
En la oficina de atención al peregrino se les hace rellenar a estos un cuestionario en el que a la pregunta sobre sexo tienen que marcar la casilla de mujer, hombre u otros. Como creo que tanto la diócesis como su arzobispo creen que la humanidad se compone de hombres y mujeres, la inclusión de un tercer género en los que reconoce la Iglesia no deja a Santiago ni a su arzobispo en buen lugar.
Disponga que desaparezca esa modernidad nada eclesial y tal vez si mandara a escardar cebollinos al memo que tuvo la estúpida idea ganarían el arzobispado y el arzobispo. Que a un bobo así se le van a ocurrir más memeces.
Creo también que si a algún peregrino por no considerarse hombre ni mujer dejara en blanco esa casilla tampoco se le debería negar la Compostela. Iba a ser un porcentaje ridículo que no significaría nada en una estadística.