El grupo de James Martin entrevista a un pastor que afirma que la Biblia no condena la sodomía

El grupo de James Martin entrevista a un pastor que afirma que la Biblia no condena la sodomía

Outreach, el grupo de apostolado gay del jesuita James Martin, ha publicado una entrevista con un pastor protestante que asegura que la Biblia no condena los actos homosexuales. Fiducia abrió el camino.

Como dice nuestro Specola, nunca hubo ninguna duda seria de que las bendiciones autorizadas por los suplicantes de Fiducia eran sólo el comienzo de un viaje, y que la meta es la aprobación de la actividad sexual, lo que antaño se llamaba sodomía y figuraba entre los pecados que claman la ira de Dios.

Como todo lo que importa en este pontificado, en lo que hay que fijarse es en lo que se consiente y premia, en quienes el Papa sonríe y promociona, así como lo contrario: qué y a quién se castiga o cancela. En este caso, el padre jesuita James Martin, autodesignado apóstol de los LGTBI, tiene una misión que cumplir: ofrecer por la vía de los hechos “la única interpretación posible”.

En la entrevista, Martin, director de Outreach, pregunta al pastor protestante Brandan Robertson qué responde a quien le dice que la Biblia la homosexualidad.

Robertson responde que la desventaja del cisma protestante fue que «le dio la Biblia a muchas personas que no tienen la formación compleja para comprender la cultura, el contexto y el idioma del que surge la Biblia. La Biblia no es simplemente un libro que cualquiera puede coger y comprender fácilmente; es un libro que viene de un mundo diferente, con diferentes perspectivas y diferentes normas culturales”, afirma, machacando hasta pulverizarla la postura de Lutero.

Y, ya puestos, sigue afirmando que “el concepto de orientación sexual no existía en el mundo antiguo, por lo que es imposible que la palabra homosexualidad sea en realidad una traducción de cualquier palabra griega o hebrea”.

“A cualquier hombre romano se le permitía tener relaciones sexuales con cualquier persona de un estatus inferior al suyo y, a menudo, se trataba de relaciones de explotación entre un hombre y su esclavo o un hombre y alguien de una nación conquistada, y mi mejor investigación en el pasado Esta década me ha llevado a creer que de lo que habla Pablo en Romanos 1 y 1 Corintios e incluso de lo que habla Levítico se refieren a prácticas paganas comunes que giran en torno a la explotación y el abuso sexual, generalmente entre hombres, y eso no se parece en nada a lo moderno. , amar [sic] las relaciones entre personas del mismo sexo”.

“Yo diría que la Biblia no dice nada sobre las relaciones LGBT tal como las conocemos hoy, pero condena con razón el abuso y la explotación sexual, que es algo que todos deberíamos estar dispuestos a condenar”, concluye Robertson.

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