Una nueva burla a los sentimientos religiosos de los católicos: el feminismo radical pasea en procesión por las calles madrileñas una versión del que ya es desgraciadamente conocido como «coño insumiso».
Desgraciadamente, no es la primera vez que vemos este escenario. Un grupo de feministas ha tomado la calle portando una imagen de una «vagina» como si de una Virgen se tratara.
Aún no ha empezado la manifestación en Madrid por el #DiaInternacionalDeLaMujer y la zona d Cibeles está llena https://t.co/xlx6LaTKWk pic.twitter.com/DP8raiZvta
— María Sahuquillo (@mrsahuquillo) 8 de marzo de 2017
Simulando una procesión, las feministas han acudido a la plaza de Cibeles para protagonizar, de nuevo, un nauseabundo acto blasfemo que atenta incluso contra el buen gusto. Eso sí, con el rostro tapado, demostrando su cobardía y su intento de eludir la responsabilidad que conlleva insultar los sentimientos religiosos de la forma más soez.
Amparadas por la pasividad de la justicia española y un supuesto derecho a la libertad de expresión, estas mujeres -que carecen de imaginación, que no de voluntad, para la ofensa- nos agotan una y otra vez con la misma vulgaridad de siempre.
No me puedo creer que hayan sacado en procesión al santo coño el día de la mujer … nada seguid reduciendo la mujer a un coño
— T2 (@UnHolyForeskin) 8 de marzo de 2017
El feminismo radical ha vuelto a pasear por las calles, esta vez por las madrileñas, una nueva versión del que ya es desgraciadamente conocido como «coño insumiso», el mismo que hace apenas un año fue defendido por un juzgado de Sevilla.
Estas «feministas», que no defienden otra cosa que los incoherentes postulados de la ideología de género, el asesinato de los no nacidos y una distorsionada imagen de la mujer actual, han aprovechado el 8 de marzo para volver a blasfemar y atacar a los católicos.
Ya en Cibeles #8marzo #nosotrasparamos pic.twitter.com/LfKLUP56a1
— Sara Solomando (@SaraSolomando) 8 de marzo de 2017
Este suceso se produce apenas una semana después de que el Carnaval de Las Palmas haya premiado una actuación en la que el Drag Queen se burlaba de Cristo crucificado y de la Virgen María. ¿Volverá la justicia a proteger la blasfemia y la ofensa a los sentimientos religiosos de los católicos? La cristianofobia aumenta a pasos agigantados y la silenciosa persecución a los católicos en España se manifiesta en actos tan lamentables como este.