Javier Baeza: «No rezamos el Credo porque es muy largo»

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Javier Baeza, el responsable de la «Parroquia Roja» de Entrevías (Madrid) confiesa sus contradicciones a INFOVATICANA: Una labor social brillante y un ministerio cargado de sombras.

Javier Baeza es un sacerdote que no cree en la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía. A partir de ahí, todo es posible. Su labor como trabajador social tiene luces brillantes: ayudar a familias víctimas de la droga, sacar a prostitutas de la calle, dar de comer a niños hambrientos, comprometerse en la defensa de los desfavorecidos… Pero como sacerdote, sus sombras son extensas: asistencia a abortos, herejías y coqueteos políticos.

Una larga conversación con él nos ayuda a repasar la trayectoria de Javier Baeza, el “Cura rojo de Entrevías”, una trayectoria que muchos podemos considerar inaceptable para un sacerdote de la Iglesia Católica que no parece que lo sea, pero él no renuncia a su ministerio ni a su sueldo.

El propio Andrés García de la Cuerda, figura notable de la Archidiócesis, hace ahora 30 años, planteó a Javier Baeza una pregunta fundamental en su época en el seminario, pocos meses antes de ordenarse: «Pero tú, Javi,  ¿quieres ser trabajador social o sacerdote?». Y es que como él mismo cuenta, desde sus primeros años en el seminario de Madrid allá por el año 86, su interés por los problemas sociales le llevó a participar en iniciativas que, a ojos de sus formadores, podían llevarle a olvidar lo fundamental de su misión sacerdotal: la salvación de las almas.

Tras los diversos escándalos protagonizados por la conocida como «iglesia roja de Entrevías», el entonces arzobispo de Madrid, el cardenal Rouco Varela, decidió convertirla en centro asistencial diocesano y quitarle el rango de parroquia. Ahora, Javier Baeza es el capellán mayor del centro asistencial en el que se ha convertido San Carlos Borromeo y cobra un sueldo de la diócesis. No renuncia a recibir el sustento de manos de la Iglesia Católica, aunque no comulgue con su doctrina.

[cite]Este sacerdote no cree en la presencia real de Cristo en la Eucaristía[/cite]

Entre los escándalos de esta «iglesia roja» que ocuparon los titulares de los medios nacionales, destaca la utilización de bollos y rosquillas para el momento de la consagración. Javier Baeza justifica el hecho de «consagrar» cualquier alimento con el argumento de que «los sacramentos son sólo un símbolo» y la «materia es sólo materia y no se debe divinizar». Este sacerdote no cree en la presencia real de Cristo en la Eucaristía, y de hecho cuenta cómo una vez, estando en una parroquia en Vicálvaro, se encontró por la mañana con el sagrario profanado y le resultó «desagradable» tener que recoger las Sagradas Formas tiradas por el suelo, pero consideró innecesaria «toda la parafernalia» para recoger a Cristo del suelo.

Respecto a la «consagración» de bollos y rosquillas, Baeza recuerda que, basándose en «lo poco que recordaba de la formación del seminario», sabía que lo que iba a hacer «era una barbaridad teológica, canónica y litúrgica» pero pensó que «era más importante el gesto de una feligresa que ofreció sus rosquillas para que todos comulgaran con ellas». Una señora saca unas rosquillas de su bolso en el momento de la consagración y el sacerdote considera que la generosidad de su gesto merece que se «consagren». Este es un ejemplo del criterio que rige las decisiones del actual capellán de San Carlos Borromeo, que sigue celebrando misa todos los domingos sin misal y sin credo, porque es muy largo y la gente no se lo sabe. Ni falta hace decir que elementos como los confesionarios hace tiempo que fueron desterrados de este templo.

‘Acompañé a una chica a abortar’

Este sacerdote no sólo no cree en la presencia real de Cristo en la Eucaristía, sino que también considera discutible el hecho de que la vida humana comience en el momento de la concepción. Respecto al aborto, Baeza utiliza la expresión «interrupción del embarazo» y sostiene que aunque él a priori no está de acuerdo, hay casos en los que las mujeres no pueden sacar adelante a sus hijos. Relata con naturalidad cómo acompañó a una joven a abortar, apoyándola en su decisión, porque en el momento en el que se quedó embarazada no podía afrontar el hecho de tener un niño.

[cite]Cuando una chica decidió abortar, Baeza la acompañó a la clínica[/cite]

«Unas monjitas me mandaron a hablar con una chica que trabajaba como prostituta. Tenía una situación muy complicada porque además estaba enganchada a las drogas», comienza su relato el sacerdote. Un día, esa chica fue a pedirle ayuda porque se había quedado embarazada y no sabía que hacer. «Yo creo que fue de las cosas más lúcidas que he hecho. Le dije que yo estaba en contra del aborto pero que la decisión la tenía que tomar ella y que yo la acompañaría tomara la decisión que tomase», cuenta Baeza. Así que cuando la chica decidió acabar con la vida de su hijo, él la acompañó a la clínica para que abortara. «Ahora esa chica es feliz y tiene otra criatura», argumenta el sacerdote, que afirma no sentir ningún remordimiento por la decisión que tomó.

‘Con Rouco siempre fue imposible hablar’

Si bien nadie puede discutir la gran labor social que lleva a cabo Javier Baeza en San Carlos Borromeo, su vocación parece más la de un trabajador social que la de un sacerdote, como ya vaticinaban sus formadores en el seminario. Su preocupación por los más desfavorecidos le llevó en su día a acoger en su casa a niños que vivían auténticos dramas en su familia o que carecían de ella. La noticia de que vivía con chavales no gustó al arzobispado madrileño y, según sostiene Baeza, el cardenal Rouco Varela se lo reprochó durante uno de sus encuentros.

[cite]Me da rabia el Padre Ángel que viene, se hace la foto y se va[/cite]

Durante su conversación con INFOVATICANA, Javier Baeza no desaprovechó la ocasión de resaltar lo desinteresado de su dedicación a las causas sociales, en contraposición a otros que sólo quieren hacerse la foto. En este sentido, no dudó en criticar al Padre Ángel por acudir con frecuencia a San Carlos Borromeo, pero sólo para dejarse ver: «A mí me da rabia porque Ángel es muy folclórico. Viene mucho, se hace la foto y se va». Asegura que le encantó la bronca que le echó Osoro por el homenaje a Zerolo y que llamó al presidente de Mensajeros de la Paz para decirle: «Me encanta que también te regañen a ti, además tu amigo que te ha dado una parroquia».

Baeza parece creer que desde el arzobispado madrileño se le abronca demasiado. Nunca se llevó bien con el cardenal Rouco y no ha dudado en criticar su «actitud principesca», que en su opinión contrasta con la del actual arzobispo de Madrid, Carlos Osoro. «He tenido más facilidad para hablar con Osoro, con Rouco siempre fue imposible hablar», mantiene Baeza, que relata además cómo Osoro le llamó para quedar a cenar y se preocupó por el desarrollo de la actividad de San Carlos Borromeo, eso sí, sin dejar de estar pendiente del Whatsapp. Para Baeza, impresionado por la larga visita del arzobispo de Madrid a las chabolas del Gallinero, Osoro es un «hombre conservador» pero con el que se podría hablar de temas polémicos como el uso de preservativos o el aborto.

[cite]El Papa tiene que abandonar el Vaticano[/cite]

Al Papa Francisco, Baeza le ve «más animoso» y cree que «se le entiende mejor» que a sus predecesores, aunque considera que hay muchos temas en los que el Santo Padre se equivoca. Aún así, el capellán de San Carlos Borromeo sostiene que Francisco ha dado pasos importantes como retirarse a la Casa de Santa Marta, ya que es necesario que «el Papa abandone el Vaticano y deje de ser un jefe de Estado». Además, valora de forma positiva la cercanía del actual Pontífice que hace a la Iglesia «más madre» y que le lleva a tener gestos como el de acudir a una cárcel el Jueves Santo y lavar los pies de una musulmana.

‘Los de Podemos me tiraron los trastos’

Su lucha por diversas causas sociales ha llevado a Baeza a dar cobijo en San Carlos Borromeo a actividades políticas de tinte izquierdista y a promover a través de su cuenta de Twitter las políticas de partidos como Podemos o su ‘marca blanca’ Ahora Madrid. Como informó INFOVATICANA hace unos días, este centro asistencial acogió un acto del Circulo Podemos Vallecas el pasado sábado y también sirvió de refugio al delincuente ‘Alfon’ antes de que se entregara a las autoridades.

Baeza sostiene con firmeza que «es un error que los sacerdotes se despoliticen», reconoce que su ideología se identifica con los principios de Ahora Madrid y no ha dudado en declararse abiertamente «ultraizquierdista». De la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, asegura que es una «persona de moral y ética probada» y defiende a los concejales Rita Maestre y Guillermo Zapata porque «no se puede pretender que la gente que participa en política tenga un pasado impecable». Baeza confiesa, además, que Podemos le «tiró los trastos» para que fuese en las listas para las elecciones, pero que él rechazó la oferta porque se siente «muy feliz siendo cura».

Al sentirse muy feliz con su vocación al sacerdocio, a pesar de las abundantes sombras de su ministerio, Baeza no piensa militar en ningún partido político, aunque eso no significa que no «luche por las causas que considero justas». Una de sus causas justas fue el acoger a ‘Alfon’ antes de que se entregara a la Policía, ya que Baeza se une al discurso que considera al joven una víctima de la acción policial. «Alfon tenía seguimiento policial desde 2001 y cuando la policía registró su casa, los agentes dijeron a sus padres que le tenían muchas ganas«, defiende Baeza.