Cada vez que las cosas van mal en el Gobierno ya sea por casos de corrupción que acechan al presidente o por los malos resultados electorales de los partidos del Ejecutivo, deciden sacar el comodín Franco para desviar la atención y ganar votos.
Tras sacar a Francisco Franco y a José Antonio Primo de Rivera de la Basílica del Valle de los Caídos, el revanchista gobierno de Sánchez sigue adelante con su plan de acabar con la presencia de los monjes benedictinos y en último lugar, desacralizar el templo para resignificarlo y convertirlo en no se sabe muy bien qué.
El Consejo de Ministros ha aprobado este martes la creación de una comisión interministerial para la resignificación del Valle de los Caídos. La comisión se pondrá en marcha en el plazo de un mes. «Se trata de un paso importantísimo para convertir este espacio que fomente los valores constitucionales», ha señalado la portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría.
El ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, que presidirá la comisión, ya anunció hace unos meses que se procederá a transformar el Valle de los Caídos en un «Centro de Interpretación» y que se procederá a la «extinción y liquidación de la Fundación de la Santa Cruz». Además, anunció que el museo de la «Memoria Democrática» se situará en Madrid.
Esta comisión estará también integrada por los ministerios de Presidencia y Justicia (Félix Bolaños); Hacienda (María Jesús Montero); Transportes y Movilidad Sostenible (Óscar Puente); Trabajo y Economía Social (Yolanda Díaz); Transición Ecológica (Teresa Ribera); Vivienda (Isabel Rodríguez); Cultura (Ernest Urtasun) y Ciencia e Innovación (Diana Morant).