Tras cinco días de silencio, el Sodalicio de Vida Cristiana se ha pronunciado sobre la purga que llevó a cabo el Vaticano la semana pasada al expulsar a una decena de destacados miembros del movimiento.
El Sodalicio confirma que el 25 de septiembre pasado recibieron los decretos mediante los cuales el Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, por delegación del Santo Padre, determinó la expulsión de diez miembros del Sodalicio de Vida Cristiana.
En el comunicado del Sodalicio de Vida Cristiana firmado por José David Correa González, Superior General, aseguran que aceptan esta decisión «con espíritu de humildad y obediencia a lo dispuesto por el Santo Padre».
«Renovamos nuestra adhesión al Vicario de Cristo, así como nuestro profundo amor a la Iglesia, y seguiremos colaborando con las diversas instancias de orientación y acompañamiento que la Santa Sede nos señale», agregan en la nota difundida.
Además, reiteran su compromiso «con la escucha y atención a las víctimas, y con los procesos de reparación a través de la justicia y la verdad».
«Nos encomendamos a sus oraciones, para seguir el proceso de renovación de nuestra comunidad, confiados en el Señor quien nos ha sostenido a lo largo de estos años y nos seguirá acompañando bajo los cuidados de Santa María nuestra Madre», concluye la nota.
Esta drástica decisión se tomó a consecuencia del informe final que redactó la ‘Misión especial’ encabezada por el arzobispo maltés Charles Scicluna y el español Jordi Bertomeu.