La Audiencia provincial de Barcelona ha condenado a G.S.V, un monje de la Abadía de Montserrat, a dos años de cárcel por abusar sexualmente de un menor.
En el momento de los hechos, la víctima tenía 17 años y conoció al religioso cuando participó en el encuentro Montserrat Jove, coordinado por el ahora condenado. Luego, el monje (también vicerrector del santuario de Montserrat) le invitó a pasar un fin de semana en la abadía en mayo del 2019.
El acusado propuso al menor beber cava «con el fin de que la ingesta de alcohol facilitara el inicio de una relación sexual», afirma el tribunal Ambos mantuvieron relaciones sexuales y la víctima, «a pesar de estar incómodo con la situación, no lo verbalizó claramente, debido en su estado de semi embriaguez, la diferencia de edad, el ascendiente que tenía el acusado sobre él y el entorno no habitual en que se encontraba».
La víctima lo denunció en el 2021 y finalmente el investigado ha confesado los hechos. Aparte de la pena de dos años de cárcel, fue condenado a cinco años de libertad vigilada, una prohibición de acercamiento y comunicación de seis años con la víctima y una inhabilitación de siete años para ejercer cualquier oficio que mantenga contacto con menores.
El monje ha pagado 20.000 euros de responsabilidad civil subsidiaria, un dinero que ha asumido la abadía de Montserrat. En un comunicado, la abadía también condena los hechos y recuerda que apartaron al eclesiástico. «Desde la abadía de Montserrat condenamos igualmente esta actuación, que consideramos totalmente contraria a los valores y principios que defendemos e intentamos vivir cada día. Asimismo, nos sentimos avergonzados y pedimos perdón a la víctima por todos los daños que le han sido causados «, dicen.
Se trata del primer monje de la abadía catalana -conocida por abanderar el nacionalismo catalán- condenado por un delito de abusos sexuales a menores, aunque no es el primer caso en que se ha judicializado.
Por su parte, la Abadía ha explicado que en el momento que tuvieron conocimiento de los hechos inició una investigación de otras posibles víctimas, sin que se haya identificado a más.
El monasterio ha asegurado que, una vez concluido el proceso penal, seguirá el canónico, que deberá resolver en consecuencia, y continuarán en vigor las medidas cautelares canónicas impuestas desde un inicio, en especial la prohibición de ejercer el ministerio y el alejamiento de Montserrat.