https://infovaticana.com/?post_type=product&p=3156615
Durante la presentación, Alberto Bárcena, profesor del CEU y uno de los mayores expertos en masonería, desgranó las evidencias que hacen de la masonería mucho más que una simple «sociedad filantrópica», y por supuesto, mucho menos que algo «honorable», como ha aprobado, por unanimidad, el parlamento balear.
Bárcena explicó por ejemplo cómo los masones que ingresan en el grado 29 del rito escocés pisan un crucifijo y se consagran a Baphomet, una representación demoniaca de Lucifer.
A continuación, tomó la palabra D. Manuel Guerra, que agradeció la asistencia a los presentes y a Bárcena sus palabras, y se ofreció a responder algunas preguntas.
Preguntado sobre cómo combatir la masonería, D. Manuel lo tiene claro: Ser santos y apóstoles de Jesucristo, en primer lugar. Y decir la Verdad siempre, también sobre la masonería. Hablar de ello, formarse, explicar estas cosas.
Le preguntan por la relación entre el Club Bilderberg y la masonería, y explica que hay tres círculos concéntricos en Bilderberg. En el nuclear, explica Guerra, en el que está Juan Luis Cebrián, por ejemplo, son todos miembros de la masonería. En el segundo círculo, el consejo asesor, hay masones y hay no masones. El tercer círculo es del que forman parte todos los años invitados de toda clase, y pueden ser masones o no serlo. Para saber más recomendó leer el libro de Daniel Estulin.
Preguntado sobre si el secesionismo y la ruptura de España son maniobras masónicas, responde que no, aunque aporta algún dato interesante, como las diferentes reuniones que el presidente de la Generalitat ha tenido con James Costos, embajador del expresidente Obama, masón.
Le preguntan sobre los rotarios, y su relación con la masonería, y responde: «Puedo decir que el fundador fue masón pero, actualmente, en España e Italia, la mayoría son católicos, y muchos practicantes».
Sobre el número de masones, D. Manuel explica que ellos también han sufrido las consecuencias de la crisis del compromiso, que ha afectado a las vocaciones religiosas, y comenta cómo la afiliación a la masonería se ha resentido en las últimas décadas.
Termina D. Manuel con un triple mensaje de esperanza. En primer lugar, este no es el peor siglo para la Iglesia Católica, considera Guerra, sino que fue el Siglo II, en el que la Iglesia acababa de nacer, y se enfrentó a una doble amenaza, la primera la persecución, que incluía la confiscación de bienes de los cristianos para dárselos a los delatores, y la segunda, la gnosis, la gran herejía que siempre vuelve.
En segundo lugar, como motivo de esperanza, D. Manuel hablaba del surgimiento de nuevos movimientos eclesiales (Opus Dei, Camino Neocatecumenal, CyL, etc…), que dan vitalidad a la Iglesia, así como el incremento en las catequesis parroquiales y la creciente reacción del laicado, consciente cada vez más de su responsabilidad.
Para terminar, como Gran Esperanza, una frase de Benedicto XVI:
«También hoy, la barca de la Iglesia, con el viento contrario de la historia, navega por el océano agitado del tiempo. Se tiene con frecuencia la impresión de que está para hundirse. Pero el Señor está presente y viene en el momento oportuno. «Voy y vuelvo a vuestro lado»: ésta es la confianza de los cristianos, la razón de nuestro júbilo».
https://infovaticana.com/?post_type=product&p=3156615