‘Misioneros hasta el fin’: Beatificación de 109 mártires claretianos en la Sagrada Familia

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Este sábado 21 de octubre la basílica de la Sagrada Familia de Barcelona acoge la ceremonia de beatificación de 109 mártires claretianos asesinados por odio a la fe durante la guerra civil en España.

La ceremonia estará presidida por el cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos. Lo acompañarán el arzobispo de Barcelona, cardenal Juan José Omella y el nuncio de Su Santidad, monseñor Enzo Frattini.

El lema escogido para la beatificación es Misioneros hasta el fin. Se trata de la causa mayor de beatificación en una sola congregación en toda la historia.

El proceso de beatificación comenzó hace casi 70 años, en 1948. Los 109 mártires asesinados durante el inicio de la Guerra Civil provenían de las comunidades claretianas de Barcelona, Castro Urdiales, Cervera-Mas Claret, Sabadell, Vic-Sallent, Lleida y Valencia.

Los 49 sacerdotes, 31 hermanos y 29 estudiantes que serán beatificados compartían la común profesión religiosa y un gran amor a Jesucristo y a la Iglesia. Salvo dos, que murieron en 1937, todos fueron martirizados en los últimos meses del año 1936, durante la persecución religiosa que tuvo lugar en la guerra civil española.

Entre los testimonios que reflejan cómo afrontaron la muerte estos mártires, recogidos en la web de los Misioneros claretianos, se encuentra el del P. Julio Leache, navarro de 27 años, asesinado en Lleida:

Si nos quieren matar, quisiera que fuese solo por Dios, o sea, que me maten celebrando, administrando los Sacramentos o rezando. Pero no por otros motivos humanos o políticos… Si nos matan por fascistas, poca gracia y poco mérito tiene, ya que hay fascistas de todo color. Pero si nos matan por decir Misa y por ser católicos, esto es meritorio ante Dios, esto es ser mártires”.

Del P. Jaume Payàs, martirizado en Sallent, Barcelona, queda este testimonio: “Perdono a todos los que me quieren mal, y les doy un abrazo de amistad; no guardo rencor a nadie, ni a los que me han tirado en casa como a un perro; también a Ti te lo hicieron”.

El P. Emili Bover, asesinado en el cementerio de Cervera el 20 de agosto, exclamó antes de morir: “Os perdono de corazón por amor de Dios”.