El nuncio apostólico en México se entrega al ‘lobby gay’

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Franco Coppola ha afirmado acerca del debate sobre el «matrimonio homosexual» que «los mexicanos, en vez de confrontarse y hacer proclamas o marchas, tienen que sentarse a una mesa y hablarse».

En pleno debate en México sobre el matrimonio homosexual en el que han intervenido con contundencia los miembros del movimiento en defensa del matrimonio y la familia, el nuncio apostólico ha pedido que este tema no sea un motivo de confrontación sino una oportunidad para el diálogo.

El presidente Enrique Peña Nieto anunció el pasado mes de mayo su propuesta para legalizar el «matrimonio homosexual» en todo el país. En septiembre, manifestaciones promovidas por el Frente Nacional por la Familia movilizaron a un millón y medio de mexicanos que rechazaron el «matrimonio gay», la ideología de género y el adoctrinamiento de niños en las escuelas, según informa Aciprensa.

El nuevo nuncio apostólico en México, el italiano Franco Coppola, ha afirmado en una rueda de prensa en la Basílica de Guadalupe en Ciudad de México que «los mexicanos, en vez de confrontarse y hacer proclamas o marchas, tienen que sentarse a una mesa y hablarse» para comprender todas las implicaciones de las medidas propuestas.

«Yo tuve la oportunidad de leer una parte de la proposición que ha presentado el Sr. Presidente de la República, hay unas cosas que se pueden fácilmente aceptar y otras sobre las que hay que reflexionar para comprender todas las implicaciones», ha asegurado Coppola respecto a la propuesta de Peña Nieto, que pretende aprobar en todo el país el «matrimonio homosexual» a través de una reforma de la Constitución.

«Es algo que toca a la Constitución y cuando se habla de Constitución es algo que tienen que ser algo que la mayoría pueda compartir», ha sostenido Coppola.

Respecto a este tema, el nuncio apostólico ha apostado por no tomar una decisión ideológica sino examinar la realidad del país y encontrar una solución. «Es una magnífica oportunidad para practicar el diálogo. Intercambiar insultos o prejuicios no sirve de nada y hay que entenderse», ha subrayado.

«No creo que sea bueno para el país confrontarse, ir a una lucha, ir a una cuenta, si se puede decir, para ver cuántos están a favor o cuántos son los están en contra», ha añadido, al tiempo que ha declarado que el debate que ha surgido sobre este tema ha puesto de manifiesto que hay unas personas que no se sienten apreciadas y que «no sienten que gocen de todos los derechos que pueden gozar».

Varios medios se han apresurado a utilizar las palabras del nuncio apostólico en México para arremeter contra el «sector conservador de la jerarquía» a quien culpan de las movilizaciones en favor de la familia y el matrimonio y en contra del «matrimonio homosexual».