En una entrevista concedida a El Periódico, el padre jesuita James Martin, ‘apostol’ de los LGTB elegido personalmente por el Papa para participar en el Sínodo, asegura que en la Iglesia “hay muchos sacerdotes homosexuales castos y célibes”.
“Es crucial señalar que estos sacerdotes llevan una vida casta y célibe, al igual que sus colegas heterosexuales, y dedican sus vidas al servicio en la Iglesia”, asegura Martin. “Esto probablemente siempre ha sido así”, a pesar, añadimos, las clarísimas normas proclamadas por los últimos Papas -y refrendadas por Francisco- para que no se ordenen sacerdotes a varones con una clara inclinación sexual hacia el mismo sexo.
Entiende Martin que “es imposible” saber su número “debido al estigma que aún existe” y por el que “muchos han sufrido en silencio debido a las burlas”.
El religioso, conocido por su activismo en el campo LGTB dentro de la Iglesia Católica, afirma que personas que han elaborado el Instrumentum laboris del Sínodo de la Sinodalidad le habrían trasladado que “la mitad de las diócesis de todo el mundo han mencionado la necesidad de una mayor acogida e inclusión” de estas personas.
Preguntado por su participación en el Sínodo, el P. Martin afirma que su objetivo “es escuchar al Espíritu Santo” y que “ese debería ser el objetivo de todos”.
El Espíritu Santo, al parecer, no ha hablado a través de los pontífices inmediatamente anteriores cuando han tratado de paliar este problema.
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