La oración contra satanás de León XIII

El Papa León XIII, que incorporó la oración contra Satanás en la liturgia.
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A finales del siglo XIX la silla de Pedro estaba ocupada desde 1878 por Giuseppe Pecci, que pasó a llamarse León XIII y que firmó uno de los pontificados más largos de la historia. Este Papa iba a introducir una oración en la Eucaristía. No se trataba de una oración «corriente», se trataba de una oración de exorcismo, una oración contra satanás. Hoy analizamos este episodio de la historia.

Los orígenes

A partir del siglo XIX, se empezaron a rezar unas oraciones especiales después de la Misa. Se trataba de súplicas añadidas en tiempos de tribulación, oraciones por las grandes intenciones de la Iglesia, en las que debía participar también el pueblo, y que por eso se rezaban con los fieles en su propia lengua.

El mismo León XIII, en 1886 introdujo la invocación del Arcángel San Miguel. No se trata de una nueva oración, sino de una invocación aislada, con carácter de exorcismo, rarísima en la liturgia romana. Las palabras del principio de la invocación se encuentran en el verso aleluyático de las misas del arcángel San Miguel, el 8 de mayo y el 29 de septiembre.

Contra la amenaza de la francmasonería

Corren unos rumores que se han ido formando a lo largo del tiempo, acerca del origen de esta invocación de la que algunos dicen que es mera leyenda. Con todo, dicen que Francisco Brehm, consejero eclesiástico de la editorial litúrgica Fr. Pustetd (Ratisbona), recién vuelto de un viaje de Roma, contó, hacia el año 1928, que en una sesión para la Sagrada Congregación de Ritos en que se trataba de derogar estas oraciones, y a la que él asistió, cuando ya todos estaban de acuerdo para suprimirlas, un anciano cardenal, cuyo nombre no recordaba, se levantó para contar que el mismo León XIII le había dicho que la invocación de San Miguel la había añadido contra la amenaza de la francmasonería, movido a ello por una revelación sobrenatural.

Sea como fuere, la historia se cuenta así. El 13 de Octubre de 1884, el Papa León XIII, experimento una visión horrible. Después de celebrar la Eucaristía, estaba consultando sobre ciertos temas con sus cardenales en la capilla privada del Vaticano cuando de pronto se detuvo al pie del altar y quedó sumido en una realidad que solo el veía. Su rostro tenia expresión de horror y de impacto. Se fue palideciendo. Algo muy duro había visto. De repente, se incorporó, levantó su mano como saludando y se fue a su estudio privado. Lo siguieron y le preguntaron: ¿Qué le sucede su Santidad? ¿Se siente mal? El respondió: «¡Oh, que imágenes tan terribles se me han permitido ver y escuchar!», y se encerró en su oficina.

La visión de León XIII

¿Qué vio León XIII?  «Vi demonios y oí sus crujidos, sus blasfemias, sus burlas. Oí la espeluznante voz de Satanás desafiando a Dios, diciendo que él podía destruir la Iglesia y llevar a todo el mundo al infierno si se le daba suficiente tiempo y poder. Satanás pidió permiso a Dios de tener 100 años para poder influenciar al mundo como nunca antes había podido hacerlo». También León XIII pudo comprender que si el demonio no lograba cumplir su propósito en el tiempo permitido, sufriría una derrota humillante. Vio a San Miguel Arcángel aparecer y lanzar a Satanás con sus legiones en el abismo del infierno.

Después de media hora, llamo al Secretario para la Congregación de Ritos. Le entregó una hoja de papel y le ordeno que la enviara a todos los obispos del mundo indicando que bajo mandato tenia que ser recitada después de cada misa, la oración que ahí el había escrito.

Incorporación de la oración contra Satanás

Sea verdad o pura leyenda esta historia, lo cierto es que este Papa incorporó esta oración a la liturgia. Tras las reformas conciliares quedó suprimida, pero durante mucho tiempo estuvo inmersa en la Santa Misa, como legado del primer Pontífice del siglo XX.

 Oración a San Miguel:

San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla. Sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los otros espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén.

Fuente: corazones.org