceptamos.
Si, hubo colaboración de la Iglesia vasca con ETA y no sólo complicidad por omisión: Recordar a Mikel Epalza, sacerdote y párroco de Sokoa al sur de Francia, santuario para los terroristas que huían de España, que dijo: «La gente de ETA son unas gentes, a veces, maravillosas» (El Mundo: «El Mundo TV investiga las relaciones de la Iglesia vasca con ETA» 16/11/2006). Jose Ramón Treviño, arcipreste de Irún, condenado por colaboración con banda armada, por esconder en su Iglesia a los etarras que cometiron un atentado en Santander, dónde murió un matrimonio y un químico de 28 años (El mapa del olvido 19/02/2012). Félix Salvador Placer Ugarte, sacerdote y teólogo que siempre mostró «sus simpatías hacia el entorno de ETA y su defensa de Batasuna y que ha sido durante años profesor del seminario de Vitoria y que dijo «El camino violento es un mal menor integrable en el proceso cristiano de liberación» (Libertad Digital «¿Quién es el cura que convocó la marcha proetarra de Bilbao/2011) etc..
Por cierto:¿Por qué no dicen nada los obispos de que ETA hable en el comunicado de Euskal Herría, territorio integrado por Álava, Vizcaya , Guipúzcoa , que conforman la autonomía del País Vasco, y Navarra (Nafarroa) en España, y Baja Navarra (Nafarroa Beherea), Labort (Lapurdi) y Sola (Zuberoa) en Francia (Wikipedia). La Razón en su artículo «Los obispos llaman a preservar el bien de la unidad de España» recoge las siguientes palabras de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal : «Propuestas políticas encaminadas a la desintegración UNILATERAL de la unidad cultural y política de esa antigua nación que es España, nos causan una gran inquietud». Pero veo en la Asamblea Plenaria, que el Presidente de la Comisión Episcopal de Seminarios y Universidades es Monseñor Joan Enric Vives, del que dice Wikipedia: «En varias ocasiones se ha mostrado abiertamente adscrito al nacionalismo catalán y partidario tanto de la independencia de Cataluña como del uso del catalán en la liturgia»
ETA asesinó a gente de todas las edades (24 niños: Libertad Digital «Niños asesinados por ETA») y estamentos sociales, salvo a sacerdotes. Pero dos tuvieron que llevar escolta y uno de ellos fue Jaime Larrinaga, que tuvo que irse por las amenazas a petición del obispo. El 15/10/2012 Enraizados publica una entrevista suya dónde dice: «Mi papel en la lucha contra ETA comenzó muy tarde. Allá en el año 1999. Fuí un cobarde más. Para entonces, ETA había hecho muchas barbaridades, había asesinado a mucha gente, TODOS INOCENTES. Queríamos ser la voz de la Iglesia en áquel tiempo, conocido también como los años de plomo. Presentamos un grupo muy reducido de sacerdotes, tres, y una religiosa consagrada, con el apoyo de unos pocos seglares, un manifiesto a nombre del Foro El Salvador en el que denunciábamos la gran hegemonía que tenía el nacionalismo vasco en la Iglesia de las 3 diócesis vascas, condenábamos los asesinatos de ETA y le pedíamos que dejase de matar». Ellos son los héroes.
Piden perdón pero a la vez piden que se trate bien a los presos y que se les acerque a su tierra. No señor. Tiene que haber vencedores y vencidos y los presos etarras que se pudran en las cárceles fuera de las Vascongadas y además no hay perdón que valga si no ayudan a esclarecer los casi 400 crímenes que quedan por resolver
Es triste pensar que a estas personas se las pueda perdonar, la iglesia como tal no puede consentir que estos personajes tengan el mismo derecho que las víctimas de ese terrorismo que ellos consintieron, y es un despropósito, que encima lo cuenten como si fuera una lindeza, cada día que pasa la iglesia católica deja más que desear, como cristiano no lo puedo consentir.
GARGOLA
Buen Nick, puesto que parece que tienes dentro de la cabeza aire o agua.
MIENTRAS LOS OBISPOS VASCOS NO CONDENEN LAS COMPLICIDADES ACTUALES Y LA IMPLICACIÓN DEL CLERO CATALAN CON EL INDEPENDENTISMO ILEGAL SU DOCUMENTOS ES PAPEL MOJADO, LAGRIMAS DE COCODRILO.
¿O es que sus eminencias con todo lo que han estudiado no se dan cuenta de que es el mismo fenómeno? ¿Por qué pedir perdón en nombre de la Iglesia por algo de hace diez años, cuando no piden perdón por algo que hacen ahora? ¿Es que no se dan cuenta de que pierden autoridad y credibilidad, no ya entre la población sino entre los católicos?
¿Es que no tiene MUNILLA o ICETA alguien mínimamente sensato que les susurre al oído?
¿Esto es todo lo que dan de si estos obispos?
Munilla, en su insoportable levedad, se desliza inexorablemente hacia la nada, como esos teólogos bizantinos que discutían sesudamente el sexo de los angeles cuando las bombas turcas abrían las brechas en las murallas de Constantinopla.
EL PROBLEMA DE LA IGLESIA no es el de los obispos corruptos como el Trolas de la Pampa y sus mamporreros, sino los cobardes e inanes que se dejan hacer.
Creo que es peor un obispo alelado, que vive en la inopia, que no se entera de nada o que no se quiere enterar, que un obispo malo a conciencia. Al menos el malo no engaña a quien no se quiere dejar engañar.
Que desperdicio de obispos Vascos. De estos barros estos lodos como GARGOLA. Una iglesia no de ovejas, sino de borregos y de memos. ¿Se pensara MUNILLA que los católicos que le sufren son todos tan tontos como para tomarle en serio?
Los obispos vascos son los que han alimentado a Eta desde sus inicios. Los primeros etarras eran seminaristas y Eta nació en las sacristías. Gracias a ellos he dejado de creer en la Iglesia, que no es sino una organización gestionada por hombres. Sólo creo en Dios y la Biblia, no en lo que me digan hombres con sotana. Que os perdone Dios todo el daño que habéis hecho, que es indecible. Yo no podría.
Así que después de 60 años, sólo ahora reconocen los Obispos que hubo quien en la Iglesia no estuvo a la altura de lo que los valores católicos conllevan…. y además de decirlo ahora en lugar de haber actuado cuando debieron por miedo a perder «clientes», encima ponen especial énfasis en que se acerque a los delincuentes presos y se le de un trato especial. Y ello, después de que sólo hayan perdido perdón a las víctimas por error o accidente… que cinismo! Se acabo mi contribución en IRPF a la Iglesia Católica. Adiós. Y además voy a hacer campaña.con todos mis contactos.