“Una Iglesia que se preocupa principalmente por sí misma enferma de autorreferencialidad”, reiteró Francisco en un discurso dirigido una delegación de la Sociedad de Publicistas Católicos de Alemania (Gesellschaft Katholischer Publizisten Deutschlands) con motivo del 75 aniversario de su fundación.
“Es importante no tener una actitud introvertida, sino salir a llevar el mensaje cristiano a todos los ámbitos de la vida, utilizando los medios y las posibilidades disponibles hoy”, explica Francisco en su discurso. “La Iglesia es misión, y los comunicadores católicos no pueden no implicarse y permanecer, por así decirlo, neutrales respecto al mensaje que transmiten”.
«La neutralidad de los medios de comunicación es sólo aparente: sólo quien se comunica poniéndose en juego puede representar un punto de referencia», reitera el Papa. «Pienso en el fenómeno de la pobreza infantil, en las familias que no saben cómo pagar las cuentas y en la situación de muchos inmigrantes y refugiados, que Alemania ha acogido en grandes números. Allí el Dios del amor espera la buena nueva de nuestra caridad: espera a los cristianos que salen y llegan a las personas marginadas. Y por eso también se necesitan comunicadores que den protagonismo a las historias y los rostros de aquellos a quienes pocos o nadie les presta atención”.
“Cuando comuniquéis, por tanto, pensad siempre en los rostros de las personas, especialmente de los pobres y sencillos, y partid de ellos, de su realidad, de sus dramas y de sus esperanzas, aunque hacerlo signifique ir contracorriente y desgastarse. ¡Las suelas de los zapatos!”, concluyó.