Francisco convierte definitivamente Castel Gandolfo en un museo

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La Santa Sede ha anunciado que desde este sábado 22 de octubre se podrá acceder a las habitaciones privadas de la residencia, además de a los jardines y otros espacios de la villa. 

En marzo de 2015, InfoVaticana anticipó la decisión del Papa Francisco de abrir completamente al público el palacio de Castel Gandolfo y convertir la tradicional residencia veraniega de los papas en un museo.

Ahora, la Santa Sede ha anunciado que desde este sábado 22 de octubre se podrá acceder a las habitaciones privadas de Castel Gandolfo, además de a los espacios públicos que ya estaban abiertos al público desde hace un par de años.

«El Papa tiene muchas otras cosas que hacer y no quiere venir aquí por lo que ha preferido regalarnos la oportunidad de visitar este exclusivo palacio», ha asegurado en rueda de prensa el director de los Museos Vaticanos, Antonio Paolucci.

De esta forma, Francisco renuncia definitivamente a Castel Gandolfo y a su utilización como residencia veraniega. Hace dos años ya se abrieron al público los jardines y desde el pasado año se pueden visitar algunos espacios del palacio e incluso llegar en tren desde el Vaticano, pero hasta el momento no se podía acceder a las habitaciones privadas.

Según pudo saber este portal de fuentes cercanas al Pontífice, el Papa Francisco está cansado de que el Vaticano parezca “la última corte de Europa” y no comprende cómo se puede mantener una villa de 55 hectáreas solo para que el Papa pase unas pocas semanas al año.

La intención de Francisco es que con el dinero que se recaude de las entradas vendidas se contribuya a cubrir el déficit de las cada vez menos maltrechas cuentas vaticanas. A partir de ahora, por 18 euros, quien quiera podrá visitar la villa de Castel Gandolfo y acceder también al dormitorio del pontífice. 

Los visitantes tendrán acceso a la pequeña capilla privada, el estudio donde aún hay una pequeña bandera de la Baviera de Joseph Ratzinger o la biblioteca, donde anteriores pontífices redactaron sus documentos y encíclicas y donde Benedicto XVI se hizo instalar un piano.

Se podrá también visitar el Salón de los Suizos, llamado así porque allí montaban guardia los soldados del pequeño ejército que desde 1506 protege al papa, o la Sala del Consistorio, utilizada sólo para las posibles reuniones del colegio cardenalicio cuando el papa estaba allí.

Aunque los últimos pontífices como Ratzinger y Juan Pablo II han pasado algunas semanas de descanso en esta localidad, Francisco no es el primero que renuncia a su descanso en Castel Gandolfo ya que desde su construcción sólo 15 de los 33 pontífices se han alojado aquí.

 

La apertura al público de Castel Gandolfo no excluye que los futuros pontífices puedan volver a disfrutar de esta villa pontifica para su descanso y huida del calor romano, como explicó el director de las colecciones históricas de los Museos Vaticanos, Sandro Barbagallo.

La apertura del palacio será «hasta que el papa decida que así siga», aseguró Barbagallo, quien explicó que sigue vigente la bula que la convirtió en residencia pontificia.