Un sacerdote español ‘padre sinodal’ advierte que en la Iglesia «cabemos todos, pero no cabe todo»

Un sacerdote español ‘padre sinodal’ advierte que en la Iglesia «cabemos todos, pero no cabe todo»

El sacerdote valenciano Luis Miguel Castillo, rector de la Basílica del Sagrado Corazón de Jesús de Valencia, fue nombrado por designación del papa Francisco “con derecho a voz y voto” miembro de la Asamblea General del Sínodo de la Sinodalidad (2023-2024).

Este sacerdote es una de las voces españolas que participó en octubre del 2023 en Roma en el Sínodo y volverá a estar presente este próximo mes de octubre en la fase final.

En declaraciones recogidas por la web de la archidiócesis de Valencia, este sacerdote asegura que “la Iglesia, ante los cambios de la historia, siempre tiene que ir abriendo caminos, reformular la única verdad, pero sin romper ni traicionar la unidad de la fe y la tradición apostólica”.

Este ‘padre sinodal’ resalta que “la Iglesia, con su maternidad y clemencia, no quiere crear una mentalidad divorcista, por supuesto, – porque iría en contra de la voluntad de Jesucristo- pero sí mostrar una apertura a cierto tipo de vidas que participan en la Iglesia y que estaban un poco excluidas de la Comunión”.

En cambio, repite la famosa frase de Francisco «en la Iglesia cabemos todos, todos, todos» aunque añade una puntualización importante: «Todos, todos, mientras que no rompamos la unidad de la fe. Ahora bien, es verdad que cabemos todos, pero no cabe todo«.

Este sacerdote valenciano que trabajó siete años en la Secretaría de Estado del Vaticano subraya que «la Iglesia tiene que renovarse pero sin romper con su propia tradición viva apostólica».

Por otro lado, ha reconocido que «en la Iglesia existen diferentes tendencias, porque hay diferentes sensibilidades» pero ante corrientes aperturistas de determinadas Iglesias en Europa (véase Alemania, Bélgica, Austria o Suiza) insiste en que lo importante “es no caer en hacer del Sínodo una feria ideológica, es decir, donde cada uno vaya a reivindicar y a reclamar».

«No vamos a hacer una deconstrucción de la Iglesia, sino simplemente ayudar a renovar sus instituciones para responder mejor al Evangelio», asegura Luis Miguel Castillo.

En cambio, lanza también otra afirmación de signo contrario y remarca que lo importante es «adaptar la verdad eterna al hombre de cada fase histórica». En un intento por querer contentar a todas las sensibilidades, este padre sinodal afirma que “estamos ante ciertas reivindicaciones que, con mis conocimientos pastorales y teológicos, yo no puedo aceptar, otras sí aceptaré. Hay que aprender siempre del prójimo y estar abiertos a la verdad que hay en el otro, pero sin romper la unidad de la fe, ni alejarse, ni crear ruptura con la tradición viva de la Iglesia”, asegura.

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