Esta semana nos acompaña Don José Leonardo Lemos Montanet, actual obispo de Orense y uno de los últimos obispos españoles nombrado por Benedicto XVI.
Mis buenos amigos, os agradezco que hayáis pensado en mí para hacerme esta entrevista, a pesar de encontrarme en un momento apurado de trabajo debido al comienzo del curso pastoral y ante la proximidad de un viaje de diez días fuera de la Diócesis. Os ruego que me perdonéis pero no se si podré contestaros a todas vuestra preguntas.
Muchísimas gracias don José Leonardo por atendernos y por acceder a responder a nuestra entrevista. ¿Podría contarnos cómo surgió su vocación al sacerdocio?
En el Señor me llamó un 19 de marzo – Día del Seminario – cuando asistía a Misa de domingo y escuchaba la homilía de un anciano sacerdote santo. El Señor se valió de las palabras encendidas de aquel anciano sacerdote para llamarme.
¿Cómo es el día a día de un Obispo en una diócesis como Orense?
Mi día es muy monótono, por lo menos en la primera parte. Me levanto a las 6.15 y, después del aseo personal, me voy a la capilla del Obispado – un hermoso lugar de paz – y allí estoy hasta las 8.30. A esa hora desayuno y echo una visual a los cuatro periódicos que me llegan diariamente. A las 9 procuro estar en el despacho y atender a las personas de la Curia. A partir de las 10.30 recibo a las personas que lo han solicitado. Si son sacerdotes los atiendo tan pronto llegan. A veces tengo que hacerlos esperar porque hay otras audiencias comprometidas. Allí estoy hasta las 14.30. Esa es la hora habitual del almuerzo que procuro hacerlo con la familia que vive conmigo. Frecuentemente invito a los Vicarios y a otras personas que forman parte de mi equipo de gobierno. Aprovecho para invitar, también, a los sacerdotes que me visitan y así cambiamos impresiones.
En ocasiones, si tengo que salir del Obispado, lo hago después de las 11 de la mañana; esto me pude suponer, o bien parte de la mañana o todo el día.
Después de comer doy un pequeño paseo mientras aprovecho para rezar el Rosario ¡me gusta mucho rezarlo solo! Me siento en un sillón y procuro terminar de leer, con más detenimiento, la prensa que no he podido leer por la mañana. En ocasiones, el cansancio me puede y echo una “cabezadita en el sillón”.
A las cuatro procuro ir a la capilla un rato y después me voy al despacho. Son los momentos de las reuniones más complejas y delicadas. También aprovecho ese tiempo para atender con más paz a sacerdotes o personas que necesitan más tiempo del que se les puede conceder por las mañanas.
Un día a la semana salgo unas horas para hacer algo de ejercicio.
Después de la 19.00 horas me refugio en mi cuarto de estudio, al lado de mi dormitorio, rodeado de mis libros y aprovecho ese tiempo para leer, estudiar, contestar correspondencia…ahí estoy hasta que me llaman para tomar algo – apenas ceno, cuando lo hago es por hacer un poco de familia y estar con ellos – , si hay trabajos pendientes o no acabados, vuelvo a mi cuarto de trabajo después de dar unos paseos por los pasillos de la Curia, aprovecho para rezar mis devociones personales. Vuelvo a mi cuarto de trabajo hasta las 12 de la noche, a veces me paso de esa hora, pero procuro cuidar el descanso. Si no hay trabajo me siento con mis familiares a ver la tv, ¡si es que hay algo interesante!.
¿Con qué frecuencia habla un obispo con cada uno de sus seminaristas?
Durante el curso procuro quedarme una tarde en el Seminario Mayor; aprovecho el día de la reunión de la Asamblea Arciprestal que tengo todos los meses en el Seminario. Estoy toda la tarde recibiendo a todos los que desean hablar conmigo. Si alguno no viene le llamo, allí estoy hasta hora de la Eucaristía que celebro con ellos. Me gustaría hacer lo mismo con los del Seminario Menor, pero, al estar en un edificio aparte y ser más alumnos, no puedo hacerlo como quisiera.
¿Cómo se prepara una homilía, qué proceso sigue?
Siempre llevo los textos de la liturgia a la oración, tanto las antífonas, como las oraciones y, por supuesto, las lecturas de la Palabra de Dios… ahí se comienza a cocinar la homilía. Después, cuando es necesario, las escribo. En otras ocasiones no. Procuro ser breve. Reconozco que, últimamente, si las llevo escrito, me alargo un poco más de los 10 minutos y no me gusta ser largo.
¿A qué santos tiene especial devoción y por qué?
Son muchos los santos a los que le tengo especial devoción, como cualquier otro católico, si tuviera que mencionar a tres diría: a la Sma. Virgen María, en mi Diócesis tiene muchas advocaciones: Remedios, Milagros, Armada, Cristal, Portal, …Santa María Nai… Entre todas estas advocaciones, sin duda, la de Santa María Madre, que es la más antigua, es la que más me gana el corazón. A ella acudo muchas veces, me encomiendo y dejo en su regazo a mi Diócesis. Después de ella, a San José. Y, junto con ellos, últimamente estoy intensificando mi devoción a los papas beatos: Juan XXIII y Juan Pablo II, a los que le encomiendo los asuntos más complicados de mi ejercicio pastoral.
¿Cómo definiría a Benedicto XVI, el papa que le nombró Obispo de Orense?
Como el papa que hizo realidad la “humildad de la sabiduría”.
¿Cómo definiría al Papa Francisco?
Como el pastor intrépido y apasionado.
¿Puede un católico votar a un partido que no defienda explícitamente los Principios no negociables definidos por Benedicto XVI?
Desgraciadamente vivimos una profunda crisis de formación. Muchos de nuestros hermanos/as siendo personas que se consideran católicos experimentan un divorcio en su cabeza y en sus convicciones personales. Es como si sufriese una “mutación” intelectiva que les lleva a un divorcio en su actuación. Por una parte va la vida “católica”, y por otra la “doctrina” que en bastantes ocasiones llega a su corazón condicionada, manipulada o tergiversada por los medios, de manera especial por la TV. La gente sencilla tiene como “libro de catequesis” la pantalla del televisor. Necesitamos educar el espíritu crítico de nuestros hermanos, también el nuestro, para saber vivir en nuestra existencia personal, social y política de acuerdo con los principios fundamentales de nuestra fe que nos son negociables.
¿Cree que es necesaria una opción política en España que defienda explícitamente los principios no negociables definidos por Benedicto XVI?
Más que la creación de un partido político que defienda los principios cristianos fundamentales, creo que sí es imprescindible, y absolutamente necesario apostar por la formación de la conciencia cristiana de los que se consideran creyentes y, ellos, desde dentro de las estructuras políticas ya existentes – o bien de otras nuevas – siendo buenos ciudadanos, “los mejores ciudadanos” construyan esa “ciudad” perfecta en donde se plasmen y vivan los principios fundamentales del cristianismo.
¿Qué opina de la adopción de embriones humanos para evitar su destrucción?
Creo que al hombre y a la mujer de esta época de la telemática le sería mucho mejor que dejase de “hacerle la competencia a Dios” y se preocupase más de adoptar a tantos niños que, nacidos, no son deseados o no pueden ser atendidos.
¿Pertenece a algún movimiento, institución u orden religiosa?
Siendo estudiante era de la Juventud Franciscana (JUFRA), más tarde pasé a ser terciario franciscano. Cuando me ordené Diácono pasé a formar parte de la Sociedad sacerdotal de la Santa Cruz, una asociación sacerdotal a la que pertenecen muchos sacerdotes diocesanos del mundo y que está vinculada al espíritu ascético que se vive en el Opus Dei.
¿Qué opina de las voces que piden que la Iglesia pague el IBI?
Que en una sociedad como la nuestra las instituciones de la Iglesia Católica da la sensación que deben ser las grandes “pagadoras” de todo. No se piden privilegios, sino que se le apliquen las mismas normas que a las ONG.
¿Qué parte de responsabilidad tiene la iglesia en la crisis de fe que se vive en Occidente?
Más que responsabilidad de la Iglesia deberíamos hablar de la responsabilidad que tenemos en esta crisis los cristianos porque con nuestra falta de coherencia oscurecemos el auténtico rosto de Jesucristo que se refleja en la Iglesia.
¿Cuál cree que debe ser la actitud de un obispo ante un sacerdote acusado de pederastia?
En primer lugar la prudencia. Informarse objetivamente bien de los hechos. Llamar a ese sacerdote y con todo el respeto con el que se debe tratar a las personas exponerles, con claridad las graves determinaciones de la Iglesia establecidas sobre el caso.
¿Cuál es su lema episcopal y por qué lo eligió?
OMNIA IN CARITATE. Después de leer y meditar la encíclica de Benedicto XVI, Deus cáritas est, me vino al pensamiento esa frase breve. Algunos dijeron que lo había copiado de San Pablo, no. Mi fuente de inspiración fue la encíclica del papa. La realidad está clara. Si Dios es amor – Caridad – , Dios debe estar y ser buscado en todos y en todas las cosas: Omnia in Caritate. Como decía San Francisco: Dios mío y todas mis cosas. Ese Caritas lo pongo con mayúscula, porque no es la virtud teologal, sino que me refiero a ese Dios que es Caridad= Amor.
¿Qué cambiaría de la Iglesia?
La administración de sus bienes económicos.
¿Cuál considera que es su mayor defecto?
Me imagino que tendré muchos, pero quizá puede ser que sea “la prisa”
¿Cuál cree que es el principal rasgo de su carácter?
El orden y el trabajo
¿Conduce? ¿Qué coche lleva?
Sí, y reconozco que me libera mucho. Mi coche personal es un Volkswagen Golf. Un coche pequeño que me resulta fácil aparcar en cualquier lugar, de manera especial en la villa marinera donde viven mis padres.
¿Cuál es su comida preferida?
Las sardinas en escabeche que me prepara mi madre.
¿Cuál es su película favorita?
Le causará gracia pero siempre me ha gustado Ben Hur.
¿En qué ciudad del mundo le gustaría vivir?
En donde vivo: Ourense.
¿Fuma?
No.
¿Le gusta beber alcohol? ¿Alguna bebida especialmente?
Con las comidas siempre viene bien un vaso de vino de esta tierra.
¿Qué idiomas habla?
Además del castellano y el gallego. No tengo dificultades con el italiano y el portugués. Del inglés y del francés tengo buena comprensión del texto escrito. Me defiendo en inglés.
¿Qué libros está leyendo ahora?
Además de las publicaciones de la Conferencia Episcopal y de los documentos pontificios, que procuro estar al día, estoy leyendo un episcopologio de la Iglesia en Ourense, un libro de arte sobre la catedral, un libro publicado por la editrice Vaticana sobre la Nueva Evangelización, y el último trabajo de María Vallejo-Nájera.
¿Qué música escucha?
Me gusta mucho la música clásica y, sobre todo órgano y polifonía. Mi autor favorito es Wagner. No me disgusta la música moderna, incluso cierto rock.
¿Si no hubiera sido sacerdote, en qué le habría gustado trabajar?
No me lo imagino, quizá me dedicaría a la docencia.
¿Con qué personaje del siglo XX le gustaría poder tomar un café?
Sin duda alguna con Juan Pablo II.
¿Qué le gustaría trasmitir a sus fieles en una sola idea central?
Fidelidad. Y para ello, reactualizar, constantemente, el espíritu de conversión personal y pastoral.
Por último y para terminar ¿Conocía Infovaticana?
No solo la conozco, sino que la consulto y la uso.
¿Le gusta? ¿Qué diría a un grupo de laicos interesados por informar sobre la Iglesia?
Me agrada el planteamiento con el que se tratan las noticias. Ojalá ese espíritu positivo se convierta en levadura para los demás colegas que trabajan en los medios. A los laicos que viven su compromiso eclesial a través de su trabajo en Infovaticana les animo a que sigan Duc in altum! Como les diría el beato Juan Pablo II, porque necesitamos de su trabajo.
Agradezco a Infovaticana.com su atención por mí, un obispo de esta provincia del “finisterrae”, y por haberme brindado la oportunidad de entablar este coloquio, que espero que os haya servido para algo.
Muchas gracias a usted y que empiece bien el curso en la diócesis de Orense.
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Que amable…gran entrevista! Hay buenos Obispos en Espana!
Interesante entrevista, pero creo que hay cosas más urgentes a cambiar, que la administración de sus bienes económicos.
Hace falta una gran catequesis, y devolver el sentido de lo sagrado a los católicos, llevamos muchos años de una protestantización de la Iglesia.
Me parece muy interesante y se nota la calidad y prudencia de Mons. Lemos. Una entrevista que puede parecer superficial pero va muy a fondo. Fe, vocación, trabajo, oración, amor a Dios, al prójimo, servicio y atención prioritaria a «sus» sacerdotes y un largo etc… Cultura, fe, estudio. Enhorabuena a Benedicto XVI y a infovaticana por esta entrevista.