Michael Cassidy, exmilitar y cristiano, decapitó la estatua de Baphomet instalada por el Templo Satánico en el Capitolio del estado de Iowa. “Mi conciencia es solo de Dios”, declaró.
Para escándalo de un estado abrumadoramente cristiano, Iowa, el Templo de Satanás obtuvo permiso para erigir una estatua de Satanás, en su representación como Baphomet, en el Capitolio del Estado de Iowa en pleno periodo prenavideño, hasta que el veterano Michael Cassidy se tomó la justicia por su mano.
Decapitó la estatua, la derribó y luego arrojó la cabeza -un cráneo de cabra- a la basura. Cassidy declaró al diario local, el Sentinel, que destruyó la estatua para «despertar a los cristianos ante los actos anticristianos promovidos por nuestro gobierno».
“El mundo puede decirles a los cristianos que acepten sumisamente la legitimidad de Satanás, pero ninguno de los fundadores habría considerado que la aprobación gubernamental de altares satánicos dentro de los edificios del Capitolio estuviera protegida por la Primera Enmienda (que consagra la libertad de culto)”, dijo Cassidy. “Los valores anticristianos se han difundido constantemente en las últimas décadas y los cristianos se han comportado como la proverbial rana en agua hirviendo”.
«Vi esta estatua blasfema y me indigné», dijo Cassidy. “Mi conciencia es prisionera de la palabra de Dios, no de un decreto burocrático. Y así actué».
La policía arrestó a Cassidy después de que se entregara a los agentes en el edificio. Según se informa, el Templo Satánico de Iowa planea presentar cargos contra él.