James Martin arremete contra un obispo que niega la comunión y funerales católicos a homosexuales que no viven en castidad

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El obispo Thomas Paprocki aclaró que su posición de negar a las personas de «matrimonios del mismo sexo» los funerales católicos «es una cita textual del canon 1184 del Código de Derecho Canónico». Por lo que el padre Martin no le contradice a él, sino al propio Código de Derecho Canónico.

El jesuita conocido por defender a las personas LGTB, James Martin, junto con este colectivo, ha emprendido una campaña de acoso contra el obispo Thomas Paprocki, de Illinois, Estados Unidos. Esta persecución se debe a que el prelado se niega a celebrar funerales católicos y a dar de comulgar a personas de «matrimonios del mismo sexo» que no viven en castidad y no están «arrepentidas».

Tal y como recoge LifeSite News, el prelado defendió durante una entrevista en el Catholic World Report que «Santo Tomás Moro dijo: ‘No me importa lo que digan los hombres de mí, siempre que Dios me apruebe'».

Ni la comunión, ni funerales católicos para los que no estén arrepentidos

El pasado 12 de junio, este obispo estadounidense publicó un decreto sobre el «matrimonio» entre personas del mismo sexo, en el que explicó que el matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer y defendió que el clero «no puede participar de ninguna manera en un ‘matrimonio homosexual’, y que los centros católicos no pueden ser utilizados para tales eventos».

«Las personas en relaciones del mismo sexo no deberían presentarse o ser admitidos a la comunión y, en situaciones de muerte, solo pueden recibirla en forma de Viaticum, siempre y cuando expresen su arrepentimiento por su estilo de vida», sentenció Paprocki.

Asimismo, explicó que estas personas no podrán tener un funeral católico a menos que muestren algunos signos de arrepentimiento antes de su muerte. «No pueden ser padrinos de Bautismo o Confirmación, ni deben servir en el ministerio público litúrgico, siendo lectores en la Misa o ministros extraordinarios de la Sagrada Comunión», escribió.

«A menos que hayan dado signos de arrepentimiento antes de su muerte, las personas fallecidas que habían vivido abiertamente en un “matrimonio” entre personas del mismo sexo dando escándalo público a los fieles deben ser privadas de los ritos funerarios eclesiásticos», continúa la carta. «En el caso de que surja alguna duda, hay que consultar al Ordinario del lugar y atenerse a sus disposiciones (Canon 1184)», aseguró Paprocki .

«La Iglesia no solo tiene la autoridad, sino la seria obligación de reafirmar su enseñanza auténtica sobre el matrimonio y de preservar y fomentar el valor sagrado del estado matrimonial», concluyó.

James Martin, contra el Código de Derecho Canónico

Dentro de la misma Iglesia, el obispo ha sido el blanco de algunas críticas. El jesuita James Martin ha liderado esta campaña contra Thomas Paprocki, asegurando que el obispo realiza «una discriminación injusta».

Ante estas acusaciones, Paprocki aseguró que «el padre Martin está sumamente equivocado en esas observaciones. Todos somos pecadores, pero no todos estamos viviendo de manera impenitente en un estilo de vida inmoral. Puesto que todos somos pecadores, todos estamos llamados a la conversión y al arrepentimiento».

Asimismo, el obispo aclaró que su posición de negar a las personas en «matrimonios del mismo sexo» los funerales católicos «es una cita textual del canon 1184 del Código de Derecho Canónico, por lo que el padre Martin no le contradice a él, sino al propio Código de Derecho Canónico».

«Se puede decir que todos aquellos que tienen relaciones sexuales fuera del matrimonio válido, sean heterosexuales o homosexuales, no deben recibir la Sagrada Comunión a menos que se arrepientan, confiesen y enmiendan sus vidas», dijo Paprocki.

El acoso LGTB

Según ha informado LifeSite News, el obispo ha recibido mensajes y llamadas telefónicas «obscenas, mensajes de correo electrónico y cartas utilizando lenguaje blasfemo». Sin embargo, cabe destacar que también ha recibido numerosos mensajes de apoyo.

Por su parte, el director ejecutivo de los grupos LGTB «New Ways Ministry» ha defendido que las declaraciones del obispo «alejan a la gente de la Iglesia». A lo que Thomas ha contestado: «El verdadero problema no es cuánta gente vendrá a la iglesia, sino cómo llegar a vivir en gracia de Dios y cómo llegar a ser un santo».

«La Iglesia es un medio en el camino hacia la santidad. Jesús nos enseña cómo ser santos, pero no todos aceptan su enseñanza. Muchas personas parecen haber perdido de vista la importancia de la llamada al arrepentimiento y a la conversión, parecen pensar que el decreto es una condena general de las personas que son gays y lesbianas. Pero no es así», señaló.

«Mi decreto no se centra en las personas con atracción homosexual, sino en las que viven en lo que llaman “matrimonio homosexual”, que es un estatus legal público. A nadie se le niega nunca los sacramentos o un funeral cristiano simplemente por tener una orientación homosexual. Alguien en un ‘matrimonio del mismo sexo’ podría recibir los sacramentos y recibir un rito fúnebre eclesiástico si se arrepiente y renuncia al “matrimonio”», concluyó.

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