El Ayuntamiento de Pamplona (PSOE, Bildu y Geroa Bai) ha alcanzado un acuerdo para transformar el Monumento a los Caídos, con el objetivo de «resignificar este espacio y adaptarlo a los valores democráticos actuales».
En este histórico edificio, construido durante los primeros años del mandato de Franco, fue donde reposaron los cuerpos de los generales Emilio Mola y José Sanjurjo que fueron exhumados en el año 2016.
Los defensores del acuerdo han señalado que la intervención en la cúpula, elemento distintivo del monumento, busca minimizar su presencia visual en el entorno urbano. Para ello, se prevé la instalación de una estructura que la cubra parcialmente, integrándola con el paisaje circundante.
Además, los revanchistas de izquierdas han aprobado que el interior del edificio sea rehabilitado para albergar un centro de la memoria, destinado a la divulgación y reflexión sobre «los acontecimientos históricos relacionados con la Guerra Civil y la dictadura franquista» y así poder manipular la historia a su antojo. «Este espacio ofrecerá exposiciones permanentes y temporales, así como actividades educativas y culturales que promuevan la comprensión y el respeto por los derechos humanos», han destacado desde el Ayuntamiento de Pamplona.
El alcalde de Pamplona, Joseba Asiron, ha destacado que este acuerdo representa un paso significativo en el compromiso de la ciudad con la memoria histórica y la reconciliación. «La transformación del Monumento a los Caídos es una oportunidad para convertir un símbolo del pasado en un espacio de encuentro y aprendizaje para las generaciones presentes y futuras», ha afirmado.
«Respecto a la simbología franquista y la arquitectura del edificio acordamos la desaparición y demolición de criptas en las que estuvieron enterrados los golpistas Mola y Sanjurjo, la retirada de los mármoles que se pusieron con objeto de la inauguración y que incluyen inscripciones de Franco, ocultos hoy en día y sitos en el interior del recinto, y la demolición de las arquerías exteriores del edificio», explica el acuerdo.
Se espera que las obras comiencen en el primer trimestre de 2025 y que el nuevo centro de la memoria abra sus puertas al público a finales de ese mismo año.
Cabe señalar que fue el arzobispado de Pamplona quien cedió hace años este monumento al Ayuntamiento de Pamplona (cuando gobernada UPN) porque la diócesis no podía hacerse cargo del coste del mantenimiento del edificio. Tal y como ya informó este medio en 2016, el Monumento a los Caídos fue cedido con la condición de que el Ayuntamiento de Pamplona respetase el uso religioso de la cripta.