Baltimore, en Maryland, la archidiócesis más antigua de Estados Unidos, se ha declarado en quiebra dos días antes de que una nueva ley permita las demandas por abuso sexual sin posible prescripción.
La venda antes de la herida. El arzobispo William Lori de Baltimore anunció que la decisión permitirá «que la archidiócesis indemnice equitativamente a las víctimas sobrevivientes de abuso sexual infantil, y asegure que la Iglesia pueda continuar su misión y su ministerio», informa EFE.
Baltimore se enfrenta a numerosas demandas por este asunto que hasta ahora no han podido prosperar por haber prescrito. Jeff Anderson, abogado de un despacho que ha representado a víctimas de esos abusos, denuncia que la declaración de quiebra pretende «ocultar activos y tapar la verdad a los sobrevivientes”. Una nueva ley aprobada por la Asamblea General de Maryland en abril y que entra en vigor el domingo 1 de octubre elimina el estatuto de prescripción y permite las demandas legales por los abusos sin límite de tiempo.
La Fiscalía General de Maryland ha publicado un informe de 456 páginas que identifica a 158 clérigos, maestros, seminaristas y diáconos que en la archidiócesis de Baltimore supuestamente abusaron de más de 600 menores de edad desde la década de 1940.
Con esta decisión son ya tres docenas de organizaciones que han buscado la protección de la ley de bancarrota por las cuales la Iglesia Católica, según la organización Bishop Accountability, ha pagado más de 3.000 millones de dólares en compensaciones.