Kasper cree que es posible la ‘comunión común’ en ciertos casos

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El cardenal alemán Walter Kasper ha hablado sobre el camino ecuménico emprendido por católicos y protestantes en una entrevista emitida en la cadena italiana Rai 2 el pasado mes de enero recogida por el vaticanista Sandro Magister. 

«Hemos empezado este camino ecuménico y ya hemos dado muchos pasos hacia adelante», aseguraba en esta entrevista el cardenal Kasper, al tiempo que subrayaba la esperanza cierta de alcanzar un día la «plena comunión».

Preguntado por la posibilidad de una comunión que también incluya la mesa eucarística, el cardenal Kasper cree que en ciertos casos la comunión común es posible «si comparten la misma fe eucarística y están dispuestos interiormente, pueden decidir en conciencia recibir la comunión».

El prelado alemán añadía que cree que esa es también la posición del actual Papa y que «delante del altar una pareja, una familia, no se puede dividir».

En una entrevista al diario italiano Avvenire publicada el pasado mes de diciembre, Kasper analizó la visita del Papa Francisco a Suecia con ocasión de la conmemoración de los 500 años de la Reforma y la situación de las relaciones entre la Iglesia católica y los luteranos.

El presidente emérito del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos aseguró que Lund confirmó el proceso ecuménico y los resultados de los diálogos anteriores y proporcionó un nuevo impulso.

Preguntado por un posible texto conjunto de luteranos y católicos sobre la Iglesia, la Eucaristía y el ministerio, el cardenal Kasper manifestó la siguiente declaración podría abrir el camino a la comunión compartida en situaciones particulares, especialmente respecto a los matrimonios y familias mixtas, “que en países como Alemania y Reino Unido constituye un problema pastoral urgente”.

Según señala el Catecismo de la Iglesia católica, en numerosos países la situación del matrimonio mixto entre un católico y un bautizado no católico se presenta con bastante frecuencia y exige una atención particular de los cónyuges y de los pastores.

En la Declaración Conjunta firmada por el Papa Francisco y el presidente de la Federación Luterana Mundial el pasado 31 de octubre en Lund se señala:

“Muchos miembros de nuestras comunidades anhelan recibir la Eucaristía en una mesa, como expresión concreta de la unidad plena. Sentimos el dolor de los que comparten su vida entera, pero no pueden compartir la presencia redentora de Dios en la mesa de la Eucaristía. Reconocemos nuestra conjunta responsabilidad pastoral para responder al hambre y sed espiritual de nuestro pueblo con el fin de ser uno en Cristo. Anhelamos que sea sanada esta herida en el Cuerpo de Cristo”. 

En un artículo sobre la intercomunión entre católicos y protestantes, Sandro Magister recoge la respuesta que el Papa Francisco dio el 15 de noviembre de 2015 en su visita a la Christuskirche, la iglesia de los luteranos de Roma, a una protestante que le preguntaba si podía acercarse a la comunión junto a su marido católico:

“Gracias, señora. La pregunta sobre el hecho de compartir la Cena del Señor para mí no es fácil responderla, sobre todo ante a un teólogo como el cardenal Kasper. ¡Me da miedo! Pienso que el Señor cuando nos dio este mandato nos dijo: ‘Haced esto en memoria mía’. Y cuando compartimos la Cena del Señor, recordamos e imitamos, hacemos lo mismo que hizo el Señor Jesús. Sí que habrá una Cena del Señor, habrá un banquete final en la Nueva Jerusalén, pero será lo último. En cambio en el camino me pregunto – y no sé cómo responder, pero su pregunta la hago mía –: compartir la Cena del Señor, ¿es el final de un camino o es el viático para caminar juntos? Dejo la pregunta a los teólogos, a los que entienden. Es verdad que en cierto sentido compartir es afirmar que no existen diferencias entre nosotros, que tenemos una misma doctrina – destaco la palabra, palabra difícil de comprender –, pero me pregunto: ¿no tenemos el mismo Bautismo? Y si tenemos el mismo Bautismo debemos caminar juntos. Usted es testigo de un camino incluso profundo porque es un camino conyugal, un camino precisamente de familia, de amor humano y de fe compartida. Tenemos el mismo Bautismo. Cuando usted se siente pecadora – también yo me siento muy pecador –, cuando su marido se siente pecador, usted va ante el Señor y pide perdón; su marido hace lo mismo y va al sacerdote y pide la absolución. Son remedios para mantener vivo el Bautismo. Cuando vosotros rezáis juntos, el Bautismo crece, se hace fuerte; cuando vosotros enseñáis a vuestros hijos quién es Jesús, para qué vino Jesús, qué hizo por nosotros Jesús, hacéis lo mismo, tanto en lengua luterana como en lengua católica, pero es lo mismo. La pregunta: ¿y la Cena? Hay preguntas a las que sólo si uno es sincero consigo mismo y con las pocas luces teológicas que tengo, se debe responder lo mismo, vedlo vosotros. ‘Este es mi Cuerpo, esta es mi Sangre’, dijo el Señor, ‘haced esto en memoria mía’; es un viático que nos ayuda a caminar. He tenido una gran amistad con un obispo episcopaliano, de cuarenta y ocho años, casado, con dos hijos, y él tenía esta inquietud: la esposa católica, los hijos católicos, él obispo. Él acompañaba los domingos a su esposa y a sus hijos a misa y luego iba al culto con su comunidad. Era un paso en la participación en la Cena del Señor. Y él siguió adelante, era un hombre justo, y el Señor lo llamó. A su pregunta le respondo sólo con una pregunta: ¿cómo puedo hacer con mi marido, para que la Cena del Señor me acompañe en mi camino? Es una cuestión a la cual cada uno debe responder. Pero me decía un pastor amigo: ‘Nosotros creemos que el Señor está allí presente. Está presente. Vosotros creéis que el Señor está presente. ¿Cuál es la diferencia?’ – ‘Eh, son las explicaciones, las interpretaciones…’. La vida es más grande que las explicaciones e interpretaciones. Haced siempre referencia al Bautismo: ‘Una fe, un bautismo, un Señor’, así nos dice Pablo, y de allí sacad las consecuencias. No me atrevería nunca a dar permiso para hacer esto porque no es mi competencia. Un Bautismo, un Señor, una fe. Hablad con el Señor y seguid adelante. No me atrevo decir más”.

 

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Comentarios
7 comentarios en “Kasper cree que es posible la ‘comunión común’ en ciertos casos
  1. Es bonita la disertación , y creo que verdaderamente es bienintencionada, faltaría más . Pero cojea esta explicación porque los protestantes solo ven a Cristo simbólicamente en la comunión , mientras que los católicos afirmamos la presencia real de Cristo, creo que es un abismo insalvable , de eso no hay duda.

  2. Monseñor Kasper, a Vd. le tendrían que haber enviado a la isla de Guam, y no al cardenal Burke.

    Estoy total y absolutamente en contra de la plena comunión entre católicos y luteranos, mientras:

    1º.- No haya un perdón mutuo entre ambos, los católicos hemos pedido perdón, pero también los luteranos tendrían que pedirlo, y no lo han hecho nunca.

    2º.- Los luteranos deberían ceder en algunos temas, cosa que no van a hacer, sobre todo porque ven que el único que está dispuesto a ceder es el Papa Francisco, con la inestimable ayuda del mencionado Kasper, Marx y otros palmeros.

  3. Es para partirse de risa lo de » en ciertos casos «, que nunca precisarán, igual que lo de los divorciados recasados, que ahora ya es en todos los casos, pues la misericordia es tan grande que no hace falta conversión. Basta dejarse amar. Un iglesia tan conformista con las demandas del mudo está a años luz de la Iglesia de Jesucristo.

  4. Gran concurso: «Diga su pavada de hoy». Competidor: Card. Kasper.

    “delante del altar una pareja, una familia, no se puede dividir”.

    ¡Ganó, Sr!

  5. No es nada nuevo.
    EN Taizé, católicos y anglicanos comulgan juntos desde hace años.
    Y lo hacen en eucaristías a las que acceden cristianos de un montón de confesiones más.
    ¿Y?

  6. ¿ En Taizé ? pues muy sencillo. Quienes no creen en la presencia real de jesucristo en la eucaristía y quienes están en pecado grave no pueden acercarse a comulgar. ¿ Hay confesonarios en Taizé ?

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