Manuel Guerra desgrana los enigmas del 11-M

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Don Manuel Guerra dedica su última bitácora a analizar el brutal atentado que hace 10 años segó en Madrid la vida de casi 200 personas.


El próximo 11 de marzo será el 11º aniversario del 11-M, acaecido dos años y medio (unos 911 días) después del 11-S. Menos mal que el 11 carece de simbolismo especial, a no ser los 11 magistrados que se encargaban de la represión del crimen en la Atenas antigua. Disiento de algunos de los partidarios de la versión oficial del 11-M -la autoría islamista- devotos de la numerología hasta en los 9/11 días intermedios entre ambos atentados (día11 del mes 9, sepiembre).

  1. EL TRÁGICO BALANCE DE UN ATENTADO COMPLEJO

En el 11-M hubo la explosión casi simultánea de diez mochilas/bomba en cuatro trenes de cercanías de Madrid en una hora punta (ida al trabajo) y por ello con mayor número de viajeros y presumiblemente de víctimas también en la mente e intención de sus planificadores. A las 7:37 explotaron tres bombas colocadas en tres coches (nº. 4, 5 y 6) de un tren dentro de la estación Atocha; un minuto más tarde, explotan dos bombas en un tren en la estación de El Pozo (del Tío Raimundo) y una bomba en el tren en la estación de Santa Eugenia; finalmente, a las 7: 39, cuatro bombas, en un tren en la calle Téllez, 500 metros antes de entrar en la estación Atocha. Otras dos bombas fueron desactivadas antes de que explotaran; estaban colocadas en el coche cabecera (nº 1) del tren de la estación Atocha, la otra en El Pozo.

El 11-M con sus 192 muertos (sin incluir dos niños de tres y ocho meses de gestación, ni los siete supuestos suicidas de Leganés) y 1857 heridos es el atentado más grave de los acaecidos en Europa hasta ahora por el número total de víctimas; el segundo (tras el derribo de un avión Pan Am en Lockerbie el 21.12.1988) si solo se numeran los muertos. El Parlamento Europeo ha declarado el 11 de marzo “Día de las víctimas del terrorismo”. Evidentemente un atentado de estas características y consecuencias no ha sido ejecutado ni, menos aún, ideado por unos aficionados.

Los españoles no debemos olvidar la fecha 11-M por su trágico balance, por haber acontecido tres días antes de unas elecciones generales, por su influjo determinante del cambio del curso de la historia de España, por las circunstancias anómalas de su proceso judicial, porque sigue siendo un enigma indigente de respuesta para evitar el riesgo de su repetición y para que “la verdad nos haga libres” (cf. Jn 8,32). El mote o lema del escudo del papa Pío XII era una frase del profeta Isaías (32, 17): Opus iustitiae pax, “la paz, obra o fruto de la justicia”. Aunque, según Sócrates, “es mejor padecer la injusticia que cometerla” (Platón, Gorgias, 469b-c)), la injusticia y las injusticias corrompen la convivencia, la verdad y la confianza e incluso terminan por podrir la sociedad que las padece sin resistencia.

Lea el artículo completo de D. Manuel Guerra a continuación.