Desde la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe en la Ciudad de México, el arzobispo de Chicago aprovechó para hacer un mitin contra Trump y a favor de la inmigración.
Tras arremeter contra la comunión de rodillas o salir en defensa de la adopción de niños por parte de parejas homosexuales, el cardenal Cupich sigue haciendo méritos para ser el próximo candidato demócrata a las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
El purpurado estadounidense viajó este fin de semana a México invitado por el cardenal Aguiar. Desde allí, al término de la Misa, lanzó unas palabras primero en español y luego en inglés para defender su posición proinmigracionista con la excusa de ser nieto de inmigrantes.
«Si bien deseamos que la nueva administración tenga éxito en promover el bien común, los informes que circulan sobre planes de deportaciones masivas dirigidas al área de Chicago no solo son profundamente perturbadores, sino que también nos hieren profundamente», dijo el cardenal Blase Cupich a los pies de la Virgen de Guadalupe. El arzobispo de Chicago aseguró que «estamos orgullosos de nuestro legado de inmigración, que continúa en nuestros días renovando la ciudad que amamos. No hay una persona en Chicago, salvo los pueblos indígenas, que no se haya beneficiado de este legado».
Cupich añadió que «la comunidad católica se solidariza con el pueblo de Chicago al alzar la voz en defensa de los derechos de los inmigrantes y los solicitantes de asilo. De manera similar, si los informes son ciertos, debe saberse que nos opondríamos a cualquier plan que incluya una deportación masiva de ciudadanos estadounidenses nacidos de padres indocumentados».
Para el cardenal de Chicago, «el gobierno tiene la responsabilidad de asegurar nuestras fronteras y mantenernos seguros. Apoyamos los esfuerzos legítimos de las fuerzas del orden para proteger la seguridad de nuestras comunidades—la criminalidad no puede tolerarse, ya sea cometida por inmigrantes o ciudadanos de larga data. Pero también estamos comprometidos con la defensa de los derechos de todas las personas y la protección de su dignidad humana».
Por todo ello, el cardenal Cupich reitera su apoyo a la legislación local y estatal para proteger los derechos de los inmigrantes en Illinois. «De acuerdo con la política de Lugares Sensibles, vigente desde 2011, también nos opondríamos a todos los esfuerzos de Inmigración y Control de Aduanas y otras agencias gubernamentales para ingresar a lugares de culto con fines de aplicación de la ley», asegura.
«Para los miembros de comunidades de fe, las amenazas de deportaciones masivas también nos dejan con la desgarradora pregunta: “¿Qué nos está diciendo Dios en este momento?” Las personas de fe están llamadas a defender los derechos de los demás y a recordarle a la sociedad su obligación de cuidar de quienes lo necesitan. Si se llevara a cabo la deportación masiva e indiscriminada que se informa, esto sería una afrenta a la dignidad de todas las personas y comunidades, y negaría el legado de lo que significa ser estadounidense», concluyó la arenga del cardenal.