El prelado del Opus Dei, monseñor Fernando Ocáriz, visitó recientemente Portugal en donde mantuvo distintos encuentros con miembros de la prelatura en el país luso.
Ocáriz, que no participó en la JMJ de Lisboa, ha concedido una entrevista para el medio portugués Ecclesia. El prelado destacó que el Opus Dei lleva en Portugal desde hace más de 75 años, siendo uno de los primeros países en donde empezó la Obra fuera de España.
Monseñor Ocáriz destacó que Dios espera de los laicos un diálogo permanente de amor en el hogar, en su vida de pareja, en el cuidado de sus hijos, en sus preocupaciones económicas, en su ámbito laboral, en su compromiso con las causas sociales y culturales, en el deporte, en sus aficiones. , en el mundo del arte, etc».
Preguntado por la labor «prioritaria» que hacen en la Obra con los jóvenes universitarios, Ocáriz señaló que «la prioridad es llegar a todos, sin excluir a nadie. Cada persona es preciosa y única a los ojos de Dios. Debemos tener prisa, prisa tranquila, para no dejar a nadie sin la posibilidad de conocer a Jesucristo, con la ayuda de nuestra oración, de nuestro trato, de nuestra amistad sincera».
Vocación
«La mayoría de los jóvenes sentirán la atracción de Dios en la vocación del matrimonio, pero algunos experimentarán que Dios los atrae a una relación célibe exclusiva, abierta al servicio de todos. A menudo asociamos el celibato con la vida sacerdotal y religiosa, no sin razón. Sin embargo, vale la pena recordar que, desde la época de los apóstoles, Dios también llamó al celibato en la vida laical, basado únicamente en la consagración bautismal», incidió el prelado del Opus Dei.
Reforma de los Estatutos
No faltó la pregunta sobre la reforma de los Estatutos que ha pedido la Santa Sede a la prelatura. Ocáriz dijo que «procuramos seguir las disposiciones del Santo Padre con sincera obediencia filial«. En ese sentido, se mostró tranquilo al asegurar que «es el Espíritu Santo quien guía a la Iglesia. Por tanto, también son tiempos para vivir con paz y serenidad».
Según el periodista portugués que realizó la entrevista, algunos miembros de la prelatura expresaron «preguntas e inquietudes sobre este tema (reforma de los Estatutos) en los medios de comunicación y redes sociales, no siempre en el tono más pacífico». A esto, el prelado respondió que «es comprensible que surjan interrogantes, dudas e inquietudes, también por ciertas interpretaciones que se han publicado, de carácter mundano, como si se tratara de “ganar o perder poder”, algo que no tiene sentido en la Iglesia».
«A este respecto, he recordado una y otra vez el ejemplo que vi en el entonces cardenal Ratzinger, cuyo amor a la Iglesia y al Papa, fuerte y fundado en la fe, iba más allá de las emociones. En un momento delicado para la unidad de la Iglesia, que algunos cuestionaban, le oí decir desde el fondo de su corazón: “¡Cómo es posible que no se den cuenta de que sin el Papa no son nada!», recalcó Ocáriz.
Relación de los laicos con la prelatura
Sobre la relación entre los laicos y la Obra, Fernando Ocáriz hizo hincapié en que «en la Iglesia, primero es la vida, luego la norma: es decir, usando palabras del Papa Francisco, la realidad es superior a la idea».
El sucesor de Javier Echevarría al frente del Opus Dei, incidió en que «en el corazón de san Josemaría Dios depositó la semilla de un mensaje. ¿Qué mensaje? La de redescubrir el valor vocacional de la vida cotidiana de los fieles: Dios ha confiado a los hombres la tarea divina de construir el mundo (la familia, el barrio, el trabajo, el progreso, las artes, la diversión) como hijos de Dios en Jesucristo». En esa misma línea, el prelado dejó claro que «esta realidad precede al marco canónico, y es la razón de existencia del Opus Dei».