El arzobispo de Dublín, Dermot Farrell, se suma al grupo de obispos (mayoritariamente europeos) que aplaude la Declaración Fiducia supplicans.
Mientras reputados cardenales -conocidos por ser doctos y con amplios estudios teológicos- tachan Fiducia supplicans de «blasfemo» o «herético», todavía quedan obispos que salen a la plaza pública a celebrar con esmero este documento vaticano.
El último en hacerlo ha sido el arzobispo de Dublín que recomienda a los fieles de sus diócesis leer con detenimiento Fiducia supplicans y la aclaración posterior de principios de enero que tuvo que sacar el Dicasterio para la Doctrina de la Fe ante la avalancha de reacciones contrarias a este documento firmado por el Papa.
Según Dermot Farrell, leer Fiducia supplicans «permitirá tener una idea del propósito y significado de la Declaración, que permite a un sacerdote dar bendiciones pastorales breves y sencillas, que no son litúrgicas ni ritualizadas, a parejas en situaciones irregulares (pero no a sus uniones), subrayando que se trata de bendiciones sin formato litúrgico que no aprueban ni justifican la situación en la que se encuentran estas personas”.
El arzobispo irlandés es de los que cree que la Declaración «deja claro que las bendiciones deben ser espontáneas y pastorales, y “sin un ritual aprobado” o “libro de bendiciones”.
Además, apoyándose en la aclaración que publicó el Cardenal Fernández, prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, sostiene que ha subrayado que “la prudencia y la atención al contexto eclesial y a la cultura local podrían permitir diferentes modalidades de aplicación, pero no una total o negación definitiva de este camino que se propone a los sacerdotes” por lo que cierra la puerta a que exista disenso sobre esta cuestión entre el clero.
«En otras palabras, nosotros que estamos en el ministerio debemos tener ante nuestros ojos nuestro servicio del “don de bendición que fluye del Corazón de Cristo a través de su Iglesia”. Después de todo, quien, de buena fe, busca una bendición se vuelve hacia el Señor y su camino!, agrega el arzobispo.
El arzobispo de Dublín concluye su comunicado resaltando que «acojo con agrado la Declaración y la posterior aclaración, que nos ayudará a ministrar a nuestros hermanos y hermanas que anhelan la cercanía y la compasión de Dios».
En declaraciones hace un par de años, este arzobispo sugirió que la Iglesia Católica «debería tender la mano a la comunidad LGBTQ+, ya que no ha sido bienvenida en el pasado». «Tiene que haber un acercamiento a la comunidad LGBT y eso ciertamente está cambiando en la Iglesia», comentó en 2021.
En ese sentido, subrayó que «hay un acercamiento a las personas de la comunidad LGBT que quieren participar en la vida de la Iglesia y eso es un cambio bienvenido; en el pasado no era un lugar acogedor, así que necesitamos hacerlo».
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