En una entrevista en profundidad con Tucker Carlson, el obispo norteamericano Robert Barron analizó la crisis espiritual de Occidente, el papel central de lo sobrenatural en la fe católica, la importancia de la liturgia y el impacto del Concilio Vaticano II. También compartió detalles de su vida espiritual personal y reflexionó sobre la figura del nuevo Papa, León XIV.
“El Occidente moderno está en crisis porque ha perdido el sentido de Dios”
“Cuando sacas a Dios del centro de la vida, inevitablemente te quedas atrapado en ti mismo. San Agustín llamó al pecado curvatus in se, curvado hacia uno mismo. Y eso es lo que veo en muchas personas hoy”, afirmó Barron. “Una especie de autorreferencialidad que conduce a la infelicidad”.
También criticó la exaltación moderna de la autonomía personal: “La libertad ya no significa la capacidad de elegir el bien, sino simplemente la capacidad de elegir”.
“El Rosario fue como una línea de vida para mí”
El cardenal explicó cómo redescubrió la práctica del Rosario siendo ya adulto: “Cuando era joven, no rezábamos el Rosario. El Rosario era visto como algo que hacía tu abuela. Mi generación no lo rezaba espontáneamente. Pero lo aprendí más tarde en la vida. Y también fue como una línea de vida para mí”.
Describió esta oración como un medio para calmar la mente dispersa y concentrarse en Dios.
El Vaticano II: desarrollo y distorsión
Sobre el Concilio Vaticano II, Barron ofreció una defensa matizada: “La eclesiología del Vaticano II, la comprensión de la Iglesia y su naturaleza, experimentó un verdadero desarrollo en el Concilio. Alejándose de una visión muy jurídica hacia una comprensión más orgánica de la Iglesia. No la Iglesia agazapada a la defensiva, sino la Iglesia que sale con un espíritu misionero confiado”.
“La Iglesia como el pueblo de Dios, no solo la jerarquía, todo eso fue enfatizado en el Vaticano II”, añadió. “No representan una ruptura con la eclesiología anterior, sino un desarrollo de ella”.
Uno de los aspectos clave fue la misión de los laicos: “El papel de los laicos en el mundo está presente desde el principio de la Iglesia, pero había sido silenciado. Antes del Concilio, los laicos venían a misa los domingos, decían sus oraciones y donaban a la Iglesia. Pero el Vaticano II dijo: ‘No, tu trabajo es cristificar el mundo. Estás llamado a ir al mundo de los negocios, las finanzas, el entretenimiento, los deportes, la educación… y cristificarlo’. Así es como yo lo leo”.
Sin embargo, fue crítico con lo que vino después: “El periodo posconciliar a menudo no fue tan fiel al Vaticano II. Fue más fiel al espíritu del mundo”.
Liturgia y Escritura tras el Concilio
Consultado sobre si hubo cambios en la forma de presentar el Evangelio, el cardenal respondió: “No lo creo, excepto por el uso del vernáculo en la Misa, lo que hace que la liturgia sea más accesible a la gente”. Y añadió: “Después del Vaticano II tuvimos mayor exposición a la Biblia. Abrieron más la Biblia para nosotros. Pero no creo que la manera de contar la historia del Evangelio haya cambiado”.
Persecución cristiana y futuro de la Iglesia
“El siglo XX produjo más mártires cristianos que los diecinueve siglos anteriores combinados. Hoy el cristianismo es la religión más perseguida en el mundo”, denunció Barron. “Nos están sacando de todos los sectores de la cultura: educación, medicina, medios. ¿Por qué? Porque somos peligrosos para ellos”.
El nuevo Papa: León XIV
Sobre el Papa León XIV, el cardenal afirmó: “Es un hombre reservado, que reza profundamente”. Comentó que ha retomado elementos tradicionales como el uso del latín y la muceta papal. “Su elección del nombre parece un homenaje a León XIII”, añadió.
Barron recordó que León XIII tuvo una visión en la que “el siglo XX pertenecería al diablo”, y concluyó: “Cuando piensas en lo que fue el siglo XX… probablemente tenía razón”.
