¿El Papa contra los estipendios?

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El Papa ha repetido muchas veces que «la Misa es gratis», que «no se paga»… Esperemos que por el bien de la Iglesia, los sacerdotes y los fieles, Francisco actúe por fin en este campo y aleje la sombra de Simón el Mago definitivamente de la Iglesia.

En las últimas semanas, durante las audiencias de los miércoles, el Papa está tratando como tema principal la Eucaristía. En cada catequesis va desgranando, una a una, las partes de la Misa. En la audiencia de esta mañana, que pueden leer completa en esta web, tocó el turno de la Plegaria Eucarística, y en ella el Papa quiso referirse a los estipendios, las conocidas tasas establecidas por las autoridades eclesiásticas, que los fieles han de pagar si desean que el sacerdote ofrezca la Misa por la intención que ellos quieran.

Decía esta mañana Francisco ‘ninguno y nada son olvidados en la Plegaria eucarística, sino que todo se reconduce a Dios, como lo recuerda la doxología que la concluye. Ninguno es olvidado’ y añadía que si tienes alguna persona, pariente o amigo ‘que están necesitados o que han pasado de este mundo al otro’ se pueden nombrar en ese momento ‘interna y silenciosamente, o escribir para que se pronuncie su nombre’. Entonces, en ese preciso momento, ha dejado en el aire la pregunta: ‘¿cuánto tengo que pagar para que digan ese nombre allí?’ a la cual ha contestado él mismo categóricamente ‘Nada». ¿Lo habéis entendido? ¡Nada! La misa no se paga. La misa es el sacrificio de Cristo, que es gratuito. La redención es gratuita. Si quieres hacer una oferta, hazla, pero no se paga. Es importante entender esto.’. 

En el Código de Derecho Canónico, en su libro IV, parte 1, encontramos un capítulo llamado ‘Del estipendio ofrecido para la celebración de la misa’. En él, se dice que ‘todo sacerdote que celebra o concelebra la Misa puede recibir una ofrenda, para que la aplique por una determinada intención.’, se recomienda el que se celebre esa Misa ‘aunque no reciban ninguna ofrenda’ y se pide evitar ‘hasta la más pequeña apariencia de negociación o comercio.’

Estamos de acuerdo con Su Santidad, totalmente, pero viendo la contundencia y claridad con la que declara que ‘la Misa no se paga’, nos preguntamos por qué no suprime directamente este capítulo del Código. Lo de que ‘la Misa no se paga’ no lo está diciendo un guardia suizo ni la cocinera de Santa Marta, lo está diciendo el Papa de la Iglesia Católica. Está en una posición privilegiada para acabar con esta lacra.

No es una cosa nueva que haya descubierto hace poco y que no haya tenido tiempo todavía de cambiar. Hace cuatro años, en una homilía en Santa Marta dijo: ‘Cuántas veces vemos que entrando en una iglesia, todavía hoy, está la lista de precios, por recibir el bautismo, la bendición, las intenciones de la Misa, lo que hace que se escandalice el pueblo.’

No quedó ahí sino que comparó este asunto con la escena de los mercaderes del Templo: “no se puede servir a dos señores: o le das culto al Dios viviente o le das culto al dinero, a las riquezas”, dijo el Papa, y a continuación dio las claves para entender por qué Jesús actúa de esta manera: “Pero, ¿por qué Jesús la ha tomado contra el dinero, contra las riquezas? Porque la redención es gratis, la gratuidad de Dios es la que Él viene a traernos, la gratuidad total del amor de Dios. Y cuando la Iglesia se convierte en negocio, se dice que… la salvación no es tan gratuita… Por esto Jesús coge el látigo en la mano para hacer este rito de purificación en el Templo”.

Esa lista de precios de la que habla el Santo Padre, la emite cada diócesis y las van actualizando con los años. Y sí, es una verdadera lista. Leyendo los decretos emitidos por las diócesis se ven listas en las que están establecidas las tasas escrupulosamente ordenadas para diversos asuntos.

Así vemos por ejemplo que en la diócesis de Málaga el Bautismo está cotizado en 40 euros, un Matrimonio en 150 o un funeral de primer aniversario en 30 euros. En la de Santander una Misa está en 10 euros, el Matrimonio son 80 y el funeral 50. En Madrid la Misa cuesta 8 euros, y las Misas gregorianas -celebradas 30 días- cuestan 300. Una Misa en Granada cuesta 10 euros. Por no hablar de tasas por expedientes, aranceles y gestiones que están reflejados en estas listas con sus precios.

Decreto de la diócesis de Santander sobre el estipendio que debe ofrecerse por la celebración y aplicación de la Misa y las ofrendas con ocasión de la administración de los Sacramentos.
Decreto sobre el estipendio de la misa y las ofrendas de los fieles con ocasión de la celebración de sacramentos de la Provincia Eclesiástica de Granada.
Decreto sobre el estipendio de la misa y las ofrendas de los fieles con ocasión de la celebración de sacramentos de la Provincia Eclesiástica de Granada.

¿Se refiere a esto el Papa Francisco? La percepción del estipendio varía entre laicos y sacerdotes: algunos lo justifican, otros no lo entienden… Lo que parece claro es que no se evita, precisamente, ‘hasta la más pequeña apariencia de negociación o comercio’, como manda el código, más bien todo lo contrario: se parece bastante a las tasas y tarifas de las administraciones públicas.

Esperemos que por el bien de la Iglesia, los sacerdotes y los fieles, Francisco actúe por fin en este campo y aleje la sombra de Simón el Mago definitivamente de la Iglesia.