La fecha de la Pascua de Resurrección

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El teólogo D. Manuel Guerra analiza en su blog en INFOVATICANA la propuesta del Papa de unificar la Pascua de Resurrección con nuestros hermanos Ortodoxos. “Desde el beato Pablo VI se está buscando la unidad de la fecha de la Pascua. Lo más definitivo va a tener que ser una fecha fija, que sé yo, supongamos el segundo domingo de abril”, dijo el Papa el 12 de junio del 2015 durante el IIº Retiro de Sacerdotes en la basílica de san Juan de Letrán. “Tenemos que llegar a un acuerdo” para que la fiesta de la Pascua de Resurrección pueda ser celebrada por todos los cristianos en un mismo día. El Papa plantea una cuestión, la de la fecha de la celebración de la Pascua de Resurrección, casi tan antigua como la Iglesia misma, pues al menos se remonta hasta mediados del siglo II. Luego la unificación de la fecha de su celebración no es tan fácil como parece a primera vista. La fijación de la fecha de la Pascua repercutirá en casi todo el calendario litúrgico, pues dejarán de ser variables el Miércoles de Ceniza y la Cuaresma, la Semana Santa, las semanas del tiempo pascual, las fiestas de la Ascensión del Señor, Pentecostés, Corpus Christi, de la Santísima Trinidad y del Sagrado Corazón de Jesús.

  1. ¿Cuándo aconteció la resurrección de Jesucristo?

Hay que buscar la respuesta a esta pregunta en los relatos evangélicos y en la tradición cristiana de los primeros siglos de la Iglesia. 1.1. ¿En qué día de la semana? El sábado (día del dios y planeta Saturno entre los paganos) para los judíos era el día de “descanso (= shabbath, hebreo)” absoluto para dedicarse al culto divino y a la convivencia de los familiares y amigos (Ex 20, 8-11; Dt 5, 12-15, etc.,). Su duración se extendía no desde la medianoche como en nuestro tiempo, sino desde la puesta del Sol del viernes hasta el atardecer o puesta del Sol del sábado. “Pasado el sábado” (Mc 16,1), las piadosas mujeres compraron aromas para embalsamar el cadáver de Jesucristo sin prisa, como se habían visto obligadas a hacerlo el día anterior por la inminencia del descanso sabático. “Muy temprano, en el primer día de la semana” (Mc 16,2), las piadosas mujeres van al sepulcro y lo encuentran vacío. Los ángeles les explican la causa: “Resucitó. No está aquí. He aquí el lugar donde lo habían colocado” (Mc 16,6). Los restantes evangelistas coinciden en estos datos (Mt 28,1; Lc 24,1; Jn 20,1). Los evangelistas lo expresan mediante un hebraísmo: “en el primero de los sábados”, que así -en plural- tiene el significado genérico: “semana”, no el particular o significativo de uno de los días de la semana. Jesucristo resucitó antes de esos momentos mañaneros, tal vez cuando, camino del sepulcro, las piadosas mujeres notaron “el fuerte temblor de la tierra” (Mt 28,2). Lea el artículo completo aquí.